12. ...de mundos diferentes.

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Al amanecer salí del camarote para ver el sol ascender en el horizonte. No había nada más que agua y más agua alrededor. En medio de la nada, pensé.

-¡Buenos días, señorita! -Di un salto y miré detrás mío. Era el hijo de la señora Turner en el timón.
-Joven Turner, me asustó.
-Lo siento, no fue mi intención.
-¿Cómo se encuentra? -Le señalé el brazo.
-Bien, sólo fue un roce. -Él sonrió.
Miré hacia ambos lados, había un par de marineros asegurando los aparejos. Miré nuevamente hacia el joven Turner. Caminé un poco nerviosa hasta la escalera y fui hasta él.

-¿Y usted, señorita? ¿Durmió bien?
Titubee antes de responder, no le quería decir que no dormí nada bien, en realidad no dormí. No quería hablarle de mis problemas, no le interesaban o quizá sí pero no quería darle explicaciones.

-Bien, descansé sí. Gracias.
-Disculpe, que le diga pero no parece a así.

Que joven más intrometido, pensé. Luego analicé bien la frase y pensé que tal vez estaba interesado en saber qué me sucedía. O simplemente tenía un rostro de espanto y estaba preocupado.

-Me es difícil dormir en un barco, no estoy acostumbrada. -En realidad sí,  desde pequeña lo hacía.
-Es normal, señorita. Por cierto, no me he presentado formalmente. -Él joven sujetó el timón con una cuerda y luego me tomó la mano para besarla. -Capitán James William Turner, a sus órdenes.
-Es un placer, joven Turner. Yo soy Juliette Roxton.
-El placer es mío, señorita.
Había tenido dos momentos incómodos con el joven Gibbs pero éste era aún más bochornoso, el joven Turner me había mirado fijamente a los ojos, mi mano aún estaba en la suya. Era un chico apuesto y muy educado, eso me agradaba. Aparté mi mano y él parpadeó.

-Disculpe mi atrevimiento, señorita. Tiene usted ojos hermosos. Si me permite decírselo.
-Oh, es muy amable. Joven Turner.
-Dígame James.
Yo sentí mis mejillas arder, luego sonreí.

-¡Buen día! Señorita Roxton. Joven Turner.
-¡Buenos días! Joven Gibbs. -Le dije.
-Gibbs. -James le hizo una seña para saludarlo.

Observé a ambos de reojo y pensé en sus diferencias. Los dos eran apuestos pero venían de mundos diferentes. El joven James, era un muchacho buen mozo, de buena familia, aunque era hijo de un pirata tenía excelentes modales. En cambio el joven Gibbs, era hijo de un pirata, quizá era muy educado pero se notaba su humildad en la vestimenta. Era obvio que era un simple sirviente. Aún así me era más interesante el joven Gibbs, había algo en la mirada del chico que me llamaba mucho la atención.

-¿De dónde viene, joven Gibbs?
Él estaba distraído con una brújula que encontró del joven James.
-¿Me habla a mí?
-Sí ¿a quién más? -Sonreí.
-Disculpe. -El chico se sonrojó.
El joven James enarcó sus cejas.
-Port Weber. -Exclamó Isaac.
-Mmm. No había escuchado hablar de ese lugar.
-Sí, es algo pequeño. -dijo Isaac.
-Es muy grande, señorita Roxton. De hecho es un puerto muy importante. Yo he ido un par de veces con mi madre. -Exclamó James triunfante.

Isaac le dio una mirada de odio. No entendí muy bien lo que estaba pasando, así que decidí irme.

-Bien, caballeros. Con su permiso, iré a buscar a la señora Turner.
-Adelante, señorita. -Exclamó James.
-Yo la acompaño. -Isaac me dijo.
-No hace falta, joven Gibbs. No me voy a perder en el barco. -Le sonreí y seguí mi camino.

La hija de Jack SparrowOn viuen les histories. Descobreix ara