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El ambiente en la estrecha oficina de Gabriel era sumamente tenso. Todos estábamos nerviosos, ansiosos, e incluso... Asustados. Unos pocos nos habíamos quedado ocultos en la iglesia, mientras más de la mitad habían partido a dónde se resguardaba el grupo enfermizo de Terminus.
Soltándome del agradable agarre de Carl, quién no dejó de sostener mi mano cuándo el líder partió. Dando pasos cortos, y silenciosos, llegué a la puerta, dónde dejé reposar mi oreja. Creí haber oído el clásico rechinido de la puerta principal al ser abierta. Iba a golpearme mentalmente por mi paranoia, hasta que agudice el oído, oyendo que efectivamente alguien caminaba con cautela por la madera descompuesta del piso.
⏤Sabemos que están aquí, y ustedes saben que estamos aquí, ¿Porque no lo hacemos fácil, y salen de sus escondites?⏤ Gareth estaba aquí, y no estaba solo. Todos ellos estaban anhelando la venganza por haber destruido a lo que ellos llamaban 'hogar.' ⏤Incluso quiénes están aquí, Gabriel, Rosita, Eugene. El buen amigo de Martín, Tyreese, Livvy, Judith, Carl, y por último, pero no menos importante, el rayo de sol, Faith.⏤ Mis músculos se tensaron por completo al oír mi nombre salir de sus labios. Escupiendo asco, y rencor en cada letra; ⏤A ti te daremos una muerte más dolorosa por asesinar a mamá.
Sentía la mirada azulada de Carl sobre mi persona. Sabía que estaba tan asombrado como el resto por aquella confesión de las que yo misma no había tenido el valor de confesar. Pero en ese momento no era lo que me preocupaba; ⏤Vamos, podemos derribar ambas puertas. ¿En verdad es lo que quieren?
Cuando creí que callar y aguardar sería nuestra salvación, Judith soltó un llanto eufórico, que alteró a Livvy, ocasionando el sollozo de ambas menores. Haciendo eco en mi cabeza, Williams que aludir al trabajo de callar a ambas. Aún así, no fue rápido. Ellos ya nos habían encontrado.
⏤Debo decir qué... Fue divertido pero, el juego acabó para ustedes.⏤ Y finalizado, el pomo de la puerta empezó a ser forzado con frenesí, logrando el sudor helado caiga por mi frente. No aguantaría, el seguro cedería en cualquier momento.
Empuñe el mango de mi arma con firmeza, dispuesta a jalar el gatillo hacía cualquiera de los ajenos que se me cruce por la visión. Al menos, moriría luchando.
Pero en ese momento, el sordo silbido de una bala se escuchó, a la par que múltiples pasos firmes se adentraban a el lugar. Reconociendo al instante la voz gruesa de Rick, solté todo el oxígeno retenido en mis pulmones.
Tyreese se incorporó del suelo, al oír los llamativos gritos desgarradores que resonaban desde fuera. Y abriendo la puerta, que segundos atrás estuvo por caer, dejó a la vista de todos la aterradora imagen del grupo entero, acabando con la vida de Gareth y sus secuaces.
⏤Cierra.⏤ pedí en un murmuro, al no querer presenciar aquello, puesto que de algún modo, me recordaba a Carl, esa noche de los matones de la ruta.
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⏤¿Irás?⏤ La cuestion del castaño, me obligó a elevar los ojos, hacía donde el susodicho permanecía observándome, desde el marco de la puerta.
⏤No te abandonaré.⏤ Sonriendo, Carl indicó con la mirada hacia fuera, seguido de un; “ Alguien te está esperando. ”
Y haciendo caso, mis pies bajaron con rapidez las escaleras del porche, para así correr hasta los brazos del asiático. Siendo mi anatomía de menor tamaño resguardada en su calor corporal.
⏤Promete que volverás...⏤ Susurré, en su oído, tratando de guardar el cómo se sentía la calidez de tenerlo a mi alrededor.
⏤Te amo, pequeña.⏤ Aquellas palabras, lograron que las lágrimas no tarden en atacar mis ojos.
⏤Te amo, chino.⏤ Finalmente, me separé. No sin antes dejar un sonoro beso en su mejilla. Y junto su pareja, que había prometido el cuidarlo, ambos se subieron en el autobús para emprender camino hacía Washington.
Quise correr, correr y rogar porque no me abandonase, pero la idea se evaporó, al sentir una mano entrelazar con la mía.
⏤Quiero estar sola, Carl...⏤ Pedí, intentando ser amable, a la par que me safaba del agarre.
⏤¿Estás segura?⏤ Cuestionó, a lo que asentí con seguridad en lo que pedía. Él pareció entender, a pesar de no estar convencido, y sin más, se devolvió dentro de la iglesia en la que aún nos alojaba.
En cuánto ya nadie me vigilaba, me escabullí por los árboles, dejándome en los más profundo del bosque. Sostuve mi espalda en un tronco, para luego dejarme resbalar hasta tener mi trasero en la tierra.
Las horas pasaron, y no había parado de sollozar hasta que estuve vacía de líquido. Ese momento llegó durante la noche. Que bañó el lugar, empañando los árboles de oscuridad y niebla, fue cuando decidí volver a nuestro refugio temporal, dónde Michonne me encontró fuera.
El crujir de las ramas que mis zapatillas gastadas ocasionaban llamaron su atención, y preparada con su katana, me apresure a anunciar mi persona.
⏤¿Donde estabas? Nos preocupaste, en especial a Carl.⏤ Reprochó, con su semblante serio qué, de cierto modo, me recordaba a mi madre al encontrarme comiendo dulces durante la madrugada.
⏤Lo lamento.⏤, rasque mi nuca con nervios. ⏤Necesitaba tiempo a solas.
Antes de que otra de nosotras pueda articular palabra, el ruido de las hojas secas, acompañado del movimiento que hacían los arbustos nos hizo prepararnos con nuestras armas, esperando a por aquel que fuera el causante de tales sonidos.
⏤Daryl...⏤ susurré, con una leve sonrisa, al ver al cazador aparecer en la escena.
⏤¿Donde está Carol?⏤ Se animó a preguntar la morena, al ver la ausencia de la mujer canosa. Y sin responder, simplemente girando la vista hacía los árboles, el arquero habló;
