Capítulo 6

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Hace ya unas dos semanas que Jason y yo estamos formalmente juntos, a mi madre no le tomó por sorpresa, sin embargo encontró la decisión un poco más apresurada de lo que esperó. Hoy es viernes por la noche y estoy esperando por Jason, que va a recogerme para ir a su apartamento. Me temo que querrá intentar algo más que "besos apasionados". Confieso que tengo miedo por la reacción que vaya a tomar con lo que le voy a decir.

—Espero que no le tengas fobia a los desastres —dice mientras está conduciendo hacia su apartamento.

—Depende el tipo de desastres —le sonrío.

No me puedo sorprender mucho de lo desorganizada que pueda llegar a ser la casa de un chico que vive solo y evidentemente no hay con él alguien permanente para el servicio. Estoy consciente de lo horrible que podrían llegar a ser los desastres de los chicos, para muestra solo tengo que echarle un vistazo a la habitación de Kelvin, que la verdad, deben haber algunos alimañas ocultas bajo las montañas de ropa.

—Desastres organizacionales —sonríe.

—Supongo que no hay mucho que esperar de un apartamento de soltero. Y más si tú eres ese soltero.

—No soy soltero. Te tengo a ti —él sujeta mi barbilla y se acerca a darme un beso mientras conduce.

—Tienes razón —sonrío.

Llegamos al edificio. Desde fuera se nota que son suites de la high class, por lo moderno de su fachada. Entramos al área de parqueo y subimos por el ascensor

Su penthouse está en el séptimo piso, número 704. Entramos a su casa y me encuentro con un acogedor recibidor. Me sorprendo al notar que me ha engañado. Todo está impecablemente organizado. Por lo menos en la sala. Miro a los alrededores y veo la cocina, la sala, el recibidor, un pequeño bar y un área de diversión con una megapantalla de plasma, que no tiene mucho que envidiarle a las pantallas del cine. Subimos por las escaleras y nos encontramos con su habitación, es enorme, y esta sí que tiene un desastre, pero solamente en una pequeña mesa solitaria que se encuentra en una esquina. Está completamente revuelta de papeles y hay una pequeña lámpara, que supongo que es para obtener más luz a la hora de escribir.

—Tu casa es realmente increíble.

—Sí, pero cuando estás solo, simplemente algo extraordinario, pasa a ser de lo más insignificante. Pero ahora estás aquí, y tengo hambre. ¿Qué quieres comer?

—¿Qué quieres cocinarme? —lo molesto un poco sabiendo las inexistentes habilidades culinarias que posee.

—Podría cocinarte lo que quieras, pero no hoy. No tengo un extinguidor aquí todavía. Pero te prometo que voy a adquirir uno y ahí si me decido a hacerte lo que quieras —me sonríe—. ¿Qué te parece si pedimos pizza? Y vemos una película.

—Me encanta la idea. Pero prométeme que para la próxima me vas a hacer un filete.

—Te lo prometo. ¿De qué te gusta la pizza? —dice mientras toma el teléfono y marca a la pizzería.

—Queso y champiñones. ¿Y a ti?

—Puede ser pizza hasta de maní, pero si es pizza, me gusta cualquiera. Esa es mi debilidad —dice tapando el teléfono para que no lo escuchen al otro lado. Toma la conversación y procede a hacer la orden.

Bajamos las escaleras y nos dirigimos hacia el área de entretenimiento. Él enciende la televisión y entra a la aplicación de Netflix.

—¿Qué te gustaría ver? —me pregunta.

TRUST ME© El amor rompe todas las barreras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora