Capítulo 12.

4.1K 256 41
                                    

Isaac, Scott y yo salimos del instituto un poco más tarde de la hora, simplemente habíamos estado hablando, o más bien haciendo suposiciones de porque estábamos tan envueltos en lo que sea que estuviera pasando, hacía tan solo unas horas que Scott y yo habíamos encontrado a Isaac, regresamos a segunda hora, Isaac a tercera, ya que tuvo que esperar a que la grúa se llevara el coche para reparación, se suponía que no era una cosa muy grave y al día siguiente se lo darían.

Ya en el parking acompañamos a Scott hasta su moto, Isaac y yo tendríamos que volver a casa caminando

-Avisaré al resto, sea lo que sea que está haciendo esto es algo sobrenatural potencialmente peligroso, tenemos que encontrarlo. También hablaré con Deaton, tal vez él sepa algo.

No sabía quien era Deaton, supuse que el druida del que me habló Isaac, y sabía que "el resto" era como una manada, gente que sabía, criaturas sobrenaturales... Pero aun así asentí conforme con lo que dijo Scott.

Cuando se fue, Isaac y yo nos pusimos en camino hacia nuestras respectivas casas.

-Se que prefieres que hablemos de lo que ha pasado los dos solos. -Dijo Isaac al cabo de un rato. Yo le miré extrañada-. Tus emociones. -Aclaró.

-Vaya, más que emociones parece que me lees la mente.

Él se encogió de hombros.

-Busco lo que sientes, lo junto todo y saco conclusiones.

-¿Y eso lo haces con mucha gente? -Pregunté curiosa.

El me miró y esbozó una dulce media sonrisa.

-Solo con las personas que merecen la pena.

Comencé a notar calor en mis mejillas, lo que desgraciadamente me hizo carraspear para cambiar de tema antes de que me pusiera roja como un tomate.

-Tengo que decirte que tus conclusiones con las emociones son muy acertadas.

1Es bastante fácil. He supuesto que no querías hablar por los nervios, una especie de ansiedad... Ha desaparecido cuando Scott se ha ido, supongo que es porque no querías que te volviera a preguntar. Pero creo que es algo que nos incumbe a los dos solamente ¿verdad?.

-Sí, al menos de momento, pero necesitaremos ayuda para resolverlo, es solo que... Deberíamos hablarlo tranquilamente. -Dije.

-Puede ser esta tarde.

No quedaba mucho para que nuestros caminos tuvieran que separarse.

-No, mi padre se va mañana y vamos a ir a la bolera, y antes voy a pasarme por casa de Rachel a llevarle algo para que se mejore.

-Bueno, cuando puedas.

-En realidad... -Comencé Isaac me miró-. Mi padre dijo que podía venir alguien conmigo, ¿Qué tal se te dan los bolos? -Pregunté.

-Me encantan los bolos.

-Perfecto entonces, pasate a las seis por mi casa.

Llegué unos minutos más tarde, nada más dejar la mochila me dirigí a la cocina y tomé unos cuantos libros de recetas para prepararle una sopa de pollo y verduras a Rachel, ya que no era muy diestra en la cocina de cosas que no fueran un filete, salchichas, pasta, pizza o ensalada, y todo lo que intentaba cocinar acababa quemado, salado, soso, amargo o avinagrado, y desgraciadamente no "ligeramente" basicamente parecía que había tirado el bote de sal encima, cocinado en lava, exprimido un limonero o vacíado el bote de vinagre sobre cada cosa que hacía, mi improvisación y mis mediciones eran pésimas, supongo que siempre se puede mejorar, pero hasta entonces sería mejor que hiciera caso de los recetarios que me aseguraban de que todo me quedara en su punto.

Sinners. 《Isaac Lahey》[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora