Camp Goys [1] EDITANDO

45.

LAVINA

—¿Cómo llegue hasta aquí?—según lo que recuerdo, nos habíamos quedado en la cafetería hasta tarde con Jesse, y en mi mente no viene ningún recuerdo de caminar hasta la cabaña.

Empuje a Jesse para que despertara pero como no funciono tuve que recurrir al plan B, sé que odia que haga esto pero es mi última opción.

Pase mi lengua por toda su cara haciendo que abriera sus ojos, le di una sonrisa, me quise alejar pero me agarró de la cintura y me tiró a la cama para tenerme debajo suyo.

—No te atrevas...

Me hizo cosquillas. Chille y patalee pero aun así no se aparto.

La puerta de la cabaña se abrió repentinamente.

—Oh mis ojos, ¿qué es lo que ven?— gritó Corey— Chicos, no podemos pasar, hay gente practicando el kamasutra allí adentro.

—No seas estúpido—dijo Jesse, por fin se había alejado, se recostó a mi lado, tapándonos con la sabana.

Iba a pegarle pero me detuvo robándome un beso y bueno eso me hizo olvidarme de lo demás.

Todos tosieron para llamar nuestra atención.

—Si terminaron de compartir saliva, ¿podemos ir al gimnasio? Grace y Harry nos esperan—comentó Bailey saliendo junto a Brent.

—Ustedes vayan, tengo que cambiarme—todos salieron excepto Jesse.

Lo miré enarcando una ceja.

—Dije todos—remarque la última palabra.

Me ignoro y se sentó en una cama.

—También debo cambiarme, no puedo salir así—mi vista bajo a su bóxer, claro no puede salir así mostrando todo su cuerpo tallado a mano.

Suspire rendida—Cámbiate aquí, iré al baño.

—No hace falta que te vayas, puedes cambiarte aquí. Prometo no mirar.

—Si llegas a mirarme, te pegaré y no volveré a hablarte en tu vida—se volteó mirando la pared.

—Al contrario tuyo a mí no me molesta que me veas desnudo—sentí mis mejillas ponerse rojas—¿Quieres que me de vuelta así aprecias una gran vista?

Abrí mis ojos sorprendida por su insinuación, rápidamente me di vuelta y decidí cambiarme en el baño—Eres imposible.

—Oh, vamos.

Cerré la puerta dejándolo solo, cuando salí del baño, Jesse estaba esperándome, me sonrió y se acercó para darme un pequeño beso en la mejilla.

Nos dirigimos al gimnasio pero alguien se interpuso en nuestro camino.

—Lavina estad flaca ¿Ya nació Jessito?—preguntó Zoe emocionada.

Me había olvidado de que existía. la última vez que la vi fue cuando la noqueé y la dejamos tirada en el piso.

Jesse se acercó a mi oído y me susurro.

—Parece que se olvidó de lo que sucedió la última vez que nos vimos.

Me encogí de hombros, bien no tenía ganas de seguir con esta conversación además nos estaban esperando.

—Discúlpame pero creo que te estas confundiendo—dije—¿quién es Jessito?

—Su baby—contestó ella—Estabas embarazada.

—Ella jamás estuvo embarazada, creo que nos confundes. Además nosotros no te conocemos—Jesse me siguió la corriente.

Zoe se quedó callada un segundo, negó con su cabeza—No, me acuerdo de ustedes. Serán padres—dijo.