Capítulo 10.

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Cuando llegué a mi casa subí a mi habitación, me puse el pijama y me tumbé en la cama, abrazada a mi panda gigante, sonriente, un tanto perdida en mis pensamientos. Unos minutos después alguien llamó a la puerta.

-Adelante.

Mi padre se asomó con curiosidad y se sentó en mi cama. Yo me giré para mirarle.

-Bonito oso. No sabía que lo tenías. -Comenzó.

-Eso es porque no lo tenía, me lo dieron... Como hace cuatro días o algo así.

-¿Quien?

Yo sonreí divertida.

-Nadie que te importe.

-Oh, mi hija se pone rebelde. -Se rio.

-Mucho, mismamente hoy he usado el coche, era una emergencia.

-Mientras sea una emergencia... Se que conduces mejor incluso que yo, pero hasta que te saques el carnet intenta conducir lo menos posible, mejor intenta no hacerlo.

Yo asentí. Mi padre estaba pensativo, probablemente buscaba alguna otra pregunta para hacerme, cuando no pasábamos mucho tiempo juntos por su trabajo solía hacerme toneladas de preguntas para mantenerse informado.

-¿Y cual era la emergencia exactamente?

-Llevar a un amigo a su casa porque vive muy lejos y era muy de noche.

Él esbozó media sonrisa, y alzó las cejas sin dejar de mirarme. Sabía lo que venía así que negué con la cabeza, aun así mi padre pareció no captar mis señales, o por lo menos ignorarlas.

-Ya veo... Así que un "amigo" -Hizo las comillas con los dedos.

-Amigo. A secas. Sin comillas.

-¿Y quien es tú "Amigo. A secas. Sin comillas" ? -Preguntó volviendo a hacer las comillas en los dedos, yo le miré seria-. Vale solo "Amigo".

-Solo amigo.

-No voy a bajar de nivel Iris.

Teniendo en cuenta que no le iba a hacer cambiar de opinión, porque mi padre era más terco que una mula, simplemente me limité a responder su pregunta.

-Se llama Isaac.

-¿Él te regaló ese precioso osito?... Aunque no se si llamarlo así porque más bien es un osazo, seguro que es más grande que un oso pequeño.

Yo me reí

-Sí. -Contesté-. Isaac me lo dio.

-Bueno a lo que venía, la sede Americana de la empresa va mucho mejor que la de Irlanda, y tenemos más trabajo, tanto que me tengo que ir de viaje de negocios.

-¿Cuándo? -Pregunté.

-Pasado mañana.

-¿Pasado mañana? Pero si eso es ya mismo, ¿Cuándo te lo han dicho?

-Esta misma tarde. Me voy pasado mañana a Berlín y vuelvo a mediados de la semana que viene.

-A mediados de la semana que viene. -Me repetí para mi misma-. Pero si casi no nos hemos visto.

-Lo se... por eso si mañana no tienes mucho que hacer podemos pasar la tarde juntos, ya sabes un momento padre/hija de calidad.

Sonrei y asentí, me estiré en mi cama y dirigí mi mirada hacia él. Era increible lo mucho que nos parecíamos, además solía decirme que sacar algo de él eran desventajas y que yo había sabido aprovecharme, era un exagerado, probablemente de joven era una especie de Isaac Lahey 2.0 para mi madre.

Sinners. 《Isaac Lahey》[1]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt