Capítulo 26.

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Theon acabó tapando las bolsas de nuevo, pero yo seguí sin despegar la vista de ellas. Ahora todo cuadraba, por eso todos entrenaban, porque estaban aterrados, no de la misma manera que te aterrorizaría una película de miedo sino en la que te aterrorizaría que tu pudieras ser el siguiente en morir. Lo que me parecía bastante lógico, porque esa idea también me estaba asustando.

Pero no tenía sentido porque por mucho que necesitaran hacer el ritual lo antes posible, iba a seguir siendo el mismo día a la misma hora, era eso de por mucho madrugar no amanece más temprano. ¿Y después del ritual que pretendían? ¿Ir a vete tu a saber donde y a luchar? No me parecía el plan más organizado del mundo. Aun así no dije nada.

Pero Isaac sí.

-¿Quiénes son? ¿Quien os caza?

-Se hacen llamar "La orden del año cero". No solo nos cazan a nosotras, si no a todo aquello que es una aberración, que va en contra de su dios. Se cree que los súcubos somos descendientes de Lilith, la primera esposa de Adan, que decidio irse del Jardín del Eden por decisión propia y engendró demonios, bestias, estamos condenados a arder en el infierno. Lo que el Año Cero pretende es que ardamos lo antes posible.

-Quieren limpiar la tierra de aquello que según ellos la hace impura. -Explicó Blanca-. Y para ellos tan solo somos demonios.

-¿Solo cazan súcubos? -Pregunté.

-No. Cazan Súcubos, Íncubos, y todo aquello que es considerado un espíritu del mal. Por eso se hacen llamar así, cuando limpien la tierra de pecado según ellos comenzará una nueva era, el Año Cero.

-¿Los hombres lobo están considerados espiritus del mal? -Pregunté de nuevo y Isaac me miró.

-No, no son considerados demonios porque se cree que los hombres lobo son víctimas de una maldición. Así que por si te sirve de consuelo Isaac está a salvo. Pero... -Catelyn esta vez se dirigió Isaac-. Iris no. Y nadie asegura que después de exterminar a los demonios paren, tal vez decidan acabar con el resto de criaturas.

-¿Tantos son?

-Los suficientes para conseguirlo. Tras el ritual todos los presentes en la ceremonia verán sus habilidades aumentadas, e inmediatamente iremos a acabar con la sede de Beacon Hills.

-¿Tienen sede aquí? -Preguntó Isaac.

-Tienen sede en cualquier punto con una alta concentración de criaturas sobrenaturales, y el nemetón ayuda. Además teniendo en cuenta que la gente en esta ciudad no esta ciega y que muchos sospechan que pasa algo extraño aprovechan la ignorancia y las ganas de explicaciones, para captarles e iniciarles en sus creencias. Es más facil así. Espero que entendais que vuestra colaboración es necesaria.

-Sí. -Yo miré a Isaac, ni si quiera lo había pensado, por un momento desconecté de la conversación, estaba dispuesto a aceptar participar en un ritual, sin ni siquiera pensar en las consecuencias, eso era lo que más me preocupaba, desde un principio no había puesto ningún impedimento.

-Supongo que si eso es todo podemos irnos. -No me apetecía nada estar allí en ese momento.

-Eso es todo. -Afirmó Catelyn.

-Entonces nos vamos.

Comencé a andar por los pasillos, seguida por Isaac. Sentí un tirón en la muñeca, que no llegó a hacerme daño, pero fue lo suficientemente fuerte para adentrarme en una habitación en la derecha, Isaac cerró la puerta detrás de nosotros y me miró.

-Vale que te pasa.

-¿Siempre usas las señales químicas?

-No hace falta usar las señales químicas para darse cuenta de que a ti te pasa algo.

Sinners. 《Isaac Lahey》[1]Where stories live. Discover now