Maldita Perra.

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Tiffania:

Me desperté con la espalda pegada al pecho de Rubén, con la cabeza apoyada en uno de sus largos brazos y el otro rodeándome la cintura. Completamente desnuda.

Como pude me liberé de su agarre y me vestí. Rubén siempre dormía como un tronco y seguramente por mucho ruido que hiciera no se despertaría. Tenía el cabello alborotado y desprendía calidez de su cuerpo.

Sentada en la orilla de la cama mientras me ponía las medias me giré y le miré. Se veía tan tranquilo, tan sereno y pacifico que me paso por la cabeza la idea de quedarme con él y no ir a la universidad. Pero no tenía otro remedio, no puedo faltar en mi segundo día, vaya forma de comenzar, ¿no?

Me acerqué a su boca y le di un beso suave, caminé al salón y me puse las zapatillas que traía ayer, tomé mi bolso y salí. En el ascensor revisé la hora en el móvil y me di cuenta que iba temprano.

Le envié un mensaje a Tess que iría temprano y que nos encontráramos allá, pero sé que no lo verá hasta dentro de media hora más. Es una vaga.

Ya cuando voy camino a la UCE no puedo evitar ir saltando en los charcos envuelta en mi abrigo demasiado grande, el bolso de cuero en mi espalda, un sombrero metido hasta las orejas y los zapatos empapados. Ha llovido durante varios días, pero estos días son mis favoritos. Prefiero mil veces el frío al calor.

-¡Tiffaaaaaaa! - gritó Sergio atrás mío para cuando ya iba llegando a la entrada del campus

-¡Sergio! - saludé girando mis talones - ¿Cómo estás?

-Bien gracias, ¿y tu?, ¿dormiste bien? - preguntó

-Sí - reí recordando los labios de Rubén - ¿Por qué preguntas?

-Tienes un extraño brillo hoy - sonrió

-Creo que desperté con el pie derecho - reí. La verdad es que sí me sentía muy bien hoy, estaba contenta.

-¿Ya desayunaste?

-No, ¿vamos por un café? - pregunté echando a andar con Sergio a mi lado

-Me leíste la mente - respondió

Cuando llegamos a la cafetería me sorprendí al ver la poca cantidad de personas en el lugar. Ya no estaba esa fila interminable de gente de ayer y era un alivio. Pedí un café normal y Sergio uno cortado, buscamos una mesa lejos de la puerta y nos sentamos a charlar en lo que esperábamos para ir a clases.

-¿Por qué has llegado tan temprano hoy? - le pregunté

-No tenía nada que hacer en casa y mi vecino me ha despertado desde temprano martillando una pared. Pero me gusta llegar treinta minutos antes siempre, es una maldita costumbre mía jajajaja

-Yo que tu iba y le tiraba el martillo por la cabeza

-Créeme que lo pensé - carcajeó - Y cuéntame, ¿Cómo están tus padres?

-Bien - mentí. - dentro de lo que cabe, ¿y los tuyos?

-No lo sé

-¿Cómo no lo sabes?

-No los veo hace unos dos años, creo..

-¿Dos años?, eso es demasiado tiempo..

-Lo es, pero no te preocupes. No es que me hagan falta. - dijo seguro, pero en sus ojos se veía que mentía

No quise ahondar más en el tema, así que le comencé a hablar de música, que para suerte de ambos compartíamos el mismo gusto.

-Mi prima ha quedado flipando con Rubius luego que se fueron, ¿la recuerdas?

Estás Vacío (elrubiusOMG) TerminadaWhere stories live. Discover now