DESCENDIENTES 4: El Misterio Del Dragon

EL JUEGO... ¿TERMINO?

Demian los había transportado ni mas ni menos que al pie de La Montaña Prohibida, el antiguo hogar de Malefica. Mal reconocío el lugar de inmediato pues su madre no paraba de compararar el pequeño palacio/tienda de la Isla de los Pérdidos con su lúgubre hogar en la montaña prohibida.
El Rey Ben, Andrew, Evie, Audrey, el Hada madrina y Kyle que aún seguía demayado estaban a unos pasos del puente levadizo del castillo, Mal se había acercado al foso donde cocodrilos esperaban con ansia que alguién se precipitara al fondo, y Demian con el ojo del Dragón en mano y un cuervo negro en su hombro dijo con voz potente desde la puerta de entrada del castillo- bienvenidos a mi humilde hogar!! Oh pero parece que aqui tenemos invitados no deseados- dijo molesto, luego lanzo 3 rayos que hicieron desaparecer a el Hada madrina, Audrey y Kyle de inmediato en su lugar, aparecieron Jay y Carlos.

Los chicos quedaron sorprendidos y antes de que se preguntaran donde estaban, Demian volvío a gritar- ahora si, estamos completos, quería asegurarme de que esten los iniciadores de todo esto, bienvenidos a la Montaña Prohibida, antiguo hogar de Malefica, aquí enfrentaras la quinta prueba Mal, y por cierto
- agregó en tono burlón- será todo o nada, es decir si fallas el trato que teniamos se acabará y me quedare con la varita y el cetro para siempre....
Furioso Ben lo interrumpío- eso no es justo, tu prometiste que...
- ¿como es que conoces a Diaval?- interrumpío la chica a su novio.

Demian sonrío y Mal detecto un ligero brillo verde en aquellos ojos, luego acaricío al cuervo que seguía posado en su hombro y dijo con voz misteriosa- el ha sido mis ojos y oídos durante todo este tiempo, sin el nunca me hubiera enterado de que ustedes traicionaron su causa, sin el no me hubiese enterado que ya han frustrado varios planes de villanos para hacerse con el poder, sin él no me hubiera enterado de que le paso a mi Madre, sin él nunca me hubiera enterado de que mi hermana es una traidora....- sus ojos brillaron y de lo poco que quedaba del amable rostro de Demian, sacudío el cetro de Malefica y su aspecto cambio radicalmente mientras dijo- para vencer a tu enemigo hay que entenderlo...

Su rostro era el de un joven de 17 años con aspecto malevólo y ojos verdes, ahora vestido con una túnica negra de cuero con plieges morados, su piel era blanca como la de Mal, tenía el cabello Negro como la noche misma y llevaba un par de cuernos negros en la cabeza, el chico solo podía ser descendiente de Malefica y Mal lo supo de inmediato, pues si su madre hubiese sido hombre, Mal hubiese estado segura de que asi luciría. Sus amigos atónitos se quedaron sorprendidos pero no dijeron palabra alguna, todos pensaban que Mal era hija única.
-imp...imposibe- dijo Ben en un susurro casi audible para los demás- los registros de mi padre nunca mencionan que tuvieras un...

-¿hermano?- dijo Mal sorprendida- así que tu...¿tu?- la chica apenas podía creer lo que veía, si bien su madre le dijo que no tenía hermanas, de haberlo sabido Mal hubiera cambiado la pregunta que le hizo a su madre un par de años atrás a: ¿tengo hermanos?. Sin embargo ahora ya era tarde muy tarde, pues su hermano se hayaba ante ella con poder ilimitado.

-seguro debes estar confusa hermanita- dijo arrastrando la última palabra de esta oración, luego se presento- mi nombre real es Demir y tengo 17 años, los cuales crecí aquí en este mismo castillo, pues antes de que mi madre fuera encerrada en esa isla me puso en un sueño profundo, no fue hasta hace poco tiempo que recién desperté, acompañado solo de Diaval que como ya dije me informaba de todo lo sucedido durante mi...hibernación.

-¿asi que? ¿tu le hiciste el hechizo duplicarix a el Demian real?- pregunto Mal que no había hablado hasta que su hermano termino de presentarse. El la miro y sonriente dijo- ah si, el tonto hijo de Feliz, veraz hermanita, cuando me entere de tu traición me propuse un solo objetivo: vengarme de ti y de los inútiles que no pudieron robar una estúpida varita- hizo una pausa para mirar a Andrew y a los démas y continuo- para ello me infiltre en el museo, robe el cetro de mamá(entre otras cosas) y use el hechizo de duplicación de objetos para hacer uno falso.
Mal: ¿como te infiltraste sin ser...
Demir: ¿visto?- interrumpío sonriente- no eres la única que heredo talentos de mamá, con mis poderes robe el ojo del dragón y con el me dirigí a Agrabah, pues según un períodico escolar que Diaval me trajo, unos alumnos de intercambio regresarían a Áuradon, asi pues me transporte alla, encontre al bobo Demian y utilice el hechizo duplicarix para robar su identidad, una vez hecho esto, como ya saben utilice el bastón de serpiente para enemistar a los alumnos de Áuradon y ponerlos en su contra- dijo señalando con el certro a los amigos de Mal.

La cual se sentía entre aliviada y sorprendida, pues la versión de su hermano coincidía con la que ella y sus amigos habían formulado el día anterior- entonces los juegos del dragón...
- son solo eso hermanita un juego que invente para volver villanos a tus amiguitos, o si no al menos para herirlos- dijo Demir.
-pero fallaste- réplico Mal en tono triunfal- ellos ya saben diferenciar entre el bien y el mal, ¿por que continuas con los juegos?
- si, lo se son... idiotas- dijo Demir furioso- pero el juego aún no termina hermanita falta tu prueba.
-no lo hare- dijo Mal acercandose a su hermano- vamos Demir deten esta locura, todos podemos ser mejor que esto ven conmigo, deten esto y...
- basta, basta- dijo Demir harto- a mi no trates de lavarme el cerebro como a tus amigos, yo se la verdad la obscuridad es la única opción ya me adapte a ella, mejor tu unete a mi, entregame Áuradon y la familia del mal reinara de una vez por todas.
-no... basta tu Demir, Blackheart o quien seas- dijo Andrew molesto sosteniendo excalibur en alto- el juego termino entregame a mi hermana y rindete ya o si no...
-o si no ¿que? Caballerito- dijo Demir en tono despectivo- te equivocas si Mal gana su prueba tendrás a tu hermana de regresó, pero si no me temo que tendras que repetirle el discurso barato de Mal sobre la bondad. Cuando termino de decir esto sacudio el cetro de su madre y enmedio de una bruma gris aparecío Eris, con un reflejo rojo en sus ojos y su pelo azúl como el de su padre, la maldad estaba de nuevo en ella.