Al salir de la habitación me encontré con James.
-¿Se le ofrecía algo más, señorita? ¿Necesitaba más agua caliente?
-Oh no, se lo agradezco, todo está perfecto.
-Bien, la cena será servida en unos minutos.
-Muero de hambre.
-Sí, igual yo. ¿Me haría el honor de acompañarme?
El chico me ofreció su brazo y lo vi sonreír. Yo acepté y caminé con él por el pasillo.
-Luce magnífica, si me permite que le diga.
-Gracias, James. Usted también luce espléndido.
Bajé las escaleras con él y divisé a Jack junto a Gibbs, hablaban con la señora Turner. Estaba preocupada por el joven Gibbs pero no quise preguntar a James.
Había un banquete esperando en el comedor, moría de hambre, no me importaba quien estuviera en la mesa mientras pudiera probar las delicias que podía oler desde el salón principal.
-Te quedó perfecto mi vestido. Luces muy linda.
-Gracias, señora Turner.
-Bien, pasemos al comedor. -Era James.
-Espero que haya ron. -Exclamó Jack.
Entré y vi aquello tan apetitoso. Me senté junto la señora Elizabeth y frente a James, Jack estaba al otro extremo con Gibbs pero faltaba el joven Gibbs.
-Gibbs ¿Donde está su hijo?
-No lo sé, señora. Iré a buscarlo.
-No es necesario. -Isaac entró al comedor, había peinado su cabello hacia atrás, usaba una camisa blanca de manta y pantalón negro, se veía muy fresco.
Mi corazón estaba palpitando fuertemente , sentí un calor en mi rostro, bajé mi cabeza y traté de concentrarme. ¿Que me estaba pasando?Cuando pensé en que no me importaba quién estuviera en la mesa me refería a Jack. Ahora moría de pena llevarme un bocado a la boca con el joven Gibbs frente a mi.
-¿Pasa algo, Juls?
-Oh, no señora Turner. Todo está bien.
Al final todos terminaron, yo aún estaba apenada pero había comido un poco. Jack y Gibbs se retiraron junto a la señora Turner. Fueron a hablar al estudio.
-¿Toca usted el piano, Juls? -James me había preguntado, lo miré a él y luego al joven Gibbs, sabía sí, un poco pero no quería tocar.
-No muy bien, la verdad me gusta más la lectura.
-¿Y usted, joven Gibbs?
-Yo no, nunca he tocado un piano, también prefiero la lectura.
-Entiendo. ¿Me acompaña al salón, Juls?
Miré al joven Gibbs y luego a James. Asentí y luego me ofreció el brazo.
-Con su permiso, yo iré a dormir. -Exclamó Isaac.
-Tan rápido joven Gibbs.
-Sí, me siento muy cansado por lo de hoy. Ya sabe, no estoy acostumbrado.
-Bien, que descanse.
-Buenas noches, joven Gibbs.
Después de escuchar dos melodías tocadas por James en el piano. Me sentí un poco aburrida. Quería saber que hablaban tanto Jack, Gibbs y la señora Turner.
-Maravilloso.Toca muy bien el piano, James.
-Gracias.
-¿Sabe? Quiero que me disculpe pero es que yo me siento cansada también. ¿Le molesta si me retiro?
-No, claro que no. La acompaño a su habitación.
-Gracias.
Luego de caminar por el pasillo y estar frente a la puerta, me despedí de James. Había sido todo un caballero. Esperé a que se fuera y luego salí sin que se diera cuenta, bajé las escaleras y busqué la puerta del estudio. Quería saber de qué hablaban, había llegado a la conclusión de que Jack me ocultaba algo. Pues claro era un pirata. Era obvio.-Mañana por la tarde partiré a Crimson Deep aunque tenga que robar un barco.
-Ya te dije Jack, no es necesario, yo te daré uno, no es la gran cosa pero te servirá. -exclamó Elizabeth.
-Jack ¿Y el rubí? -Dijo Gibbs.
-Encontraré la forma de quitárselo. -Agregó Jack.
-¿No es más fácil negociar con ella?
-Lizzy, soy un pirata. No voy a negociar con una niña.-¿Escuchando conversaciones detrás de las puertas?
Di un salto y me di media vuelta. Era el joven Gibbs.
-¿Qué hace? Me asustó, joven Gibbs.
-Lo siento, dígame Isaac, insisto.
-Bien, Isaac. No vuelva a hacer eso.
El sonrió y asintió.
-¿Qué sabe?
-Jack quiere mi rubí.
-¿Por qué?
-No lo sé.
Isaac acercó su oído a la puerta.
-No se escucha nada.
-¿Cómo que no?
-Vienen hacia la puerta. Debemos escondernos.Isaac me tomó del brazo y me haló a otra habitación, nos escondimos detrás de una cortina, estabamos frente a frente, estaba muy cerca de su cuerpo. Él olía a jabón y un toque de brezo. Podía sentir su respiración en mi sien.
-De acuerdo, Jack. Intentaré convencerla.
-Gracias por todo Lizzy.
-Adiós, Jack, Gibbs.
-Nos vemos mañana al anochecer. -Dijo Jack.Isaac me había mirado a los ojos, agradecí a la tenue luz de la habitación, ya que, sentía mis mejillas arder.
-Es usted muy hermosa, señorita Roxton. Disculpe mi atrevimiento pero necesitaba decírselo.
-Gra-gra-gracias, joven Gibbs.Él sonrió, seguro por lo tonta que me había visto tartamudeando. Luego lo vi acercándose más a mí ¿estaba a punto de besarme? ¿qué atrevido? Pensé, cerré mis ojos y luego escuchamos un gato maullar a nuestros pies. Ambos reímos, yo me acerqué para acariciar el gato.
-Lo siento. Señorita, creo que es mejor irnos de aquí.
-Sí, es tarde, estoy cansada.
-Sí, al igual yo.
-Me preocupé mucho hoy ¿está usted bien?
-Sí, lo estoy, mucho mejor, ahora. -Isaac me tomó la mano y la beso. Quería abrazarlo, era algo extraño pero deseaba hacerlo.
-¿Le parece si hablamos mañana del plan?
-Después del desayuno, puede ser.
Caminé sola a la habitación, no quería que me vieran acompañada de Isaac a esas horas.
YOU ARE READING
La hija de Jack Sparrow
Fan FiktionAventurero, mentiroso y bribón, aún así robó más de un corazón. Jack Sparrow o que diga el Capitán Jack Sparrow, uno de los más famosos piratas del Caribe es buscado por su hija Juliette, quien por cierto él no sabe que existe, la chica se lamenta d...