Capítulo 33

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Cuando Stiles despertó estaba en un cama mullida. Abrió los ojos y miró a su alrededor. Tardó unos segundos en ubicarse y cuando se incorporó, sintió un agudo dolor en la espalda. Miró a su abdomen al tiempo que se llevaba una mano a la espalda y notó una venda rodeándole el cuerpo.

Mientras miraba el cuarto en el que se encontraba, ubicándose ya por fin, Derek entró en la habitación y sin dudarlo fue hacia él para abrazarle y besarle en una sien.

-Lo siento... tuve que hacerlo. -murmuró en su oído.

-¿Estás bien? -preguntó el jaguar abrazando al lobo, a pesar de saber ya la respuesta.

-No quería hacerte daño, yo...

-Lo sé...-le cortó el jaguar, separándose para mirarle a los ojos. -pero contéstame.

- Sí. -dijo sinceramente hundiendo la mirada en esos ojos castaños. -Estoy perfectamente.

-Bien. -contestó Stiles enterrando su cabeza entre los brazos del lobo para volver a dormirse.

Derek se recostó en la cama aún con el jaguar abrazado a él, usando su pecho como almohada. Distraídamente le acarició detrás de las orejas, escuchando cómo leves ronroneos salían del pecho del muchacho que estaba ya profundamente dormido. El lobo lo miró dormir durante un rato, pensando en lo importante que se había convertido ese muchacho para él, en todo lo que significaba en su vida... en todo lo que quería a ese estúpido adolescente dispuesto a hacer kilómetros y kilómetros de carretera sin avisar a su padre siquiera, para ir a rescatarle. Le besó en la frente y cerró los ojos, durmiéndose él también.

***

El lobo abrió los ojos súbitamente al sentir una brisa donde estaba Stiles al dormirse. Se incorporó de repente y se encontró con Stiles sentado a los pies de la cama, acariciando a Troy y Sniffles.

-Dormilón. -dijo con una sonrisa Stiles.

-¿Cómo estás? -preguntó el lobo mirando el abdomen del muchacho, que ya no tenía las vendas.

-Perfectamente. -dijo gateando hasta el moreno para besarle en los labios.

-Lo sien... -comenzó el lobo, que calló al sentir un dedo posado en sus labios.

-Ya basta de pedir disculpas. -dijo seriamente Stiles. -Yo te disparé y te ataqué.

-Las balas eran de acónito. -dijo alzando las cejas el lobo.

-Pues estamos en paz. -dijo besándole de nuevo, con una sonrisa en los labios. -¿Qué pasó con Las Calaveras?

-Se fueron, supongo. Cuando volví, ya no estaban. -dijo comenzando a acariciar él también a Troy.

-¿Volviste? -preguntó sorprendido Stiles.

-Claro. -bufó el lobo. -No me gustó dejarte aquí solo, pero supuse que dormirías un buen rato. Tenía que asegurarme de que se iban, fui a por tu jeep y también tenía que ir a la comisaría a poner alguna excusa por la desaparición, fui a ver a Jordan y llamé a tu padre y a Scott.

-¡Oh! -exclamó abriendo los ojos.

-Deberías llamar a tu padre. -sonrió el lobo lanzándole su móvil.

-¿Estaba enfadado?

-Estaba más preocupado que enfadado. Al parecer le llamó Lydia muy preocupada por una extraña llamada... ¿Cómo se te ocurre marcharte sin decir nada a nadie?

-Yo... fui a comprar material para hacer un trabajo y cuando volví, escuché desde el coche que Parrish estaba en el hospital y tú estabas desaparecido y... no sé. Ni lo pensé. Solo arranqué el coche y me planté aquí.

Yaguareté·Abà IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora