Estoy bien

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Tiffania:

Mientras me iba del dormitorio al sofá con el móvil compuesto, Tess me dijo con una hermosa y amplia sonrisa:

-Estas de bajón. Y como tu amiga y mentora, es mi responsabilidad sacarte de ahí.

-¿Mentora?, ¿En Serio? - Me reí y ella puso en blanco sus ojos sombreados.

-Bien, tal vez no muy buena mentora

-Ahá.. Y no estoy de bajón - Mentí.

-Como digas.. -llevó la vista a su móvil que comenzó a vibrar - Bien.. Debo salir un momento, a comprar.. Eh.. Una cosa, ya vuelvo - Habló rápidamente tomando su bolso.

-Bien.. ¡¿Me traes helado?!

-Está bien, está bien!, ya vuelvo - Dijo seguido de un portazo.

Que rara es esta chica a veces. Me hice una coleta alta y me recosté en el sofá. Tomé el control del televisor y comencé a cambiar los canales buscando algo con que distraerme. Dejé puesta una película, la típica película de drama donde la tía muere y el chico cae en depresión, o al revés. A la mierda.

Apagué el televisor y me levanté rumbo a la cocina a por un poco de jugo. Estaba abriendo la nevera cuando el timbre sonó. Otra vez se le olvidaron las llaves a Tess..

El timbre no dejó de insistir repetidas veces

- ¡Ya voy! - Grité dejando el jugo sobre la mesa.

-Que ya voy! - Grité nuevamente a la puerta. El timbre continuó sonando una y otra vez, sin pausa. - Maldita sea Tess! Te he dicho muchas veces.. - Me callé. No era Tessa.

Unos ojos verdosos oscuros tristes me observaban fijamente desde el umbral de la puerta. Era Rubén. Traía un polerón negro con letras blancas y el pelo despeinado, su rostro era serio y apagado, y no estaba con esa típica sonrisa suya que me iluminaba todo el lugar.

-Hola.. - Saludó con voz ronca. Un ardor terrible en el pecho me hizo palidecer, nunca imagine que estaría golpeando mi puerta otra vez.. Después de lo que me dijo..

Abrí la boca para decir algo, pero las palabras no me salían, además, él mismo me había dicho que no le hablara nunca más.

-Entiendo que no quieras dirigirme la palabra.. Sólo quiero que me escuches - Soltó un suspiro.

-Es mejor que te vayas.. - Dije cerrando la puerta, me dolía verlo.

-¡No!.. Espera, por favor.. - Suplicó con ojos tristes.

Me apoyé en el marco de la puerta pensando un momento, no sé si sea buena idea hablar con él, después de todo él no quería volver a verme, ¿no? Le Hice un seña para que pasara, no quería que los vecinos se enteraran de mi vida privada. Él entró con las manos en los bolsillos y la cabeza baja, inquieto, parecía un perrito que hizo algo malo y espera ser castigado.

-Tess no está.. - Dije casi en un susurro.

-Lo sé. - ¿Qué?, ah... Por eso el repentino viaje al supermercado -¿Cómo estás?.. - Mal, ¿no se nota?. Qué pregunta tan idiota.

-Estoy bien.. - Dije escondiendo una lágrima - .. Qué quieres.. - Desvié mi vista al suelo, no quería mirarle a los ojos, me dolía su sola presencia en esta casa.

-En este momento.. Soy un desastre.. Por dentro y por fuera...... Tiffa lo siento, lo siento muchísimo..

-¿Qué sientes?, ¿humillarme sin razón? - Pregunté aguantando las lágrimas y levantando la mirada.

-¡Sí!, ¡No!, hubo una razón.. Te oí hablar con Laura - Se pasó las manos por la cara - Malinterpreté las cosas, eso es todo..

-¿Eso es todo?, al menos podrías explicarme bien las cosas porque yo no tengo ni puta idea que sucede aquí, Rubén.

-Oí decir a Laura que ibas a por un tipo por dinero.. Y su fama....

-¡¿Qué?!, ¡¿Yo?! - Solté alarmada. Como se puede creer que soy tan superficial.

-Sí.. y lo aceptaste.. ¡Bueno, no!, eso es lo que creí escuchar, ¡me equivoqué, entiendes!

-No puedo creer que no confiaras en mí.. Pensé que en verdad me querías.. - Mi vista se comenzó a nublar, ya estaba cansada de llorar..

-¡y te quiero!, ¡No sabes cuánto! - Se apresuró a decir.

-No, no lo sé!.. Si fuera así nunca habrías dudado de mí.. Ni siquiera se te hubiera pasado por la mente semejante idiotez.. - Grité furiosa.

-¡Perdón!. ¡Solo tengo miedo..!

-.. ¿Quién te hirió tanto como para tener tanto miedo?.. - pregunté nerviosa, las manos me comenzaban a temblar y la voz se me quebró.

-Es solo que.. Al final todos se van; siempre se van.. -Su voz se quebró y desvió la mirada hacia el ventanal del salón. Me dolía verlo así. ¿Cómo se puede estar tan roto?. Quisiera arreglarlo, reparar cada trozo de él - Quiero ser feliz, como era antes.. Te necesito. No te culpo si piensas que no valgo la pena, creo eso de mí también..

- .... - Guardé silencio, jamás podría pensar algo así de él. Cada palabra que salía de su boca me rompía más el corazón.. o lo que quedaba de él. Me sentía mal y es irónico porque la que debería sentirse lastimada aquí soy yo, ¿Cómo es que un chico como él pudo sufrir tanto en el amor?

-Por favor... Eres... Lo único real en mi vida - Suplicó encontrando su mirada con la mía. Una lágrima cayó de su mejilla derecha, siendo alcanzada por su pulgar rápidamente. Ya no lo soportaba más. Lo necesitaba, no podía pasar un minuto más sin él y sin besar sus labios. Era difícil no perdonarlo al verlo así.

Sin esperar más lo abracé, intentando que todos los pedazos rotos de él se unieran nuevamente. El sentir el latir de su corazón me tranquilizaba, me hacía sentir cierta serenidad en mi interior, lo perdonaba.

-No sabes cuantas veces te abracé en mi mente.. - Susurró con sus brazos rodeándome. Mi hombro se comenzó a humedecer, igual que su pecho. Los dos sabíamos la falta que nos hacíamos; ese es el problema de apegarse a alguien, porque cuando se va, te sientes perdido.

Hay cosas que duelen por dentro y nadie las puede notar, pero yo, ya me sabía todos los puntos clave de este chico.

-No sabes todo lo que te necesitaba..- Dije en un suspiro con mi mejilla contra su pecho.

-Desde la primera vez que hablamos.. Supe que te quería a mi lado, para siempre - se separó de mí para tomar mi mentón y juntar nuestras miradas - Te amo - Dijo con los ojos brillosos.

-Yo también te amo, Rubén.. - Llevé mi mano derecha a su mejilla húmeda aún, haciéndolo sonreír. Le di las gracias mentalmente, no tiene idea de lo que vale para mí una sonrisa suya.

Con su mano izquierda me rodeó de la cintura y me atrajo más hacia él. Sentí su aliento acariciándome los labios, y me besó. Lo besaría la misma cantidad de veces que he respirado. Sentí que volaba. Sus labios eran tan suaves como lo recordaba, no podía creer que en tan poco tiempo haya necesitado tan desesperadamente esto. Es como un vicio.

Por favor Bésame sin intención de detenerte, reí mentalmente; y como si me hubiera leído la mente, sonrió en medio del beso. Me volvía loca cuando hacía eso. Es una linda costumbre que no quiero que pierda.

Sonreír en medio de un beso y besar en medio de una sonrisa..

Estás Vacío (elrubiusOMG) TerminadaWhere stories live. Discover now