-¿Qué quieres? -preguntó fingiendo interés en su pantalla del ordenador.

-Vengo a buscar información acerca de la seguridad vial. -contestó el muchacho alzando la voz más de lo necesario.

-¿Qué? -preguntó Derek alzando la ceja y con una mueca de plena confusión.

-Estoy intentando disimular. -susurró el muchacho.

-Ah... vale. Pues... -comenzó el lobo antes de empezar a susurrar, imitando a Stiles. -estás llamando más la atención.

-Pues... ehm... Quería decirte que tenía el móvil en silencio y que si no te cogí las llamadas fue porque no me enteré.

Derek lo miró y asintió. Cualquier persona que no fuera Stiles, hubiese pensado que el agente seguía del mismo mal humor que cuando había entrado, pero el jaguar le conocía lo suficientemente bien como para saber que el milímetro de ceño que había disminuido en el lobo, significaba que ya no estaba molesto, así que sonrió, se levantó de la silla y se despidió.

-Y... bueno... si mi padre pregunta, estaré en la clínica veterinaria.

-Se lo diré cuando venga. -contestó el lobo volviendo a mirar a la pantalla.

-Bueno, chicos, seguid trabajando así de duro. -sonrió mientras se despedía con la mano de los demás agentes.

***

-¿¡Que quieres que haga qué!?

-Desnúdate. -repitió calmadamente el veterinario.

-¡Anda, sí! -dijo Stiles encaramado en una estantería de la clínica, huyendo del hombre.

-Stiles, tengo que hacerte revisión.

-¡Y una mierda una revisión!

-Vale... no te haré revisión. Pero lo dejaremos para más adelante.

-¿Seguro? -preguntó el jaguar bajando lentamente de su escondite.

-Sí, seguro. Pero el chequeo hay que hacértelo tarde o temprano.

-Mejor tarde. -dijo ya poniéndose al lado del veterinario.

-Mejor temprano. -dijo súbitamente el hombre, clavando una jeringuilla en el hombro del jaguar, que saltó hacia atrás.

-Maldito viejo traidor... -dijo sacando la aguja de su brazo. -Te vas arrepepntir... ya... ya verderás tú...

***

Cuando Stiles recuperó la consciencia, estaba boca abajo en la camilla de metal, tan sólo vestido con sus calzoncillos. Se incorporó de golpe y miró alrededor, sobresaltado. Al fondo de la estancia se encontró al veterinario rellenando unos formularios y su instinto animal hizo que se encaramara de nuevo sobre la estantería, bufando y gruñendo al veterinario, completamente transformado y el pelo erizado.

Tranquilamente, el veterinario lo miró y Stiles reaccionó lo suficiente como para dejar de comportarse como un gato cabreado. En cambio, se bajó al suelo y con un ceño más digno de Derek que suyo, preguntó.

-¿Qué me has hecho?

-Análisis, radiografías... cosas que no me hubieras dejado hacerte en caso de estar consciente.

-Eso suena mal... -dijo levantándose y yendo hacia donde había localizado su ropa para ponerse los pantalones.

-No te he hecho nada que no le haga a mis animales, mis clientes habituales.

-Eso suena peor. -añadió poniéndose la camiseta y escuchando reír al veterinario.

-Sabía que no te gustan las agujas y, como los demás están entrenando, nadie podía ayudarme a sujetarte, así que...

Yaguareté·Abà IIWhere stories live. Discover now