Cuando por fin logre despertar eran las tres de la tarde. No recuerdo mucho de lo que hice ayer y la cabeza me duele como si me acabara de pasar un camión por encima. Estiré mi brazo hacia la mesita de noche y agarré el celular con los dedos torpes. Tenía dos llamas perdidas de mi madre y cuatro de Mangel. Ya estaba resignado a la idea de no tener ninguna de ella.
Entonces mis ojos vuelan hacia mi costado, y ahí estaba ella. Recostada con su cabello esparcido en la almohada, durmiendo tan dulcemente que parecía que el mundo se detuvo solo para observarla dormir. Su delicado rostro descansaba sobre su pequeña mano y su respiración era suave. Levanté mi mano y con mucho cuidado la llevé a su espalda que estaba completamente al descubierto. Su piel era tan suave y tan cálida que me pareció estar en las nubes de nuevo. Cerré los ojos y comencé a imaginarme nuestros momentos más preciados juntos. Su cabello ondear al viento mientras observaba el mar, sus mejillas sonrojadas mientras reía ese día de verano cuando observamos delfines, sus ojos brillantes cuando le pedí que fuera mi novia, la forma de estremecerse cuando mis manos tocaban su cintura, esa forma tan suya de morderse el labio inferior.... O de pasar sus manos por el regazo cuando estaba nerviosa....
Abrí los ojos de nuevo y no era ella la que estaba a mi lado, era una chica de cabello rojizo que conocí anoche en una fiesta.
Y es así cuando al día siguiente, cuando ella ya no está, te ves queriendo huir, pero sin saber de qué. Y entonces lo entiendes: ningún viaje fugaz entre unas piernas te dará eso que buscas.
Sí, es entonces cuando realmente lo entiendes. El amor consiste en una cara donde quedarse a vivir.
-Hey.. - murmuré ronco y con el aliento a los mil demonios - despierta
-¿Eh..? - balbuceó la chica media dormida
-Despierta - le dije moviéndola
-¿Qué pasa..?, es muy temprano
-Vete. - dije molesto
-¿Qué..?, dame cinco minutos.... -balbuceó volviendo a dormirse
-No, levántate ya. - dije sentándome para tomar mi playera del piso - vístete.
La chica cuyo nombre no recuerdo no me hizo caso y siguió dormida.
-¡Despierta, joder! - grité molesto y por fin la chica hizo caso. No dijo nada y se vistió rápidamente.
-Que humor... - susurró para ella pero la oí. - ¿en verdad quieres que me vaya...? - murmuró acercándose a mí desde el otro lado de la cama
-¡Que te pires! - grité furioso y desapareció maldiciéndome por toda la casa.
Solté un largo suspiro y me fui a dar una ducha. Mi casa estaba hecha un asco y era consciente de ello. Ya le pagaré a alguien que me limpie toda esta mierda algún día.
Luego fui a la cocina y comí los restos de una pizza que pedí hace unos dos días atrás y aún estaban sobre la mesa y me tiré al sofá pensando que vídeo grabar para hoy. No tenía ánimos, pero nunca estaba de ánimos, así que sí o sí subiría algo.
Encendí el televisor, que parecía que hace mucho tiempo no lo encendía, con la intención de despejar mi mente un rato para ver si se me ocurría algo. Pero no tuve que haberlo hecho. Inmediatamente comenzó a rodar el vídeo que habíamos hecho con Mangel para el cumpleaños de Tiff.
Recordé que lo habíamos dejado programado y me senté en el sofá. Lo detuve antes que comenzara y me llevé las manos a la cabeza dudando en verlo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
