-Espera Stiles. -logró parar Scott, entre risas, a su mejor amigo. -¿En serio estás preocupado porque los demás policías se metan con Derek? ¿Derek Hale? -volvió a reír Scot.

-¡Pues sí! -aseguró cruzándose de brazos para descruzarlos inmediatamente y empezar a gesticular. -Y ya no es solo eso, Scott, es que soy un niñato hiperactivo y verborreico al que le gusta dormir en las estanterías de arriba y que le pasan cosas raras, pero no raras normales como las vuestras, no... raras de cojones. Que si ahora tengo otitis, que si ahora mi jaguar se vuelve loco y puede que intente matar a quien me intente dominar, que si le atravieso el pecho, que si beso a su tío, que si ahora me entra el celo, que si ahora me da por lloriquear por las esquinas... ¡Por no olvidar el frío! Sé que le jode y que jamás lo admitirá en voz alta, pero sé que no duerme cómodo cuando me acurruco contra él porque hace frío. En serio, su puta casa es una nevera.

-¡Stiles! -gritó Scott cogiéndole de los hombros. -Deja de pensar en absurdeces de por qué no deberías gustarle a Derek y piensa en el por qué le gustas.

-Ya bueno... es que es eso lo que no entiendo. ¿Que no me escuchas?

Scott le zarandeó para intentar relajar al jaguar, que torció la cabeza, alzando una ceja sin entender. El alfa suspiró y le soltó para ir a sentarse de nuevo en su silla.

-Tienes razón. -dijo de golpe, viendo el gesto lastimoso de Stiles. -Que Derek esté contigo, que te perdone tantas cosas... no tiene sentido. Pero es así.

-Se supone que tienes que animarme. -dijo con un hilillo de voz el jaguar, que comenzaba a notar cómo se le encharcaban los ojos.

-No te me pongas ahora a llorar... -sonrió dulcemente Scott, yendo hacia él. -No me has dejado terminar. -Dijo sentándose a su lado y mirando al suelo siguió. -Lo cierto es que aunque no tenga sentido, él te da algo de serenidad (no mucha, porque eres Stiles) y tú le das algo de remedio anti amargura. Entiendes mejor que nadie a sus cejas y no sólo desde que sois pareja, si no que siempre habéis tenido ese toque de conexión que jamás he visto en nadie... El caso es, que aunque suene muy cursi y si le dices a alguien que lo he dicho lo negaré... el caso es que os complementáis. Nunca he visto a Derek tan equilibrado como desde que está contigo y nunca te he visto a ti tan bien como desde que estás con él. -dijo volviendo a mirar a Stiles, que se lanzó sobre Scott en un abrazo.

-Eres un cursi. -rió Stiles.

-Si sale de aquí, lo negaré. -acompañó a Stiles con sus risas y abrazando también a su amigo.

-Sí, sí... muy bonito. -dijo separándose por fin el jaguar. -Pero no me has ayudado en nada con lo de la cita.

-Pues... yo qué sé... llévale a cenar a algún sitio y después a un pub a tomar una cerveza antes de ir a casa y... bueno... yo ahí ya no me meto.

-Mi padre no me deja dormir en su casa. -rió Stiles al ver la mueca de Scott. -Aunque ayer hizo una excepción y...

-¡Que no me cuentes esas cosas! -gritó Scott lanzándole la toalla aún húmeda, haciendo que Stiles rompiera en carcajadas.

-¡Por cierto, Scott! -llamó de repente a su amigo.

-Dime. -dijo el alfa.

-Kira tiene que estar muy contenta con... -dijo señalando la entrepierna de Scott, con una sonrisa pícara. Y logró su cometido, pues su mejor amigo se puso rojo y, cuando Stiles estalló en carcajadas, lo lanzó por la ventana mientras le gritaba "¡Vete a preparar la cita, imbécil!".

***

Fue a las cuatro de la tarde cuando Derek llamó a Stiles, que ya lo había preparado todo y sólo tenía que ducharse y vestirse. Así que a las cinco, Derek aparcó su amado Camaro a la puerta de la casa de los Stilinski y salió para después trepar por la pared hasta el cuarto de su novio. Porque claro, las puertas estaban sobrevaloradas.

Yaguareté·Abà IIWhere stories live. Discover now