Camp Goys [1] EDITANDO

38.

—Necesito que me ayuden—dije desde el armario.

Tal vez se estén preguntando qué hago aquí pero es que estuve todo el día tratando de que mis amigas me ayuden a idear un plan para que Jesse pueda perdonarme pero fue tanto lo que insistí que ellas optaron por encerrarme aquí.

Primero intenté hablar con Jesse pero me esquivo en todos los intentos que tuve para disculparme y ya no sé qué hacer.

Sé que me lo merezco por haber desconfiado, pero estoy arrepentida.

Soy humana y cometo errores.

—Batifiona ayúdame, se supone que es tu trabajo—golpee una vez más la puerta del armario.

—No mereces de  mi ayuda—replicó Fiona— Tampoco el perdón de Jesse.

—¿O te lo mereces?— canturreó Bailey.

—Lo merezco, sé que me equivoque, necesito solucionarlo y no puedo hacerlo sola.

Puede que haya sido una perra pero tuve mis motivos para actuar así.

Si quiero a Jesse, lo admito y soy una tonta por esperar a que todo esto sucediera para decirlo.

— Jesse dijo que no te molestaría más, seguro que ahora está con alguna chica—habló Ciara.

—¿Que? No— salí rápidamente de adentro para encontrarme con mis amigas sentadas en las camas riéndose— Tiene que perdonarme.

—Entonces busca rápido la manera de que lo haga, he oído que Jesse tiene una cita esta noche, cosa que no me sorprende muchas quieren tirárselo, es como el Bratt Pitt morocho de Camp Goys—comentó Marleen encogiéndose de hombros.

Mi boca prácticamente tocaba el suelo.

Esto no puede estar pasando.

—Lo perdí, cumplió lo que dijo, no me molestara más y ahora estará con otra chica y se olvidara de mi.

—Ese famoso dicho "No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes" es justo para esta situación. El pobre de Jesse se cansó de decirte que te quería y de decirte la verdad respecto a Dax, pero tú orgullo fue más fuerte—habló Fiona acercándose a mí—igual no es demasiado tarde, todos merecen una segunda oportunidad.

Asentí rápidamente, ya lo decidí lucharé por lo que quiero.

Tengo que obtener su perdón y decirle de una vez todo lo que siento, tengo que dejar de ser una miedosa. Olvidarme de  mis horrorosas relaciones.

No todo tiene que ser igual, puede ser el indicado para mí.

"Todos tenemos nuestra otra mitad"  Es lo que siempre decía mi abuela y estoy segura que de una forma extraña Jesse es la mía.

*

Son más de las seis de la tarde y todavía no tengo ninguna idea de cómo hacer para que Jesse me perdone, tengo que hacer algo genial.

—No se me ocurre nada—aplaste mi cara en una almohada.

—Escríbele una carta contándole sobre tus sentimientos—sugirió Ciara.

— O dale un pastel—dijo Bailey

—Regálele un perrito— dijo Marleen.

—¿De dónde saco un perro?—enarqué una ceja—No creo que sea fácil encontrar uno en medio de un campamento.

Siguieron tirando ideas, y aunque apreciaba que me estén ayudando, sus ideas eran malas.

—¡Tengo una!— exclamó emocionada Fiona—Soy genial.