-Llámale. -dijo levantándose de la cama tras un corto beso. -Yo iré a por la cena. ¿Pizza? -dijo el lobo.

Stiles asintió sonriendo y se quedó embobado mirando a Derek, que cogió la chaqueta de uniforme, pues la de cuero que había robado el jaguar al comenzar la búsqueda estaba manchada de sangre y con la muestra de las garras del lobo en la espalda. En cuanto el lobo salió del cuarto, marcó el número del sheriff, que respondió al segundo tono.

-¿Stiles?

-Sí, papá, soy yo. -dijo apenado al escuchar la desesperación en la voz del padre.

-¿Cómo se te ocurre? ¿Tú sabes lo desesperado que he estado sin saber dónde estabas? Cuando Derek me llamó, me acababa de enterar de que estabas en Oregón porque logré localizar tu jeep con el radar de cámaras de la carretera. ¡No me vuelvas a hacer esto! ¿En qué pensabas? ¿Estás loco o es que quieres acabar conmigo?

-Lo siento, lo siento... yo... no pensé. Simplemente... no sé. Lo siento.

-Pensé que estarías con los demás en el centro comercial, en el cine... pero cuando me llamó Lydia yo...

-Lo siento, papá. -dijo sollozando por la culpa. -Yo... simplemente no podía que nada malo le pasara a Derek...

-Derek es un hombre adulto, Stiles. Se sabe cuidar él solo.

-Lo sé, pero... papá, le quiero. -dijo llorando Stiles. -Si algo le pasara...

-Stiles... -suspiró la voz de su padre. -Entiendo que te preocupes por él, pero no puedes huir de casa sin decir nada a nadie...

-Lo sé... -sollozó Stiles.

-No lo vuelvas a hacer.

-No lo haré.

-Prométemelo. -suplicó el sheriff, al teléfono.

-Te lo prometo. -dijo sin dudar, sinceramente, Stiles.

-Ahora deja de llorar... que encima me estás haciendo pasar mal rato ahora que por fin sé que sigues vivo... Derek me dijo que estabas bien, pero fue algo obtuso cuando pedí que te pusieras al teléfono.

-Estaba durmiendo, curándome de algunas heridas.

-¿Heridas? ¿Estás bien?

-Sí, papá... nada de lo que preocuparse. Ya sabes, arañazos y eso... pero estoy ya bien, de verdad.

-Vale... Pues descansa para recuperarte del todo. -dijo más tranquilo el padre. -Me ha dicho Derek que mañana volvéis a Beacon Hills. Pero ya te llamaré por la noche, que estoy cerrando el papeleo del caso y así hablamos algo más.

-Estaré pendiente del teléfono.

-Eso espero, a no ser que quieras deshacerte de tu viejo padre.

-No digas tonterías... -rió bajo Stiles, sabiendo que su padre ya tenía una sonrisa en sus labios. -Por cierto, papá.

-Dime, hijo.

-Por ti cruzaría todo el planeta si fuera necesario. -dijo sinceramente.

-Te quiero, Stiles.

-Y yo a ti, papá. -dijo antes de colgar la llamada.

Stiles posó el teléfono en la almohada y clavó la mirada en Sniffles, que mordisqueaba un juguete/mordedor. El jaguar sonrió y se tumbó al lado de Troy, comenzando a jugar con el cachorro Sniffles.

Para cuando Derek llegó con una pizza enorme y bebida, Stiles estaba tirado en el suelo, riendo, mientras Troy le lamía los pies y Sniffles atacaba con mimosa fiereza las manos del muchacho. El lobo negó con la cabeza con una media sonrisa y posó la comida sobre una de las mesillas para observar la escena con los brazos cruzados y la cabeza torcida.

Yaguareté·Abà IIWhere stories live. Discover now