Mi espalda choca contra una de las paredes, y las manos de Dash no tardan en colarse bajo mi blusa. El deseo no tarda en explotar con rabia en mi cuerpo, obligándome a acercar más al moreno.

No permitiré que nadie te lastime, Holly... —Un jadeo me abandona cuando las manos de Dash entran en contacto con mis pechos. Largos y gruesos dedos atormentan mis pezones, haciendo que el deseo baje de golpe al sur de mi cuerpo.

—Dash...

Lo sé. —Sé que intento detenerlo, pero la voz me falla. El deseo de tenerlo sobre mí, junto a mí y dentro de mí es más fuerte que mi sentido común.

Mis pensamientos son eliminados con rapidez cuando el botón de mi pantalón desaparece en un segundo. Dash me toma en vuelo, ignorando el hecho de que tendíamos que salir, y me lleva de vuelta a la cama.

Una vez sobre esta, mis jeans y mi ropa interior desaparece, dejando al alto tatuado entre mis piernas aun vestido. Sus manos no tardan en deshacerse de mi blusa y de mi sujetador, dejándome completamente desnuda bajo su cuerpo.

Intento alcanzar el dobladillo de su camisa, pero gracias a su cuerpo me encuentro completamente inmovilizada. Dash parece darse cuenta, y cumple la tarea por mí, quedándose únicamente en pantalones sobre mí.

—Tenemos que irnos. —Un gemido se libera de mis labios cuando el tatuado toma una de mis pezones entre sus labios. El dolor sutil en mi vientre me hace retorcer bajo el moreno, encontrando un punto de fricción para eliminar la incomodidad.

Dash parece notarlo, y su mano viaja entre nuestros cuerpos. Ansió el toque de sus manos entre mis piernas, pero este nunca llega. En su lugar, puedo sentir como la tela de sus pantalones es eliminada junto a sus bóxers, dejándolo completamente desnudo. La dureza de su miembro esta sobre mi vientre, haciéndome desearlo aun más.

—Tómalo con calma —musita, subiendo sus labios a lo largo de mi cuello. Su respiración golpea contra mi oído, haciéndome estremecer de pies a cabeza. Una de sus manos se desliza a lo largo de mi pierna, y en menos de un segundo la eleva, dejándola en su espalda. La respiración me falla cuando la cabeza de su miembro se detiene en mi entrada, y con un lento movimiento de cadera, Dash se introduce en mi interior—. Holly respira.

Los labios de Dash muerden los míos con suavidad, haciendo que mi respiración retome su ritmo. Aun cuando trato de luchar contra el gemido que se forma en mi garganta, el moreno se encarga de mover sus caderas, golpeando el punto perfecto para que un grito se libere de mis labios.

¿Más? —Un agudo "Si" me abandona, y dejo que Dash haga lo que quiera. El lento y pausado vaivén desparece cuando mis uñas se clavan en los brazos de Dash. Sus ojos se enfocan en los míos, y noto como el deseo empieza a apoderarse del lustroso gris—. No hagas eso — Dash gruñe con fuerza, deteniéndose en mi interior y es cuando me aprieto nuevamente a su alrededor, tratando de no mostrar mi diversión—. Estás tan malditamente estrecha.

Las palabras de Dash en lugar de enojarme, aumentan el deseo en mi torrente sanguíneo. Todo pensamiento cuerdo se ve eliminado cuando Dash toma en serio su papel y aumenta la velocidad. El cosquilleo en mi vientre aumenta y, cuando estoy a punto de dejarme ir, Dash se detiene, moviendo las caderas con lentitud.

—Dash, por favor... —La risa del moreno no tarda en aparecer, y con eso, me toma nuevamente entre sus brazos y, como si no pesará nada, me apoya contra una de las paredes más cercana. La respiración me falla nuevamente ante la profunda penetración por parte del moreno—. Diablos...

—¿Lo sientes? —Dash mueve las caderas con más fuerza, concentrando su voz en mi oído—. Eres mía, Holly.

Esas palabras son las que hacen falta para explotar en pedazos alrededor de Dash. El grito que lucha por salirse de mi garganta, es intersecado por el moreno cuando cierra sus labios sobre los míos.

BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now