Una Casa, 3 Problemas.

Cap 22

La he cagado completamente con Annie. Me vale madres, puede irse si le da su pera gana. Estoy molesto conmigo mismo por hacer eso, Kendall me tiene con la cabeza grande. Es frustrante estar así por una persona.

-Lo siento Annie- dije acercándome a ella para abrazarla.

-Vete- dijo señalando la puerta.

-No me iré-

-¡Vete!- dijo casi con lágrima en los ojos.

No le respondí, solo desvíe la mirada y salí cuanto antes de allí.

Por qué, maldita sea. Kendall siempre en mi mente resulta que ahora tire con Annie y dije su nombre. Por Dios, que loco.

Toda la culpa la tiene ella, por estar en mi cabeza.

Agarré mi ropa y zapatos y salí de casa de Annie.

Furioso le di varios golpes al volante, me cabreaba mucho estar así.

Kendall.

Todos estabamos reunidos en el jardín disfrutando de la visita de mis hermanas. Mel se la llevó muy bien con ellas, al igual que Erick y Diego. Sí, aún Diego estaba aquí. Todos estaban, menos Lucas ¿donde estará? Ya es casi de noche y no llega. Bueno él es bien grande para saber lo que hace y no soy quien para reclamarle algo o decirle que hacer.

Comiamos, estábamos bebiendo un poco. Con cuidado ya que la última vez Erick termino muy mal.

En fin, todo va bien. Excelente diría yo, me gusta muchísimo esta imagen. La guardaré siempre. Todos los que amo aquí reunidos, riendo y disfrutando de un buen rato, es hermoso en realidad.

Sólo se quedarían 1 semana, apenas era martes. Saldré a enseñarles la cuidad y todo eso, pero no, no pasará como cuando le iba a enseñar la cuidad a Diego, no. Esta vez iré sola con mis hermanas y Mel.

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Estaba en mi habitación, mis hermanas dormían conmigo, cada una en un colchón en el suelo. Estaba tranquila escribiendo cuando escuche un auto llegar, al instante sabia que era Lucas. Pues no había llegado y era el único afuera. Me levante con cuidado de la cama intentando no hacer mucho ruido. Bajé las escaleras y allí me encontré a Lucas ¿ebrio? En el sofá riendo solo, tenía un mal aspecto. Estaba sin camisa, su cabello desordenado.

-Hola Kendall- dijo alargando mi nombre.

-Es mejor que te vayas a dormir Lucas- dije

-Ven- sonrió- Ven aquí.

No me moví, conozco muy bien a Lucas. Me quedé quieta en mi lugar.

-¿Qué te pasa Lucas?- dije fastidiada. Pero parecía no escucharme, solo me veía fijamente.

-Estoy hablando contigo idiota- chasqueo los dedos en su cara.

-¿Qué quieres?- dijo

-¿Por qué estás así?-

-Por tú culpa. La cague gracias a ti.- dijo molesto.

-¿Por mí? Hasta lo que sé, no he hecho nada y contigo mucho menos-

-Por tú culpa llamé Kendall a Annie, por tú maldita culpa- esta a casi gritandome.

-¿Y qué tengo que ver yo en eso?- Estaba frustrada. Debi quedarme en mi habitación.

-¡Es tú maldita culpa que ande así, me tienes loco Kendall!-

Sus palabras hicieron que me quedara inmóvil.

-¡Es tu culpa todo lo que me pasa!- le empezaron a salir lágrimas- ¡Yo no era así, he cambiado desde que llegaste no sé porque, tienes una influencia en mí que me da miedo!-

-Ve a dormir Lucas-

-¿¡Es lo único que me dirás!?- dijo acercándose a mí.

-Hablaremos cuando tengas uso de razón, ahora sube y ve a dormir- me giré para subir.

-No vas a ningún lado- corrió hacia mi y tomo mi brazo con brusquedad.

-Sueltame- dije furiosa.

-No- suspiró- hablemos por favor

Dicen que los borrachos son sinceros, tampoco quería aprovecharme de la situación en la que él estaba.

-Bien- me solté y me senté en el sofá.

-Kendall, disculpa por ser un idiota contigo, así suelo ser cuando ,e gusta o me llama la atención alguien pero es la primera vez que me pasa y me da miedo. Siempre estoy con alguna chica por estar o simplemente para tener sexo sin sentimientos y solo eso. Pero tu eres distinta, eres especial- me miró, estaba llorando.

-Lucas, acepto tus disculpas. No hace falta que me des explicaciones de nada. Tú también me gustas, pero es mejor como estamos- dije limpiando sus lágrimas que caían por sus mejillas.

Él me quedo mirando a los ojos, no podía verlo. Sentía que me derrumbaria y me dejaría llevar por cualquier idiotez que dijera en ese momento.

Sólo le diriji una sonrisa y me levante, pero antes me agarró del brazo.

-¿Me ayudas a subir?- dijo riendo.

Sonreí como una tonta.

-Claro- lo ayudé a ponerse de pie y puse su mano por encima de mi cuello para poder llevarlo.

Íbamos subiendo las escaleras, Lucas a pesar de estar bien trabajado y de no pesar mucho, pesa bastante. Aunque soy medio débil aveces.

Lo acosté. Le quité los zapatos y la camisa solo lo dejé en pantalones. Su cuerpo me distrajo por un momento.

Le dirijo una sonrisa y decido salir de ese cuarto antes de que pueda cometer una locura.

-Kendall- me volteo- quédate.

No puedo hacerlo, o sí, no no.

DISCULPEN POR ABANDONARLOS ENSERIO, ES QUE ANDO OCUPADA UN POCO CON EL LICEO Y BUENO, LO AMO MUCHÍSIMO GRACIAS POR LEER COMENTEN Y VOTEN UN BESO GRANDOTE.