Capítulo 4.

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Cogí la bandeja y me puse en la cola para recoger la comida, habían pasado dos días desde que había estado con Isaac en el restaurante Mexicano bueno a parte de con Rachel y Scott, y desde entonces no había aparecido por el instituto, algo extraño, puesto que era principio de curso. Desde que le había conocido el chico no había dejado mi cabeza, tampoco quería ser una especie de acosadora o groupie, pero de una manera o de otra siempre aparecía en mis pensamientos, ese chico era especial de una forma que aún no entendía.

-Chica. -Dijo la cocinera-. La gente se está acumulando.

Yo di un respingo y miré las cazuelas rapidamente. No vi mas allá de las dos del frente, llevaba un rato perdida en mis pensamientos y no podía hacer perder el tiempo al resto de las personas de la fila, que por cierto parecían bastante impacientes y enfadadas.

-Eh... Sí, de primero macarrones y de segundo pollo con patatas.

Llenó dos platos con lo que le había pedido y fui avance unos pasos para cogerme una botella de agua y de postre una manzana.

-Estás un poco dispersa. -Dijo Rachel que iba detrás de mi con la bandeja cargada de lo mismo que yo.

-Bueno. Ya me conoces, le doy mil vueltas a todo.

-Gilipolleces. -Dijo mientras caminabamos hacia una mesa, yo reí-. Ambas sabemos que hay cierto chico de ojos azules metido en tu cabecita irlandesa. Puede que incluso con ciertas prendas de menos.

-¡¿Qué?! -Me senté y la bandeja se me resbalo de las manos cuando estaba a unos centimetros de la mesa, causando un estruendo y provocando que un macarrón se saliera del plato. Los chicos del final de la mesa girarón sus cabezas como una lechuza hacia nosotras, yo sonreí mostrando los dientes avergonzada. Me senté, volví a meter el macarrón en el plato y miré a Rachel, que se estaba partiendo de la risa. Agarré la servilleta y le di con ella-. No pienso en Isaac de esa manera. Degenerada.

-Lo que digas. El caso es que piensas en Isaac ¿no? Porque te gusta.

Pinché unos cuantos macarrones con el tenedor y miré a Rachel pensativa.

-Es pronto para decir eso. Es buen chico.

-¿Es buen chico? ¿En serio? Pero si le desvistes con la mirada.

-No le desvisto con la mirada.

-Bueno pues te lo comes con la mirada.

-Acabo de conocerle Rachel, él es solo un amigo, hace mucho que no le veo además.

-Y justo por eso estás en las nubes, en clase no parabas de buscarle con la mirada. Dios sabes, eres como un bebé de tortuga laúd. Torpe. Socialmente y fisicamente.

-Eso duele.

-Se que lo hace. Pero es la verdad, relájate y respira, no se va acabar el mundo.

Yo la miré sin decir nada.

-Oye Iris si necesitas oirlo te lo digo, no creo que te esté evitando, tal vez esté resfriado y no ha podido venir. -Continuó-. Pero lo que pasó el otro día... Lo que sea que pasó, no es tu culpa.

Yo sonreí. Y comencé con el segundo plato.

-No quiero actuar como una novia celosa, solo es el chico mono que ha sido amable conmigo.

-Pero si te gusta...

-No es seguro que me guste.

-Bueno pues si te parece atractivo ya está, tienes todo el derecho del mundo a preguntarte que es de su vida.

-¿Y no te parece excesivo?

-No. -Contestó-. Si ves algo en él que te guste...

-Es solo que siento que tiene algo, hay algo extraño en Isaac.

Sinners. 《Isaac Lahey》[1]Where stories live. Discover now