Capítulo 25.

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Sentí como me ataban a una silla un rato antes de que me destaparan la cabeza, revelando el salón de la planta superior de la cabaña. Tan solo estaban Catelyn y Theon, ya casi había recuperado la movilidadad.

Forcejeé con las cuerdas que me sujetaban y les miré enfadada.

-¿Donde está?

-Vamos a jugar a un juego. -Dijo Theon divertido.

-¿Era esto necesario? -Pregunté sin dejar de tirar de mis ataduras.

Catelyn me ignoró como de costumbre y comenzó a hablar.

-Quiero comprobar lo importante que es esa conexión que teneis. Isaac está en algún lugar del bosque, ¿donde?... Ni si quiera yo lo se. Vas a liberarte, vas a encontrarle, y le traerás aquí.

No iba a entrar en su juego, Isaac en la cabaña sería como un ratón en una ratonera, tan solo podía ponerle en peligro.

-Se las apañará bien sin mi. Se que puede hacerlo. -Dijé centrándome en desatarme.

-¿Oh de verdad lo crees? ¿Con cinco súcubos sueltos? -Sus ojos verdes se iluminaron con una chispa de orgullo y maldad, chasqueó la lengua y me miró-. Creo que tenía que haberlo mencionado antes. Será mejor que le encuentres tú antes que ellas.

Se giró y se marchó, Theon esbozó media sonrisa y me miró.

-Voy a disfrutar esto. -Comentó, aunque nadie hubiera pedido su opinión.

-¿Tu no te vas? -Escupí las palabras con todo el odio que tenía en ese momento, sacaban lo peor de mi, todo lo que intentaba evitar.

-No, verte es más entretenido. -Se posicionó detrás de mi y puso su mano en mi hombro-. Un súcubo necesitado de energía es muy habil rastreando a sus... Presas, y ya sabes que Isaac Lahey tiene una frecuencia especial, me pregunto cuanto tardarán en encontrarle, ¿cuántos minutos crees? ¿30? Tal vez quince... O a lo mejor no llega ni a eso.

Seguí sin mirarle aunque podía sentir su respiración en mi cuello.

-Siempre puedes decidir no desatarte y dejarle abandonado a su suerte "el amor" está sobrevalorado, lo que de verdad importa es...

-¿El sexo? Sí, ya me lo has dejado muy claro.

-Iba a decir el poder, ves como tu también piensas en ello Iris.

En ese momento lo único que pensaba era en lo mucho que necesitaba sentir el impacto de mi puño contra su cara.

-Pero volvamos al tema importante que es el perro. -Continuó, yo agarré el reposabrazos de la silla fuertemente, al oir nombrar a Isaac de esa manera-. ¿Has pensado en como le van a quitar la energía? Porque hay tantas maneras... Podrían hacerlo lento con una profunda mirada, sí, puedo imaginarmelo, definitavemente le dolería más que un beso, que es la otra opción. -Theon seguía fantaseando, yo miraba al frente inmovil, con los nudillos blancos de hacer fuerza-. O definitivamente podrían usar mi manera favorita, quitarle unas cuantas prendas, es lo que haría contigo si fueras humana.

Todo se quedó en silencio, tan solo oí un pitido los tres segundos siguientes, ni si quiera pensaba en lo que estaba haciendo cuando me di cuenta de que había arrancado los reposabrazos y me había liberado, en ese momento tenía a Theon capturado entre mi cuerpo y la pared de la sala, sujetaba uno de los reposabrazos, ahora más bien parecía una estaca sin afilar, contra su cuello, cortandole la respiración, y el otro apuntándole directamente al pecho, tan solo un poco de fuerza más y se hundiría en su esternón.

En cambio me limité a mirarle con odio. Disfrutando la visión de su rostro volviendose rojizo por la falta de aire.

-No vuelvas a hablarme así. O te juro que no habrá próxima vez.

Sinners. 《Isaac Lahey》[1]Where stories live. Discover now