Llamada:
-¿Sí?
- Chiquita, qué bueno que ahora sí contestas. –Dijo con voz tranquila y como si todo estuviera perfecto entre los dos- Te marco para avisarte que estoy en camino a tu casa para que me des ciertas explicaciones.
- Cris, déjalo así. Por favor no vengas, ya entiende que yo no quiero nada contigo. Mejor mañana platicamos en la escuela.
- No me digas eso, ahora con más razón voy a ir. –Su tono ahora era entre triste pero cariñoso- Voy a arreglar el asunto aunque tú no quieras y luego haremos cosas que realmente los novios hacen. Creo que ya va siendo hora. –Eso último sonó a amenaza, lo dijo de una forma grosera-
- El tono en que lo dices me asusta. Por favor respétame y respétate, no vengas.
- Cállate porque no te estoy preguntando. –Ahora estaba enojado- Te estoy diciendo lo que vas a hacer y te vas a comportar linda y cariñosa conmigo, lo harás quieras o no.
Colgué el teléfono espantada, no sabía qué hacer. Fui a la puerta a checar los seguros, incluso, como si pudiera entrar por las ventanas, las cerré muy bien, también la puerta de la azotea. Me di cuenta que estaba medio psicópata y me daba miedo lo que pudiera provocar. Después de unos minutos empezaron a tocar, me asomé por el mirador de la puerta y vi que era él, ya había llegado. Me quedé callada y procuré no hacer ningún ruido pero sus golpes llamando a la puerta cada vez eran más fuertes.
- Sé que estás ahí preciosa, ya abre la puerta.
Obviamente no abriría, su voz se escuchaba fuera de control, como de un loco escapado del instituto mental.
- Abre la maldita puerta, ahora. Es una orden y mientras más desobedezcas peor será.
¿En qué estaba pensando cuando acepté ser su novia? Yo no sabía que estaba tan mal de la cabeza, realmente era un enfermo. Comenzó a patear la puerta y yo cada vez estaba más asustada.
- Cristhian, tranquilízate. -Al fin hablé, no quería que supiera que si estaba, pero tampoco quería que todos los vecinos escucharan el escándalo- Por favor vete, estas asustándome.
- No me iré a ningún lado hasta que abras la puerta, hazlo ahora.
- No abriré nada porque estás enfermo y si no te vas, llamo a la policía.
- Si parezco enfermo es porque tú lo propiciaste así que no te hagas la inocente cuando ayer estuviste de zorra y abre la maldita puerta, tienes que aprender que conmigo no se juega. Haz lo que seguramente ayer hiciste con el otro imbécil pero ahora con tu novio.
- No sabes lo que dices, lárgate ya.
- Te doy hasta tres para que abras... Una –se quedó callado un momento-
Me asomé de nuevo por el mirador. En el edificio había seis pisos, cada uno tenía un tipo balcón pequeño entre puerta y puerta que daba a la calle y vi cómo Cristhian comenzaba a subirse al de mi piso, estaba totalmente loco y fuera de control ¿Se iba a aventar?
- ¿Cristhian que estás haciendo?
- Si para cuando diga tres no abres, tú misma lo verás.
Comencé a quitar los seguros de la puerta, no lo quería como novio pero sí me preocupaba cómo persona, aparte en el fondo sí lo quería y tenía buenos recuerdos con él como amigos.
YOU ARE READING
Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»
Romance-Serás feliz- me dijo la vida -pero primero te enseñaré a ser fuerte- No sé quién dijo esa frase, pero a mí, Freddy Leyva, me queda perfecto. Te invito a que descubras por qué. ▶Cuando termines de leer el capitulo 20, te recomiendo entrar a mi perfi...
Capitulo 28. Obsesión.
Start from the beginning