Estás Vacío (elrubiusOMG) Terminada

Respirar Duele

Rubén:

La observé un momento y solté una risotada esperando que ella hiciera lo mismo, pero no lo hizo.

-¿De qué hablas? - frené el coche - Estás de coña - reí

Ella desvió la mirada hacia sus manos y comenzó a apretarse los dedos nerviosa.

-Se supone que no debía terminar así. No de esta manera... - volvió a mirarme

Estaba jodidamente confundido y sentía toneladas de peso caer sobre mi pecho. Sus ojos estaban húmedos y su voz se había quebrado.

-Gracias por compartir un pedacito de tu vida conmigo, por hacerme reír, por esas platicas nocturnas, por esas locuras que hicimos.... gracias por cruzarte en mi camino - murmuró muy bajo para que no la oyera, pero la oí.

De pronto abrió la puerta del coche y sacó su mochila que había dejado en el asiento trasero esta mañana. No supe que pensar, ¿se trataba de una mala broma?

Me quedé como imbécil tratando de procesar lo que ocurría en mi cabeza sin pestañear mientras observaba una lucecita parpadear frente a mí, y luego de unos segundos bajé del coche dando largos pasos hacia Tiff que caminaba hacia los vagones.

-¡Tiff! - grité - espera..

Ella se giró hacia mí que corría desesperado y pude observar sus mejillas mojadas. Estaba llorando y tenía los ojos inyectados en sangre.

-Esto... ¿esto es una broma, no es así? - intenté sonreír

Negó con la cabeza y miró al piso.

-De que va todo esto...

-Me voy Rubén... me voy de Madrid - dijo tragando saliva mientras se limpiaba una lagrima con su mano derecha

-¿irte?, ¿Dónde vas?, ¿Cuánto tiempo?

-No lo sé... quizá si me voy bastante tiempo, voy a olvidar la razón por la que me fui

-¿Qué dices?, eso no tiene sentido... ¿Por qué te vas..?

-No puedo decírtelo

-¡Sí que puedes!, ¡no puedes irte así como así! - alcé la voz y un par de personas se giraron a mirarme, pero no me pudo haber importado menos.

El abandono duele más cuando quien se va no te explica porque lo hace, dijo mi inconsciente como si en vez de prepararme mentalmente para lo que seguía, solo echaba más leña al fuego recordándome cuantas personas habían salido de mi vida en un abrir y cerrar de ojos. 

Ella apretó los labios y dejó que muchas lágrimas cayeran por su mejilla.

-Llega un momento en el que la gente se cansa, ¿sabes...? - fingió una sonrisa

-No digas eso - parpadeé

-Se acabó Rubén, vete a casa..

No comprendía nada. Se iba sin ninguna razón...

-Me hiciste creer que me querías... que jamás estaría solo de nuevo y que íbamos a luchar para que esto funcionara... pero solamente eran palabras vacías para matar momentos de soledad, ¿no es así? - dije tragando saliva, sentía que la voz se me quebraría en cualquier momento y no quería eso.

-Lamento decepcionarte - dijo entre sollozos - no espero que me comprendas...

-¡Y es lo que más duele!, ¡Que no te comprendo!... yo no hice más que entregarte lo mejor de mí...

-Lo siento mucho... pero he llegado a mi límite

-¿hice algo mal?, puedo cambiarlo.. - dije desesperado - ¡Sé que es difícil estar conmigo, pero por favor no te vayas...

Un timbre demasiado fuerte sonó en todo el lugar indicando la partida de uno de los trenes. Comencé a sudar frío y me sentí mareado. Tiff echó a andar con su mochila en un hombro y con el otro brazo limpiándose las lágrimas. La estaba perdiendo y me sentía como un loco.

Se detuvo frente al vagón y me observó. Mucha gente subía por las distintas puertas de los vagones, y otras bajaban con grandes maletas a la estación.

-No te vayas...por favor quédate - suplique sintiendo como una lagrima corría por mi mejilla - dijiste que me querías... ¿esta es tu manera de amar?

Llevó su pequeña mano hacia mi mejilla y la apreté con mis manos.

-Siempre serás mi recuerdo favorito - sonrió - aquello que tuve un ratito de mi vida y que adoré cada minuto, aquello que me quitaba el sueño por las noches y me dejaba una sonrisa inigualable, aquello.... - hizo una pausa - que no volveré a tener...

Acercó su cara hacia mí y me besó en la mejilla. No hay beso más triste que aquel que sabes que será el último.

-Tal vez algún día podamos coincidir... - murmuró alejándose para subir al vagón, y reí mirando el piso porque era demasiado doloroso como para llorar.

Me quede de pie mirando un punto en blanco con mucha rabia e impotencia en mi interior. Me temblaban las manos y sentía mis piernas tambalear. No me puede estar haciendo esto, no ella..

¿Por qué mierda dijiste ''lo siento, se acabó'', con la misma cara que dijiste ''te amo, no te dejaré''?

Quiero darte razones suficientes para que te quedes. El problema es que no soy suficiente.

Salí de mi trance al momento en el que el tren comenzó a andar. Corrí desesperado entre los vagones buscando una melena rubia y la encontré sentada en una ventana que daba hacia mi lado. El tren comenzó a andar más rápido y tuve que correr con mucha más fuerza.

-¡Tiffa! - grité -¡Tiffanía!

La veía llorar desde aquí, me observó un momento y abrió la boca para murmurar algo que no entendí. Luego la cerró y apartó la mirada. Y allí, donde termina su mirada, comienza el frío.

Corrí detrás del tren hasta que lo perdí de vista. Todo se había acabado, se había ido. Es casi ley, los amores eternos son los más breves.

Cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece estar a la perfección, cuando crees haber dado todas las respuestas o, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes que responder. Te pilla por sorpresa. Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece, que es ese mágico momento en que dos personas deciden a la vez vivir, saborear a fondo las cosas, soñando, cantando en el alma, sintiéndose ligeras y únicas. Sin posibilidad de razonar demasiado. Hasta que ambas lo deseen. Hasta que uno de los dos se marche. Y no habrá manera, hechos o palabras que puedan hacer entrar en razón al otro. Porque el amor no responde a razones.

Cuando mi mente al fin asimiló que te fuiste y no regresarías, fue ahí; donde respirar dolía.