Capítulo 1

Mulai dari awal
                                    

Oigo su risa por el auricular, ella es así, se ríe con todo, hasta de una mosca que pasa por delante de ella.

— ¿Bebiste mucho ayer? — Pregunta de una vez.

— Lo suficiente para no saber ni dónde estaba mi casa. — Respondo, recordando algún que otro momento de la noche anterior — ¿Y tú? Apenas te vi por allí, desapareciste enseguida con Javi.

— Si bueno, me dijo que estaríamos solos en su casa y si me apetecía ver una peli, así que nos fuimos — Contesta con un hilo de voz.

— Oh, claro... ya me conozco las películas que veis Javi y tú, ¿me haces un resumen? — Pregunto, haciendo que vuelva a reír.

Sara y Javi llevan juntos desde el último trimestre. Se notaba que ambos se gustaba desde el principio del curso anterior y el por fin dio el paso de invitarla a salir, desde entonces mi amiga parece más feliz si cabe, Javi parece buen chico y mientras mi amiga esté bien, yo no tengo ningún impedimento. Solo le he avisado un par de veces lo que le pasará si mi amiga sufre.

— Peor bueno, cambiemos el tema — Resopla, hablando rápidamente — ¿Tú qué tal con Rober? Iba diciendo que iba a conseguirte esa misma noche, dime que no lo consiguió.

— Que va, ¿me lo estás preguntando en serio? — Al pensar en él no puedo evitar sentir asco — Rober es un completo baboso, ¿puedes creer que intentó meterme la lengua? Y cuando iba borracha, creo que no puede ser más penoso.

— Eso tienes que contármelo en persona. — Parece sorprenderse, y no la culpo, en cuanto al tema del mundo chicos, conozco bastante poco — ¿Estás sola, no?

Sara es mi mejor amiga desde que éramos muy pequeñas y sabe la situación que hay en casa, que mamá y yo pasamos más tiempo discutiendo que juntas y que cada vez estamos más distanciadas. Sí, me paso la mayor parte del día sola en casa y ella por ahí, con mi tía... claro. Nótese la ironía.

— Claro. — Contesto al fin.

— Voy para allá — Y cuelga.

Genial, y a mí que me apetecía estar todo el día tirada. Aunque si se trata de Sara no me importa demasiado.
Miro mi reloj, con lo lenta que es mi amiga, seguramente tarde más de media hora en venir, por lo que voy a darme una ducha.

Me relajo con los chorros calientes cayendo sobre mí y me lo tomo con calma, ya que no tengo prisa.
Cuando salgo, unos quince o veinte minutos después, me pongo unos pantalones cortos y una camiseta ancha para recibir a mi amiga.

— Hola querida amiga — Pasa como una locomotora y se sienta en el sofá — ¿Y bien? — Pregunta al entrar con una sonrisa en la cara. Pocas veces puede verse a Sara disgustada, somos como el blanco y el negro, totalmente diferentes.
A veces, envidio verla siempre tan feliz, aunque claro, es una envidia completamente sana, ya que, aunque nunca se lo diga, la quiero muchísimo.

— ¿Y bien, qué, Sara? — La acompaño, sentándome a su lado.

— Vamos Mel, cuéntame todo lo de Rober. — Pone los ojos en blanco, como si fuera obvio.

— Ya te lo he dicho, intentó darme un beso, es un asqueroso — Pongo expresión de asco y en la cara de Sara veo que está reprimiendo la risa. — ¿De qué te ríes?

— Eso no importa — Sacude la cabeza — ¿Y tú qué hiciste?

— ¿Qué iba a hacer? — Me encojo de hombros — Pegarle.

Y estalla en una carcajada sin poder evitarlo, Sí, no exageraba cuando hablaba acerca de su facilidad para reír. Se revuelca por el sofá, roja como un tomate debido a la risa, al final acaba contagiándome.

— En fin, que sigues sin dar tu ansiado primer beso — Se quita algunas lágrimas, intentando tranquilizarse — Tú prefieres liarte a puñetazos.

— ¿Por qué voy a enrollarme con cualquiera? — Abro mucho los ojos — ¡Y menos con Rober! ¿Estamos locos o qué? Ni borracha, ni fumada haría algo así.

— Lo que te pasa a ti, es que vas de dura, pero tienes un corazoncito — Pone el dedo índice sobre mi pecho — que te dice que esperes a tu gran príncipe azul, al chico indicado.

— Sí, claro, Sara. En tus sueños. — Nunca lo voy a admitir delante de nadie, pero estos temas me resultan incómodos — ¿Quieres algo? Voy a por una Coca Cola.

No he comido, pero ahora mismo no puedo meterme nada sólido por la boca. Todavía siento nauseas del alcohol, la noche de ayer dio para mucho, fue demasiado hasta para mí.

— Vale, gracias.

Pasamos el resto de la tarde juntas, ponemos un canal con una película que ya está empezada, pero como no pretendemos verla, la dejamos para tener algún sonido de fondo mientras charlamos de todo lo que planeamos hacer ahora que han empezado las ansiadas vacaciones de verano.

A eso de las siete de la tarde, acompaño a Sara a la puerta, ha quedado con Javi.
Cuando estamos despidiéndonos reconozco el coche de mamá aparcando, ¿tan pronto llega? Normalmente la oigo entrar a casa cuando estoy en la cama.

Miro por encima del hombro de Sara, que al verme tan atenta también se gira.

— ¿Quién es ese que va con tu madre? — Pregunta, entornando los ojos.

— No tengo ni idea — Tengo el corazón en la garganta — Solo espero que no sea quien creo que es. 

En busca de la felicidadTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang