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El día paso muy lento para ella, estaba tan molesta por lo que había sucedido en su cuartel. Que decidió tomar su camino e irse a su casa. Ella jamás pensó lo mucho que le había molestado por que la habían estafado.

—Maldita vida.—se molesto consigo misma.—Nunca pensé que esta mierda sería tan difícil.

Ella nunca se dio cuenta de lo mucho que le molestaba que la estafaran, ya que ella era la mejor estafadora de los narcotraficantes de Canadá.

Todo en su vida paso muy lento, cada día... Cada mañana, y Justin no le había querido escribir por nada en el mundo. A pesar de que era un maldito policía, ella sabía que ese chico la había cautivado con sus ojos mieles, y con su mirada penetrante, y esa sonrisa blanca que la hacía sentir bien.

¿Pero qué demonios decía? Ese chico no podía estar con ella, eran totalmente distintos.

(DPA - Canadá )

—¿Qué carajos? No abandonarás la misión, Bieber.—El sabía muy bien que no podía seguir con esa chica, por mucho que el quisiera, no puede.

—Sí, renunciare a la misión. No soporto estar con una chica que no hace nada interesante en su vida.—el mismo sabía que ese no era el maldito problema.

—¡Chicos! Vengan acá.—gritó uno de los asistentes. Señalo a la computadora, y las grabadoras que habían escondidas en el cuartel de Kendall.—escuchen esto.—Instantáneamente se escuchó a Kendall amenazando de muerte a un chico que parecía inocente.

¿Qué carajos? Pensé que era buena.

—¿Y ahora? ¿No terminaras la misión?—el sabia que por lo mucho que quisiera, no podía.

—Seguiré sin terminarla. Quieras o no. La dejare en espera.—se dirigió Justin a la salida, antes de decir esas palabras.

En el camino los únicos pensamientos que tenía era la misión y Kendall, que tenia su mente revuelta y no había nadie que la quitara de su mente. Estaba esa chica de cabello oscuro, y sonrisa de ángel. El sabía que tenia que ser duro consigo mismo, no le podía gustar jamás una narcotraficante, ni mucho menos una asesina como ella.

( Casa de Kendall - Canadá )

Se acordó de lo mucho que necesitaba una familia, de lo mucho que quería que alguien estuviera a su lado apoyándola. Si no hubiera sido por el abandono de sus padres, hasta ella misma estuviera trabajando por si misma, y no por un canal de trafico de drogas. Pero, ella siempre se dijo a mi misma "Todo un día acabará y después de la tormenta, sale el arco iris" Y ella si que esperaba que ese tan apreciado arco iris saliera, pero no sabía si quisiera que fuera en estos momentos.

Ella se puso a revisar un poquito en la Mac, para ver si encontraba algo de sus padres. Ella necesitaba saber quienes eran los que habían ido a ayudar a las personas que habían sufrido del gran terremoto. Pero ni ella misma sabía quienes eran, así que decidió investigar un poco más acerca de sus padres.

Al entrar una página, el timbre sonó. Fue corriendo hacia la puerta y quedo loca con quien había frente a sus ojos era el mismísimo Justin Bieber en persona.

—¿Puedo pasar?—preguntó el rubio.—¿Qué hacia el aquí?

—Si, con gusto.—le abrió la puerta para que pudiera pasar.

—Gracias Kendall.alzo un poco la voz al decir el nombre de ella.

—Ven, pasa por aquí. Estaba en mi oficina.—subiendo las escaleras, Justin noto que era un lugar muy bonito y moderno donde habían muchas fotos de pequeños niños en las paredes de las escaleras.—¿Qué haces por aquí?

—Vine a saludar, ya que no nos habíamos visto en mucho tiempo.—respondió con mucha seguridad en sí mismo.

—Ah, bueno. Este es mi humilde hogar.—pasaron a un lugar que era muy moderno, y que tenía unas paredes muy bonitas que daban como frío.

La chica se sentó en su silla de la oficina. Y decidió investigar un poco más.

—¿Qué estas haciendo?—preguntó Bieber, rompiendo el hielo.

—Nada, leo un poco acerca de mi familia, o si alguna vez la tuve.—se veía muy concentrada en la computadora.

—Ven, Kendall.—Llamó Bieber a la chica.

—¿Qué sucede?—preguntó parándose de la mesa Kendall.

Al pararse Justin la agarro por la cadera, y la acerco a ella. Lo cual a Kendall la había sonrojado por sentir el tacto de su piel con el de ella.

Mierda.

¿Puedo besarte?—la chica muy nerviosa estaba ante los ojos del rubio. Estaba tan cerca, lo detallaba lo atractivo que eran sus facciones, y su sonrisa. -
N-no.

La acercó a el y la besó, un beso que podía sentir su piel erizarse y los dos al mismo tiempo calentarse un poco más... Un beso de esos que la hacían sentir segura.

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Bueno, bueno! Ya el Justin beso a Kendall💕🙋 por fin se respira el amor en el aire. Se aman lo se. Es heeeermoso. Poco a poco ya comienza todo el amor y la adrenalina y la acción y todo. Hago esta novela por mi novio, que ama como escribo. Ama todo lo que escribo, y me pidió que a pesar de los pocos vistos quería que siguiera la novela 🔥

the police. »j.b  Där berättelser lever. Upptäck nu