-Lo del agente de Beacon es una suerte... -decía una voz de mujer. -Esperemos que aparezca pronto el moreno ese tan guapo.

-Brianna, esto es algo serio. -contestó otra voz de mujer.

-Yo no me estoy riendo.

-El sargento Hale está aún desaparecido, no tenemos ni idea de donde puede estar... y sin él, no hubiéramos tenido tantos avances.

-¿Tantos avances? Su compañero está en el hospital y él ha desaparecido... ¡Menuda cantidad de papeleo vamos a tener que rellenar para la oficina del Sheriff de Beacon!

-¡Brianna! -reprendió la otra voz.

-¿Qué? ¡es cierto!

-Si no llega a ser por ellos dos, no hubiésemos localizado el escondite de la droga.

-Cierto... -comenzó irónica. -El almacén que se incendió y destruyó la mitad de las pruebas y que casi fríe al rubio guapetón.

Stiles prefirió dejar de escuchar, puesto que su sangre había comenzado a hervir, deseando entrar y desgarrar la garganta de esa cotilla estúpida que osaba culpar a Derek por... ¿haber descubierto el pastel? Bufó y arrancó de nuevo el jeep, yendo hacia el motel donde Derek le había comentado que se hospedaba.

Subió las escaleras hasta la planta en la que estaba su cuarto y abrió la puerta que tenía el numerito 59. Abrió y se encontró con un cuartucho cutre de motel. Buscó cualquier pista, cualquier nota que hubiera garabateado Derek en busca de la solución del caso... pero nada. Cogió la chaqueta de cuero colgada tras la puerta y aspiró su aroma. Cerró los ojos para disfrutar del olor de Derek una vez más y tuvo que frotarse los ojos para evitar derramar la lágrima que intentaba escapar de sus ojos por el pensamiento de que había perdido a Derek.

Sin dudarlo, se puso la chaqueta y miró alrededor por última vez en busca de alguna pista que no encontró y, decidido, salió del cuarto. Salió del motel al mismo tiempo que entraban dos agentes que, por lo que pudo escuchar, estaban rehaciendo los pasos de Derek antes de su desaparición.

El jaguar se subió al jeep de nuevo y, tras apoyar la cabeza contra el volante en un vano intento de serenarse, arrancó el motor, pensando como lo hubiera hecho Derek. Levantó la cabeza decidido y, tras buscar rápidamente en las noticias locales la localización del almacén incendiado del que había oído hablar a la odiosa Brianna.

Diez minutos después, Stiles observaba el humo que salía del almacén. Las llamas ya estaban extinguidas y los bomberos hacían paso a los policías que indagaban y clasificaban infinidad de bolsitas y paquetes de la droga. Stiles miró alrededor, buscando una posible vía segundaria donde esconder el jeep para ir a pie a revisar los alrededores en busca de Derek. Localizó un acceso a una pequeña cabaña solitaria y decidió dejar ahí su coche.

Armado con su teléfono, comenzó a caminar lentamente, buscando rastrojos de ramas rotas, tal y como Derek le había enseñado a rastrear... pero no encontró nada. Cerró los ojos y olfateó con su casi inexistente sentido del olfato pero nada... lo único que lograba captar eran olores químicos y humo. Sacudió la cabeza y tras un leve gruñido desesperado decidió seguir sus propios instintos.

Comenzó a corretear por los alrededores del almacén que aún estaba rodeado por numerosos bomberos y agentes de policía y sonrió de medio lado al darse cuenta de que, de haber sido cualquier otro caso en el que no estuviera Derek involucrado, hubiera forrado su pared del cuarto con fotos, datos... y lo hubiera estudiado y analizado hasta tener la respuesta pero... pero ya no era el mismo Stiles... ahora era aún más impulsivo que antes, y no por ello más inepto.

Alzó su mirada y vio un pino lo suficientemente alto. No era ni de lejos, tan alto como los que había en los bosques de Beacon Hills, pero las alturas siempre le daban un punto de perspectiva distinto. Transformó sus garras y trepó ágilmente hasta la copa del árbol. Miró a su alrededor y vio el almacén a la perfección. En la otra dirección estaba la ciudad. A excepción de esos dos puntos, lo demás era campo y pequeñas arboledas que no podrían llegar ni a soñar con convertirse en "bosquecillo".

Yaguareté·Abà IIWhere stories live. Discover now