Camp Goys [1] EDITANDO

3.

-Mamá, tenemos que pasar a buscar a las chicas y se nos hace tarde- baje a toda prisa por las escaleras.

-Lavina ten cuidado, te caerás con todos esos bolsos -bufo mi madre.

- Perdón estoy ansiosa por el viaje - dije yendo a mi auto para guardar el equipaje en el maletero.

-No te olvidas nada, ¿cierto?

-No, revise ocho veces las cosas para asegurar que no faltara nada. Tengo todo lo que necesito.

- ¿Segura? Mira que son unas cuantas semanas.

-Lo sé, no te preocupes tengo todo- saque mi celular que justo había sonado avisando que tenía un mensaje de Ciara.

Estamos todas en mi casa!!!!

Guardé mi celular y volví rápidamente la vista hacia mi madre.

-Están en casa de Ciara - subí en el asiento del acompañante.

*

-Mi mamá lloro mucho, tampoco es que me esté yendo a la guerra- dijo Bailey arrugando su frente.

-Imagínate como será cuando te vayas a la universidad - hablo Marleen.

- Ni me lo recuerdes, creo que hará lo posible para que no me vaya- suspiro.

-De tan solo pensarlo me dan ganas de llorar a mí, no falta nada para que Lavina también se vaya- dijo mamá mirándome con ojos tristes- Pero no es tema para hablar ahora. Espero que se diviertan y cuando regresen quiero todos los detalles.

Estacionamos cerca de la entrada del aeropuerto y nos bajamos listas para entrar.

-Pórtense bien y no se olviden de llamar -nos abrazó a cada una.

-Mamá, no te preocupes estaremos bien. Cuídate mucho y gracias por este viaje - dije dándole un beso y abrazo.

- Te amo hija. Solo quiero que seas feliz y disfrutes de este viaje- sonrió.

Una vez que nos saludamos diez veces más con mi madre, nos dirigimos al embarque y nos subimos al avión.

*

- Ciara ¿Te molestaría devolverme mi mano? - dije apretando los labios realmente me está agarrando muy fuerte.

- Ah sí, lo siento- la soltó.

Mire a Marleen y Bailey que dormían plácidamente en los asientos de al lado, podía ver como se les caía la baba. Esta oportunidad no debía ser desperdiciada, saque mi celular para tomarles una foto. Sé que cuando se enteren querrán matarme, pero habrá valido la pena.

- ¿No son tiernas? - le pregunte a Ciara que está a mi lado con los ojos cerrados, sé que le tiene miedo a volar por eso dejo que vuelva a tomar mi mano.

- Te matarán, pero si se ven tiernas- dijo riéndose.

No dije nada y acomodé en el asiento para poder descansar.

No sé cuánto tiempo paso, pero abri los ojos en el momento en que sentí que alguien me sacudió, una vez que estoy completamente despierta veo a las chicas avisándome que hemos aterrizado.

-Eso fue rápido-dije estirándome en el asiento.

- Yo sentí que fueron días, no veía la hora de que esto aterrice-ñ.

- Ve el lado positivo, el avión no se cayó- murmuro Marleen con una sonrisa maliciosa solo para molestarla.

- Bueno, iremos a la entrada. Aquí dice que alguien nos estará esperando para llevarnos al campamento-leí el papel con los datos del mismo.

Apenas bajamos del avión Ciara se tiró al piso y empezó a besarlo.

- Nunca más vuelvo a subir a esa cosa.

- Einstein, para volver a Seattle deberás subirte al avión. Claros, a menos que quieras volver caminando- Bailey le palmeo el hombro.

-Lo sé, pero déjame disfrutar después me preocupare por eso .

- ¡Chicas! Necesito un baño urgente. Por favor, cuiden de mi equipaje. Enseguida vuelvo- dije corriendo rápido.

Me recorrí casi todo el aeropuerto en busca de un baño, una vez que lo encontré hice mis necesidades. Abrí la puerta lista para volver y al salir me choqué con una persona. Estaba preparada para caer, pero una mano me sostuvo del brazo.

Levante la vista para agradecer a la persona que evitó que cayera y casi lo vuelvo hacer.

Nunca en mi vida había visto a alguien tan hermoso como el chico que tenía enfrente mío.

Alto, pelo negro y con unos ojos negros que atrapaban. En pocas palabras, es perfecto.

- Tienes un poco de baba en la barbilla, linda- el chico en cuestión curvo una sonrisa seductora.

Corrí la vista y miré para otro lado, seguramente pensó que era una pervertida por estar devorándolo con la mirada, pero es que es inevitable ignorar su belleza.

Solo es un simple chico, no es Brad Pitt en bóxer.

- ¿Te comieron la lengua los ratones? - pregunto burlándose.
Se apoyo en la pared sin despegar su mirada de mí.

Todo lo lindo que pensé sobre él, se esfumo cuando abrió su boca.

- Claro que si,estúpido. Solo que no hablo con desconocidos. Ahora si me permites tengo que irme -dije entre dientes tratando de empujarlo para que se aparte.

-Tienes carácter, me gusta.

- ¿ Eso debería importarme? - pregunté- Como sea, déjame pasar, neandertal- dije fulminándolo con la mirada.

- ¿Neandertal? Lindo, pero me llamo Jesse- dió un paso hacia mí - ¿Tienes nombre?

- Me llamo que te importa - fingí una sonrisa- Ahora, ¿Te puedes apartar?

Me dio una larga mirada, por un momento pensé que mis piernas me traicionarían y terminaría a sus pies.

Asintió y se corrió para su derecha.

- Adiós - dije comenzando a correr para la entrada.

- Un gusto conocerte, que te importa. Por cierto, lindo trasero - lo oí gritar detrás de mí.

Pare de golpe y le enseñe el dedo corazón.

Jesse lo único que hizo fue saludarme sin perder su sonrisa, grandísimo idiota.

Me dispuse a seguir mi camino, rápidamente salí para buscar a mis amigas, pero no logre verlas, ¡Mierda! Se han ido. Estoy dándome la vuelta para entrar nuevamente cuando vi a las chicas haciéndome gestos para que me acercara desde un auto.

- ¿En dónde estabas? - Ciara me abrió la puerta.

- Lo siento, tuve un pequeño inconveniente pero ya está solucionado- murmure y no puede evitar pensar en ese chico.

Maldición.

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