Un año (L.H)

"Día 14"

"Tengo miedo de creer que todo está bien porque, cada vez que lo hago, todo se arruina y vuelvo a estar triste como siempre."

10:30 A.M., 18 de marzo del 2015.

-Princesa, arriba.

Sentí como alguien tocaba levemente mi hombro tratando de que me despertara. No quería, era sábado, así que podía dormir hasta tarde, por ende, tomé mis sábanas cubriendo mi cabeza en señal de que no iba a levantarme. Ash rió levemente a mi lado.

-Princesa despiértate, tengo algo para ti-suspiré frustrada y asomé mi cabeza por el borde de la sabana.

Mi amigo estaba a un costado de la cama con una bandeja de desayuno llena de galletas y dos cafés, además de un frasco de Nutella y pequeñas tostadas.

Por un momento, la imagen de Luke con la misma bandeja se cruzó por mi mente, pero la descarté y me senté los más rápido que pude, con una sonrisa ya apareciendo en mi cara y Ash colocó la bandeja sobre mi cama, así él podía sentarse del otro lado quedando frente a mí.

Tomé una de las galletas y empecé a comer. Estaban deliciosas.

-¿De dónde sacaste todo esto?-pregunté tomando mi taza de café para darle un sorbo.

-Bueno, me desperté y fui al refrigerador, pero no había nada allí, así que fui a un supermercado y compré para hacer el desayuno, además de comida para que comas como por una semana o dos- explicó mientras tomaba una de las tostadas y empezaba a untarla con el chocolate.

Parecía realmente tranquilo mientras relataba artículo por artículo lo que había traído, pero yo había quedado congelada, con la taza a mitad camino entre la bandeja y mis labios.

Cuando estaba explicando que no sabía qué tipo de cereal me gustaba, me levanté de mi cama y corrí a la cocina.

A simple vista, se podía ver que había cinco bolsas sobre la mesada y, luego de apoyar mi taza allí, me fijé el refrigerador y estaba lleno.

No podía creerlo.

Sentí a Ashton pararse en la puerta de la cocina, y giré para observarlo con sus mejillas sonrojadas y una sonrisa nerviosa.

-Megan, no te enfades- habló rápidamente antes de que pudiera decir cualquier cosa-. Solo noté que no tenías nada para comer y sabes que el dinero no es problema para mi así...-interrumpí su explicación.

-Ashton Irwin, estás completamente loco por hacer esto por mí, pero gracias, en serio, gracias.

Sin darle tiempo a reaccionar, me arrojé sobre él en un fuerte abrazo, el cual, me correspondió luego de unos segundos de sorpresa por mi reacción.

-Descuida princesa, no es nada-sonreí separándome lentamente de sus brazos.

-Mejor vamos a terminar ese desayuno.

11:00 A.M.

-¿Quieres hablar de lo que pasó ayer?-preguntó mi amigo.

Estábamos los dos acostados uno al lado del otro en mi cama, luego de haber bajado las cosas del desayuno al piso para que no estorbaran, así podíamos acostarnos libremente.

-Ayer fue ese momento en mi vida en que todo sale mal y....no sé, solo necesitaba a alguien que estuviera conmigo- suspiré y giré mi rostro para mirarlo. Él seguía con su vista puesta sobre el techo-. No tengo a nadie Ash, eres lo único que me queda aquí. Ya ni siquiera puedo hablar con las chicas porque ellas llevan años intentando que mejore mi vida, pero hay cosas sobre mi situación que simplemente no pueden comprender.