Veo por la ventana mientras ellos se van desmontando del auto. Escucho el timbre y abro la puerta. Su padre está vestido muy casual, un t-shirt color blanco y pantalones de vestir y su madre un con una blusa y jeans. Son más jóvenes de lo que pensé.

—Buenas Noches Kimberly —dice Jason mientras me da un rápido beso en los labios. Me sonrojo al instante, es un poco incómodo cuando los padres te están observando.

—Adelante —les digo a todos y los invito a pasar. Nos sentamos en los muebles que están en la parte trasera, cerca del patio.

—Mamá, Papá. Esta es mi hermosa novia. Kimberly State. Kimberly, estos son mis hermosos padres. Jason y Jeannette Timberlake.

—Es un placer conocerlos Señores Timberlake —les sonrío a ambos y el papá de Jason toma mi mano para darme un beso en ella.

—No te preocupes por llamarnos señor y señora T. Simplemente llámanos Jason y Jeannette. Es un placer conocerte, jamás pensé que Jason caería a los pies de una chica. Pero llegaste tú para hacerlo sentar cabeza.

Siento la mirada de Jason detrás de mí hacia su madre. Como diciéndole "Tenías que mencionar eso mamá". En ese momento mi mamá sale de la cocina y se acerca hasta la sala dando las buenas noches. En menos de un nanosegundo cuando la mirada de la señora T. y mi mamá se encuentran, se miran extrañadas, como analizándose la una a la otra y al final mamá dice:

—¿Jeannette?

—¿Se conocen? —interviene Jason mientras sujeta mis hombros desde mi espalda.

—¿Katherine? Por Dios no has cambiado nada —se acerca Jeannette hasta donde está parada mi madre y le da un fuerte abrazo de reencuentro.

—¿Cuánto tiempo tenemos sin vernos? Quizás desde último año, ¿cierto? —dice mi madre—. Jeannette y yo éramos las mejores amigas en High School, desde que estábamos en 6to grado.

—Definitivamente este mundo sí que es pequeño —dice el padre de Jason, mientras se acerca a mi madre y le da un beso en la mano para saludarla.

—No puedo creer que seas la madre de Jason. Por Dios. Qué alegría me da volver a verte amiga. Hay tantas cosas que contar.

—¿Tienes quejas de este muchacho acá? —dice la mamá de Jason mirándolo sarcásticamente.

—Para nada. Al contrario, si ya no lo quieres aquí lo podemos adoptar —se ríen a carcajadas.

—Yo encantado de quedarme —hace un gesto de satisfacción que denota su deseo de quedarse. La idea me hace sonreír.

—¿Dónde firmo entonces? —todos nos soltamos la risa al mismo tiempo y nos sentamos a charlar, sobre todo, la universidad, la casa, Miami, mientras escuchamos algo de música.

—Jason me ha hablado mucho de ti mi vida. Estás en la escuela de Odontología. ¿En qué quieres especializarte? Soy ortodoncista —me dice Jeannette.

—Estoy entre Pediatría y Estética. Tengo que decidirme. Me gustan mucho ambas. Es posible que haga ambas.

—A mí me paso lo mismo. Pero al final me enamoré de mi área. Es genial ver la cara de satisfacción que tienen las personas cuando pueden morder correctamente y sonreír sin complejos.

—Por eso es que quiero Estética. Es genial que alguien vuelva a recuperar la confianza. Pero por otro lado me encantan los niños, aunque usualmente los chicos odian a los dentistas.

—Mamá pero yo no te odiaba —escucho una tristeza fingida en la voz de Jason al decir esta oración.

—Eso fue porque no te dejabas hacer nada. Me rendí. Pero aprendiste la lección cuando se te partieron varios dientes por comer tantos dulces y no hacerme caso. No fue hasta la adolescencia que empezaste a preocuparte.

TRUST ME© El amor rompe todas las barreras.Where stories live. Discover now