This is (not) our baby || Stydia

8.

Stiles POV

Cerré la puerta de mi apartamento fuertemente. Estaba molesto, Lydia me había puesto así. El motivo en sí no sabía cuál era, aunque estaba casi seguro de que se trataba. Era por el comentario sobre Kira. Y es que con ella intentaba mostrarme diferente a las demás chicas, no porque me interese, sino porque no quiero que Liam sufra. Y Lydia se cree que me quiero acostar con su mejor amiga, como si no hubiese más chicas en el mundo. Di una patada al sofá por la frustración, no sabía qué hacer para que Lydia no me mirase como si yo fuese el ser más prepotente del planeta. Todo se trata de una coraza, aunque esto solo lo saben mi padre y mi mejor amigo, Scott. Necesitaba desahogarme, así que decidí llamarle. Después de tres tonos, cogió.

—Hey Stiles, ¿qué pasa, amigo? —Mi amigo sonaba un poco ronco, seguramente hubiese estado de fiesta ayer.

—Hola Scott. Necesito hablar con alguien. Aunque tu voz no sé si va a ayudar mucho, estás como para cantar en un bautizo, tío.

—Tú y tu sarcasmo. La fiesta de ayer fue grandiosa Stiles. Muchas chicas me preguntaron por ti y al no estar tú querían pasar la noche conmigo. ¡Todas! ¿Te lo puedes creer? —Yo puse los ojos en blanco.

—Me lo puedo imaginar, pero espero que no lo hicieses. Perderías tu esencia. —Recriminé. Los dos teníamos caracteres completamente diferentes. Scott era algo así como el chico bueno y yo el malo, aunque en realidad no fuese así, pero todo el mundo lo creía.

—Tú lo has hecho al no venir de fiesta. ¿Qué ocurre?

No pude responder porque Liam comenzó a llorar, interrumpiendo la conversación. Le cogí en brazos con cuidado mientras sostenía el teléfono con una mano, era bastante complicado.

— ¿Eso es un bebé? Oh Dios Stiles, ¡has embarazado a una chica! ¡Vergüenza debería darte! ¿Quién es la madre? ¿Podré ser el padrino, al menos? —Scott ya estaba divagando completamente. Yo negué con la cabeza y decidí interrumpirle antes de que se montase una película aún más grande, con principio y desenlace.

—Scott, para. No es mi bebé, al menos no lo he creado yo. ¿Puedes venirte a casa?

—Qué pereza... Lo haré, pero me quedaré a comer y pediremos comida mexicana. ¿Entendido?

—Entendido. Chao, Scott—. Mi mejor amigo y su obsesión con la comida mexicana, como no.

Miré a Liam que me miraba con los ojos completamente abiertos. Miré la hora y ya supuse por qué lloraba. Era su hora de comer. Le dejé en el cochecito en lo que preparaba la papilla rápidamente. Volví al salón y empecé a darle de comer, aunque no quería. Me acordé de la forma en que Lydia le dio de comer e intenté imitarla, fallidamente. Maldita sea, necesitaba a Lydia. Tenía que pedirle ayuda o Liam no comería nada.

Abrí la puerta de mi casa cuando salieron del ascensor Lydia y Kira, parecía que habían arreglado las cosas. Lydia al verme puso mala cara.

—Hola chicas—Saludé yo. —Me alegra veros juntas.

—Gracias, Lydia me ha contado todo y me ha pedido perdón. Dice que una persona a la que nunca diría que le ha hecho caso porque es demasiado orgullosa se lo dijo— .Soltó Kira rápidamente. Miré a Lydia divertido, que se golpeó en la frente. —Oh, ya entiendo, la persona eras tú. ¡Lo siento, Lyds! —Dijo Kira a modo de disculpa.

—Es igual. ¿Qué quieres, Stiles? —Preguntó Lydia molesta.

—Verás, resulta que tengo algunos problemas con Liam y la comida...