"Día 37"

696 41 6
                                    

"Querida yo:

No salió como esperabas, pero tranquila, vas a estar bien.

Siempre estas bien."

11:00 A.M., 12 de abril del 2015.

-Princesa, despierta-sentí como me llamaba Ashton, pero solo atiné a acurrucarme más en mi bolsa de dormir-. Vamos Megan, te tengo una sorpresa que te va a encantar.

Hubo un momento en el que ninguno dijo una palabra o hizo un sonido, y luego, Ash volvió a hablar.

-No me obligues a hacerte cosquillas.

-¡Ya desperté!¡Desperté!-exclamé sentándome rápidamente.

-Mejor para ti-sonrió-. Cámbiate que te espero afuera.

Aún divertido, salió de la tienda para dejarme a solas.

Cambié mi pijama por una ropa más cómoda, luego iría a arreglar mi cabello y cepillar mis dientes, pero primero debía ver la sorpresa que había preparado mi amigo.

Cuando logré salir de la tienda, sentí como algo se colgó de mi pierna, y solo logré bajar la vista antes de pegar un gran grito de emoción.

-¡Oh por dios, Ashton!, ¿dónde lo conseguiste?

Mis manos se envolvieron en el pequeño perrito que estaba aferrado a mi pierna y lo levanté para que quedara a la altura de mis ojos.

Era malditamente hermoso, de color marrón como el chocolate, con un pelo realmente suave y unos hermosos ojos negros. A simple vista no se veía, pero después de unos momentos, pude notar que tenía una pequeña mancha negra cerca de uno de ellos.

-Verás...-empezó a hablar mi amigo, quien estaba sentado junto a los restos que quedaban de la fogata de ayer-...me desperté bastante temprano, así que, para no molestarte, fui a dar un paseo y me quedé hablando con el cuidador del parque, quien, por cierto, es bastante agradable, y como si fuera obra del destino, además de tener muy buenos temas de conversación, tenía a este hermoso cachorrito en sus manos-una sonrisa inundó sus labios antes de continuar-. Le pregunté de dónde lo había sacado y dijo que lo tenía hace tres días, pero no pudo contactar o descubrir quienes eran sus dueños, así que una cosa llevó a la otra y bueno...lo traje para ti.

-Así que...¿es mío?

La sonrisa que tenía mientras jugaba con aquel cachorro era probablemente la más grande que había puesto en meses.

-Todo tuyo, princesa-asintió igual de contento.

-Oye, pero... ¿cómo haremos para cuidarlo en lo que nos quedamos aquí?, necesita comida, y ¿cómo haré para llevarlo con mi padre?, ni siquiera sé si puedo tener uno y...-Ashton me miraba divertido-...Y ¿estoy hablando mucho cierto?

-Descuida, el señor amablemente nos dio las cosas que estaba usando para cuidarlo y tenemos comida suficiente hasta mañana. Siendo honesto, lo de tu padre no lo pensé-dijo sobándose la parte trasera de su cabeza, cosa que hacía cuando estaba pensando-, aunque eso lo arreglaremos mañana cuando logres cargar tu celular otra vez, pero no creo que sea un problema. La verdad, lo único urgente que necesitamos resolver es cómo se llamará.

Asentí y levanté al pequeño perrito en mis manos para observarlo atentamente.

-Mmhh...no sé, le veo cara de Toto, ¿tú qué dices?

Ambos mirábamos a mi nuevo perrito como si fuera capaz de ayudarnos a decidir.

-Si, es un buen nombre-asintió Ash con total seguridad.

Un año (L.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora