-¿Te gusta? Me ayudó Jackson... bueno, en realidad lo escogió él... yo quería traerte una camiseta de esas de "Alguien que me quiere mucho me ha traído esta camiseta de..." -dijo su hijo, haciendo que el sheriff riera por la ocurrencia de Stiles y agradeciera la ayuda de Jackson.

-Me gusta mucho. Dale las gracias a Jackson de mi parte. -rió el mayor.

-Y ahora que lo pienso... debería quedar con los demás para darles los suyos... Pero ya es tarde, no llegaré a la cena. -dijo el jaguar mirando a su padre, que rodó los ojos.

-Venga, ve. -dijo sonriendo. -Pero nada de quedarte a dormir en otros sitios. Duermes aquí. Y SOLO.

-Que sí, papá... -rió el joven subiendo para coger los regalos de sus amigos e ir a repartirlos como si fuera el mismísimo Santa Claus.

***

Dos horas después, tras haber entregado ya los regalos a Scott, Kira y Ethan, estaba llamando a la puerta de la familia Martin. Fue la madre de Lydia la que abrió, tan perfecta como siempre, y le indicó que su hija estaba en su cuarto. Con una sonrisa dibujada en sus labios, subió las escaleras y llamó a la puerta.

-Adelante. -escuchó sin problemas a la pelirroja.

-Buenos días, señorita. -dijo con una sonrisa al entrar. Pero la sonrisa se congeló cuando vio los ojos enrojecidos de la muchacha. Sin duda alguna había estado llorando. -¡Lydia! ¿Qué te pasa...?

-Yo... no, nada. -dijo sonriendo. -Debe ser alergia.

-Y un cuerno.

-Stiles...

-Dime lo que te pasa. -dijo sentándose sobre la cama, al lado de la muchacha.

-Es solo que... pienso en todo lo que ha cambiado mi vida, en toda la gente que tuve a mi lado y que ya no está...

-Todos hemos perdido mucho, pero... también hemos ganado muchas otras cosas.

-Sí, pero... siento que yo lo he perdido todo. ¡Mírame! Yo antes era popular, tenía un novio genial, guapo y atlético... luego me convertí en una loca que había paseado desnuda por el bosque, mi mejor amiga era la sobrina de una psicópata... mi novio, que resulta ser un reptil asesino, por fin vuelve a la normalidad y se va, rompiéndome el corazón... me echo un ligue por despecho y resulta que es uno de los alfas que viene a destruirnos, cuando por fin empiezo a sentir que está cambiando algo entre nosotros se muere, mi mejor amiga también muere... ¡Y mi única habilidad es sentir la muerte! La muerte me rodea, Stiles, no lo soporto más...

Stiles la abrazó para consolarla y ella enterró su preciosa carita en su hombro mientras el jaguar acariciaba la hermosa cabellera de la muchacha.

-No puedo ayudar en eso, Lydia... ojalá pudiera hacer algo al respecto pero... lo único que puedo hacer es estar aquí a tu lado.

-Eso ya es bastante. -dijo sonriendo por fin, separándose y mirando a los ojos de Stiles mientras le sujetaba el rostro con ambas manos. -Ojalá me hubiera dado cuenta antes de lo buen partido que eres.

-¡Y mira que te di oportunidades! -rió Stiles.

-Eres el mejor. -dijo abrazándole fuertemente.

-Guardaré eso en mi memoria como un tesoro. Eso y el beso que me diste para cortar mi ataque de ansiedad. -dijo, riendo los dos.

-Serás tonto... -rió la muchacha. -Bueno... ¿Y qué haces aquí? -dijo levantándose y yendo al espejo para atusarse el pelo y retocar su raya de ojos.

-Pues... te traigo regalitos. -sonrió Stiles enseñando una bolsa de papel. Lydia saltó en su sitio de la emoción y se acercó de nuevo a Stiles.

Yaguareté·Abà IIWhere stories live. Discover now