Camp Goys [1] EDITANDO

15.

Si les dijera que dormí toda la noche como un angelito, olvidándome del casi beso ¿me creerían? Pues harían bien en no hacerlo, amaneció y no pude pegar un ojo pensando en que hubiese pasado si llegaba a besar al neandertal estúpido, o sea todavía no logro entender cómo casi cometo tal error, no se para mí que el jugo que me dieron en la fogata no era exactamente eso.

Deja de buscar excusas baratas y acepta que querías besarlo.

A veces me encantaría que dejaras de interrumpirme, no ves que estoy tratando de solucionar un problema aquí.

A veces me encantaría ser la conciencia de otra persona, una que esté cuerda si es posible, pero como ves no todo se puede.

Me senté en la cama viendo como Bailey abrazaba a Brent, vaya sería muy bonito sacarles una foto pero mi teléfono esta extraviado en estos momentos, muy inoportuno. Colt se encuentra durmiendo en el piso en una posición realmente rara que es imposible describirla y por último el estúpido roncando. Me acerque hasta él despacio y me incline para ver su cara, lo observo durante unos minutos, no me culpen soy una chica con necesidades y sé admitir cuando alguien es lindo y Jesse es realmente lindo, lastima su personalidad.

No sé por qué diablos lo estoy haciendo pero mi mano tocó su mejilla haciendo que Jesse se moviera de repente y llevara su mano hasta donde se encuentra la mía.

Carajo.

Trate de quitársela pero el estúpido no la suelta, se agarró de ella como un niño pequeño que no puede soltar su osito de peluche en las noches.

—Vamos, Jesse devuélveme mi mano—susurré.

Intente como diez veces pero no hay caso se prendió a mi mano como una garrapata, podría despertarlo pero tendría que explicarle el porque estamos así y no se me ocurre ninguna excusa.

Pero que dices si tú eres miss excusas.

Creo que pasaron quince minutos por lo que vuelvo a intentar, apoye mi otra mano en su hombro y lo empuje mientras ejercí fuerza con mi cuerpo.

Cuando estoy haciendo un último esfuerzo, Jesse me soltó y salí volando literalmente al piso, debió ser tan fuerte el ruido de mi caída porque a los segundos tenia a las cuatro personas con las que comparto la cabaña paradas a mi lado mirándome.

¿Vieron cuando hay nieve y todos nos tiramos en ella para hacer angelitos? Bueno esa es mi posición actualmente, solo que no hay nieve y parezco una estúpida.

—Buenos días—salude a todos ignorando la cara de confusión de los chicos, Jesse me tiende una mano, acepto su ayuda.

Simplemente le devuelvo una sonrisa de agradecimiento.

*

—¿Podrías decirme otra vez porque estabas tirada en el piso a las ocho de la mañana?—estamos todos en la cafetería desayunando.

—Bailey ya te lo dije, tenía calor y vi el piso como buen uso, porque es frío y todo eso.

—Eres rara—murmuró Jesse por lo que le di una mala mirada y seguí desayunando.

—Necesito un cambio urgente, no puedo seguir usando esta remera—chilló de repente Ciara.

—Estoy de acuerdo, espero que alguno de ustedes haya encontrado la manera de poder cambiarse de la cintura para arriba sin tener que desatarse—habló Marleen juntando sus manos en modo de súplica.

—Creo que todos estamos iguales, también necesito una prenda nueva—Jesse se olio la remera— Huele mal.

Realmente nuestras prendas de vestir están agarrando feo olor, tener que llevar la misma prenda por tres días no es para nada higiénico. Gracias a dios que las sogas son largas y nos facilita poder bañarnos sin ningún problema.