—No quiere comer, ¿verdad? —No sé que tenía esta chica en la cabeza, pero parecía leerme siempre el pensamiento. Bueno, espero que no siempre, sino sabría mi opinión sobre sus piernas, a las que he comparado con las del resto de chicas. Ningunas la igualaban. — ¿Stiles?

—Sí, no quiere—respondí, después de espabilarme. Nota para mí: no pensar ni mirar sus piernas o estaré perdido. — ¿Una ayudita? —Puse la mejor cara de niño bueno que pude, quizá diese resultado. Con Kira estaba funcionando, su mirada dulce la delataba.

—No creas que la cara de cordero degollado servirá conmigo—. Lydia se cruzó de brazos y alzó una ceja. Caray, sí que era difícil.

— ¿Consideras que un cordero degollado tiene cara dulce? Tienes un problema, preciosa—. Mi comentario solo la enfadó más, mientras que provocó una sonrisa en Kira. —Venga, no te hagas de rogar.

Lydia meditó la propuesta. Por su expresión, sabía que echaba de menos a Liam y quería hacerlo, pero no quería ayudarme. Kira insistía con la mirada para que me ayudase, parecía estar de mi lado. Ya me caía bien por eso.

— ¡AY, AY, AY, AY CANTA Y NO LLORES, PORQUE CANTANDO SE ALEGRAN CIELITO LINDO LOS CORAZONES! —La canción de Cielito Lindo se escuchaba por toda la planta, aunque no se viese quien la cantaba. Yo golpeé mi frente, sabiendo de quien se trataba.

— ¿Qué narices...? —Preguntó Lydia, mientras Kira contenía la risa. Apareció por las escaleras mi no tan querido mejor amigo, que seguía cantando. Por lo menos no iba vestido como un vagabundo.

—Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero... —Me acerqué a Scott y le tapé la boca con mi mano. Cuando paró de cantar, la aparté. —Tío, me has fastidiado el show de México.

—Ya Scott, a todos nos habría encantado seguir viéndote así, pero tenemos compañía —Señalé con la cabeza a las dos chicas paradas en el pasillo, que nos miraban perplejas.

—Oh, ya veo. Hola, señoritas. Soy Scott, el mejor amigo de Stiles—se acercó a dar la mano a las dos chicas, aunque al final les dio dos besos a cada una.

—Ellas son... —empecé a decir yo.

—Podemos presentarnos nosotras, gracias—Me interrumpió Lydia. —Soy Lydia, vecina de Stiles y ella es Kira, mi mejor amiga—. Kira estaba completamente colorada y nerviosa por la presencia de mi amigo, no hay duda.

—Oh Lydia, sí, he oído hablar de ti—. Abrí los ojos sorprendido. Sí que le había hablado de Lydia, pero no de cosas que ella pudiese escuchar. —Stiles me ha dicho que eres su prototipo... —Volví a tapar la boca a Scott, antes de que dijese algo que me hiciese quedar en evidencia.

—Déjale hablar, parece importante—. Comentó Lydia con una sonrisa de satisfacción.

—No, no lo es, son tonterías. Scott no sigas por ahí, por favor. —Quité mi mano con cuidado pero no la alejé, no fuese que soltase alguna tontería.

—Vale, no diré nada de Lydia. Sin embargo Kira, me parece bastante intrigante—. La mencionada bajó la cabeza hacia el suelo, avergonzada, aunque estaba sonriendo. Cuando la subió, pude ver como ella y Scott se miraron y no me gustó nada, parecía tratarse de un flechazo. Y en mi amigo era algo normal, siempre tenía flechazos con las chicas, pero no quería que fuese con la amiga de Lydia, ella me mataría. —Hoy comemos comida mexicana, podríais venir.

—No, no —dije yo— Seguro que están muy ocupadas.

—Ahí te equivocas—respondió Lydia. ¿Por qué tenía que llevarme siempre la contraria? —Estamos disponibles. Además Stiles, ¿no tengo que dar de comer a Liam? Pues tú debes de darme de comer a mí —Yo le miré con una sonrisa perversa, dándole un doble sentido a la oración —No así, no literal, oh Dios. Bueno, que vamos a tu casa, punto.

—Me gusta tu humor, pelirroja—añadió mi amigo. — ¿Vamos todos?

—Vamos—respondió tímida Kira. Scott fue corriendo a coger la mano de Kira y la metió en mi casa y yo rodé los ojos. Escuché a Lydia reír.

—No es gracioso, bonita.

— ¿Bonita? ¿Dónde quedó el preciosa? Y reconoce que sí lo es, me lo debes—. El preciosa lo he omitido porque cuantas más veces lo digo más veces me lo pareces. Incluso a pesar de tu jugarreta, pensé.

—Está bien, pasa. Pero no culpes a Scott si se obsesiona con Kira, cúlpate a ti misma—respondí, ignorando lo de bonita.

—Scott parece un buen chico. A diferencia de otros —susurró en mi oído antes de entrar en mi casa. La comida sería memorable, no hay duda.



This is (not) our baby || StydiaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang