This is (not) our baby || Stydia

3.

Lydia POV

Me acerqué a Liam y le saqué del cochecito, bajo la atenta mirada de Stiles. Le cogí entre mis brazos con cuidado y empecé a mecerle, para ver si conseguía dormirse. Después de unos diez minutos así, no lo había conseguido.

—Oye, preciosa—Dijo Stiles. Yo rodé los ojos por lo de preciosa, ya le había dicho que no me llamase así pero seguía haciéndolo—. ¿Se te ha ocurrido que probablemente tenga hambre o necesite un cambio de pañal?

—Oh, claro. ¿Le cambias tú el pañal?—Stiles puso los ojos en blanco, pero cogió a Liam.

—Lo haré, pero solo porque ya lo he hecho antes. Tú fíjate en como lo hago, porque yo no quiero hacerlo siempre—. Stiles puso a Liam en un cambiador casero que acabábamos de montar en cinco minutos. —Pásame un pañal limpio—. Yo le hice caso y se lo pasé. Stiles comenzó a limpiar a Liam y en un momento de nada, ya estaba cambiado. —Y ya está, espero que te hayas fijado—Dijo yendo a tirar el pañal sucio.

—Sí, lo he hecho. Parece que tienes un don natural con los bebés, ¿cómo lo haces?

—Como dije antes, tengo experiencia. A ti te falta, por eso vas a darle de comer—. Yo le miré alzando mis cejas. Espero que no insistiese en lo de darle leche materna. —Del biberón, listilla. ¿Puedes prepararlo?

—Sí, eso sí lo he hecho antes. Sujétale mientras preparo el biberón—. Fui a mi cocina, que estaba conectada directamente con el salón, por lo que Stiles me podía ver desde donde estaba. Cogí el biberón y preparé la leche. Metí el biberón en el microondas, aunque no mucho tiempo. Al acabar lo moví lentamente, para que estuviese perfecto. Me eché un poco de leche en la mano, para comprobar la temperatura. Estaba perfecto. Volví al salón, bajo la atenta mirada de Stiles, que mecía suavemente a Liam. — ¿Me le pasas?

Stiles me puso en mis brazos al bebé, y yo decidí ir al sofá para dárselo sentada, ya que de pie podría ser un auténtico desastre. Agarré el biberón y se lo di a Liam. Al principio se resistía, no quería tomarlo, pero finalmente lo hizo. Mientras yo daba de comer a Liam, sentí una extraña sensación. Era como una especie de satisfacción por haber logrado hacer esto. Se sentía bien tener a Liam entre mis brazos. Al terminar el biberón, lo aparté y empecé a darle suaves golpecitos en la espalda, para que eructara. Cuando lo hizo, volví a ponerle en la antigua posición y le mecí. Stiles, que no me había quitado ojo, me pasó el chupete. Yo se lo puse a Liam, y a los pocos minutos, se quedó completamente dormido. Con cuidado, le volví a dejar en el cochecito. Espero que cuando se lo lleven, pueda dormir en una cuna, y no en el cochecito. Me giré a ver a Stiles, que parecía pensativo.

—Stiles, puedes irte a casa. Ahora que Liam está dormido puedes descansar, que tienes cara de sueño—Dije señalando sus ojeras.

—Sí, es que he madrugado mucho. Oye, tengo una pregunta—.Yo le miré expectante. — ¿Crees que hacemos bien dándole a los servicios sociales?

—Bueno, no estoy muy segura—Admití. —Por lo que he oído, no tratan muy bien a los niños y bebés, pero no tenemos mucha opción, ¿no? —Yo sabía que había otra opción. Una que se me llevaba pasando por la cabeza toda el día. Pero yo sola no podría y no quería darle más problemas a Stiles. Así que decidí no decir nada.

—En fin, debería irme—. Yo asentí. Así podría irme a dormir yo también. —Buenas noches, Lydia—. Él debió notar mi expresión de sorpresa, porque decidió preguntar. — ¿Por qué esa cara?

—Me has llamado Lydia. No lo habías hecho antes.

—Cierto, me olvidé. Buenas noches, preciosa—Dijo corrigiéndose. Yo negué con la cabeza con una pequeña sonrisa. Stiles se acercó al cochecito. —Buenas noches, Liam—. Él me miró una vez más ante de irse. Cerró mi puerta y al momento oí sonar la suya.