23.

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Un año más tarde

Stiles POV

Salí de la universidad bastante cansado, últimamente me estaba tocando estudiar más que de costumbre. Al montar en el jeep no me dirigí hacia casa, sino a la casa de Scott y Kira. Porque sí, ahora compartían piso. Su relación iba viento en popa y aunque me alegraba por ellos, no podía sentir cierta envidia.

Aparqué el jeep justo fuera de su casa, era raro pero había conseguido un aparcamiento justo enfrente.

Al llegar, llamé al timbre, para encontrarme después cara a cara con Kira. Saludé fríamente, no tenía mucho humor para darle un abrazo o un saludo en condiciones. Entré en su casa y me sorprendió no ver a Scott allí, ya que él había sido quien me había invitado.

— ¿Dónde está Scott? —pregunté—. Él me dijo que estaría aquí—añadí, algo molesto.

—Ha ido un momento a por comida mexicana, ya sabes cómo es—respondió Kira, encogiéndose de hombros—. No creo que tarde, no te preocupes.

—Eso espero—susurré para mí.

Me senté en el sofá del salón algo incómodo por la presencia de la morena, aunque ella también parecía estarlo. Pasamos unos cinco o diez minutos sin decir nada, no sabría especificar cuánto tiempo fue, hasta que Kira decidió hablar.

— ¿Y qué tal todo? La universidad y eso, ¿va bien? —me interrogó, intentando entablar conversación.

—Algo agobiado, pero bien. Sabía a lo que me estaba enfrentando, no me pilla por sorpresa—me limité a contestar.

—Me alegro, entonces—contestó, aunque parecía no hacerme mucho caso.

La puerta se abrió, por lo que pude tranquilizarme de nuevo. Scott entró por la puerta con un par de bolsas repletas de comida mexicana, con su tan característico olor.

—Stiles, que bueno que estés ya aquí. ¿Cómo va todo, hermano?

—Podría ir mejor—respondí con una sonrisa triste. No Stiles, no pienses en eso aún más de lo que lo haces.

—Bueno, pero ahora estás con Kira y conmigo, nos lo pasaremos bien—intentó reconfortarme mi mejor amigo, fracasando en el intento.

La comida no fue desagradable, incluso conseguí olvidarme de mis preocupaciones. Hasta el momento en que el móvil de Kira comenzó a sonar.

— ¡Hola Lydia! —saludó animadamente a su amiga. Yo resoplé y Scott puso su mano en mi espalda, para tranquilizarme. Kira, viendo la situación salió del salón para hablar con Lydia. Unos minutos más tarde, Kira volvió al salón, con el teléfono de la mano—Era Lydia, me llamaba antes de irse a dormir, allí ya es de noche—Yo asentí, con mala cara.

—Kira, ahora no—dijo Scott—, no es un buen momento.

— ¿Lo dices por qué estoy yo aquí? —Me incorporé a la conversación de mala gana, como no podía ser de otra manera— ¿Por qué Lydia no ha respondido ninguna de mis llamadas? ¿Por qué llevo un año sin saber nada de ella? ¿Por eso lo dices?

—Stiles, tranquilízate. Lydia tendrá algún motivo para hacerlo, no es tu culpa—respondió Kira. Yo no podía creer lo que estaba escuchando.

— ¿Qué me tranquilice? Nadie me dice lo que debo hacer, tú tampoco lo harás—escupí las palabras con una mezcla de asco e ira, digamos que esta llamada me había enfurecido completamente.

—No hables así a Kira—intervino Scott—. Ella no tiene la culpa de que Lydia no quiera hablar contigo, al igual que yo. Sé que apesta, pero tendrás que hacerte a la idea.

—Para ti es fácil decirlo, amigo. No hay ni un solo día en este año en el que no haya pensado en ella... y en Liam. Y lo de Liam no tiene arreglo ni puedo hacer nada, pero con ella sí. ¿Por qué me hace esto? ¿No me quería? —Estas preguntas me las planteaba todos los días antes de dormir. Aún no entendía nada, ni creo que pueda hacerlo. Suspiré antes de volver a hablar—. Lo siento Kira, no quería gritarte ni tratarte así. Es que me recuerdas demasiado a ella y aún...

— ¿Duele? —Terminó de decir ella, a lo que yo asentí—. Lo sé Stiles, lo sé. A mí también me duele tenerla lejos, incluso aunque hable con ella. No quiero ni imaginarme por lo que debes estar pasando—yo tragué saliva a la vez que cerraba los ojos—. Pero estamos aquí para ti, para ayudarte a seguir adelante.

— ¿Y si no quiero? ¿Y si quiero que todo vuelva a ser como antes?

—Ahí no podemos ayudarte, hermano. Pero recuerda que estamos aquí para ti, tomes la decisión que tomes.

Yo asentí antes de fundirme en un abrazo con mis dos amigos. Quizá tuviesen razón. Quizá debiese dejar ir a Lydia definitivamente. Quizá tendría que haberlo hecho hace un año, quién sabe. Aún no era tarde para hacerlo, debía hacerlo. Al fin y al cabo, ella parecía haberme olvidado ya.

...

Lydia POV

Salí de la universidad bastante cansada, últimamente me estaba tocando estudiar más que de costumbre. La vida en Londres no era muy diferente a la antigua, a excepción de los paisajes y la gente. Los paisajes eran mucho más bonitos aquí, para que engañarnos. Ninguna de las imágenes de televisión le hacían justicia a la capital de Reino Unido. Había hecho mucho turismo en los primeros meses, pero ahora ya estaba acostumbrada a esta gran ciudad.

En cuanto a la gente... Era completamente distinto. Había hecho amistades, empezando por mi compañera de piso, Daisy. Era una chica inglesa muy tradicional, aunque era bastante nerviosa. Sin embargo, se había convertido en mi persona de confianza aquí, era una amiga. Por supuesto que no era Kira, porque ella era irremplazable, pero la consideraba ya una buena amiga. A Kira le llamaba todas las semanas, o ella a mí, nos turnábamos para contarnos todo. Alguna vez hablo también con Scott, que sigue siendo un encanto.

No podía decir lo mismo de Stiles. Él y yo no habíamos hablado desde que abandoné su casa apresuradamente. No por él, ya que sí me había llamado, sino por mí. Nunca respondía al teléfono, por miedo. ¿Miedo por qué? Porque sabía que si escuchaba su voz no iba a poder seguir adelante nunca, que mis sentimientos iban a volver de golpe y me volvería loca, probablemente cogiendo un avión de regreso. No podía permitirme eso, de ninguna manera.

Eso no quería decir que no me preocupase por Stiles. Casi siempre que hablaba con Kira, preguntaba por él, aunque después la obligaba a no contarle nada a él. Yo quería seguir adelante, él quizá también, merecía poder hacerlo. El drama con Liam dolía igualmente, pensando que ahora tendrá dos años. Pero lo que más dolía es que seguramente se haya olvidado de aquellas personas a las que un día llamó mamá y papá. Esos nombres los llevaban ahora otras dos personas, con todo el dolor de mi corazón.

Con tanto pensamiento no había sido consciente de que había llegado a casa hace un rato. Estaba completamente distraída.

— ¿Lydia? ¿Sigues aquí, cielo? —oí llamarme. Sorprendida me giré, no esperando ver a quién estaba viendo.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté con sorpresa.

—Venir a verte, claro—respondió, como si fuese obvio.

—Tengo que estudiar hoy, no creo que pueda salir.

—Con haberte visto me vale—Se acercó a darme un largo beso en los labios, el cual correspondí—Adiós, Lydia.

—Adiós, Patrick.



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Después de este capítulo, vengo aquí a hacerles un poco de spam ;)

Me gustaría que os pasaseis por la novela Do we have a deal? Al igual que todas las que escribo, es Stydia. Es una novela conjunta que estoy escribiendo con Helena, en nuestra nueva cuenta redstringoffaith. Aún no tenemos más que la sinopsis, pero pronto estará el primer capítulo, creo que podría gustaros si os gustan mis otras novelas y las de Hel, cuya cuenta es obrodenstydia

Nada más, espero que os paséis y disfrutéis leyendo :D  

This is (not) our baby || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora