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Se encontraban dentro de la casa, y Justin la invito a tomar un poco de agua, ya que estaba aun ebria, pero ella misma sabía que tenía aunque sea un poco de sobriedad.

—Es muy lindo tu hogar.—se rasco un poco los ojos, ya que aun no podía ver gracias a que seguía ebria.—Nunca había visto una casa tan elegante.

—Gracias. Sientate aquí.—señalo hacia el sofá blanco que había en la sala de estar.—Ahora, cuentame por que haces todo esto.

Justin, no soy yo. Es todo el dolor que siento por dentro, se que esto esta mal, pero... Lo hago por todo lo de mi hermana, estoy ebria, lo se, pero no es algo que yo quisiera, es que ella aun vive en mis recuerdos, y en mi. Y yo pude haberla salvado, pero fui una estúpida.—Los ojos de un momento a otro se le nublaron por las lágrimas que iban a salir.

—No es tú culpa, ven aquí.—se levanto y la tomo de la mano, y la abrazo fuertemente, ella sabia que se sentía muy bien, se sentía protegida. Sabía que ese gran policía que estaba apunto de matarla por una misión, sabia que tenia un gran corazón.

—No puedo con esto, Justin.— abrazándolo fuertemente.

—Puedes con esto y más preciosa. Veme.—le alzo el mentón para que pudiera mirarlo mejor.—Todo pasa por algo. El destino lo quiso así, hay que aceptarlo, esta en un mejor lugar, es solo una pequeña que no sabe que paso y jamás te echaría la culpa, de algo que tu no hiciste, ¿okay?

—Gracias...—Kendall lo miro muy fijamente, y de un momento a otro hubo otro beso, pero no un beso de ebria loca, era un beso real y mágico, que solo ellos dos podían sentirlo muy bien.

—Kendall, estas ebria...—dijo el rubio entre su labios.

—No para tanto, sigue Bieber, yo deseo esto más que tu.—siguió el beso.

Un beso más real que el de el titacnic, era un beso realmente mágico.

Justin le agarro de los muslos de las piernas y se dirigieron hacía el sofá que tenia mas espacio para que los dos pudieran estar uno encima del otro. Kendall paro y comenzó a besarle el cuello a Justin, en un momento a otro Justin soltó un "oh..." estaba tan excitado con esos besos que kendall le daba.

—Kendall, por favor... Estas ebria. No lo escondas.—paro a Kendall de su gran beso.

—Justin, besame por favor.— suplico.

Siguieron en su gran beso lujurioso, que solo ellos sabían como dárselos, era un beso que solo sabían ellos como se sentía, sentía todo en si mismo, en su barriga y hasta en su pene, pero le encantaba la sensación que le daba al sentir a Kendall tan excitada por el.

—¿No eres virgen, verdad?— pregunto sobre saltado Justin.

—Si lo soy.

—Y, ¿como eres tan experta en esto?—dijo susurrando.

—Por que sí, solo callate.— Kendall se subió encima de Justin y eso hizo que Justin se excitara aún mas y sintiera su pene un poco duro.

—Ya Kendall... Para.

Kendall se sumergió en el vientre de Justin y comenzó a darle unos besos que lo hacían sentir bien, esos besos que le encantaban a Justin que solo las mil prostitutas que se había acostado, sabían como darlo. Sintió una lujuria al sentir ese beso de ella, su piel se le erizo y sintió que su pene se ponía aun más duro.

—Ya por favor. Terminare cogiendote Kendall.—dijo exaltado.

—Bueno, como tú quieras.—Y se acostó al lado de Justin.—Es por que no soy profesional en esto, ¿verdad?

—Parecieras una actriz porno, Jenner. Pensé que no lo eras.—se rieron los dos al escuchar actriz porno.

—Se que eres policía...—dijo Kendall, saliendo de su boca sin pensar lo que había dicho.—se también que me estas buscando solo para matarme y llevarme con tu cuartel de policías anónimos.

Al chico se le paralizó al escuchar policía.

—¿Quién te dijo?—Justin se puso nervioso, por que sabía muy bien lo que estaba pasando. Habían descubierto su identidad.

—Soy peor pesallida.Justin se tenso al escuchar eso.—No mentira, soy narcotraficante Justin, se lo que quieres de mi, y se que quieres matarme o llevarme contigo a tu cuartel.

—Para, Kendall. No quiero eso.

—Sabes que sí tonto, pero si tu haces eso, juro que toda tu familia puede aparecer muerta en unas bolsitas. ¿entiendes?

—¿Me estas amenazando?— preguntó.

—No, te estoy advirtiendo.— sonrió a Justin.—así que dile a tus agentesitos, que se cuiden y me dejen en paz, que no saben en que infierno se están metiendo Justin. Se que eres el bueno de la historia, pero... Yo no.

the police. »j.b  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora