Capítulo 32

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Samantha

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Samantha

Tres meses después

La vida es buena. Cuando crees que todo está perdido, ahí es cuando la esperanza te abraza y no te suelta. Nunca imaginé que yo, una chica que terminó en las calles sin nada y sin nadie, ahora lo tenga todo. Los clubes de motoristas no me interesaban en lo más mínimo porque estaba influenciada por Max. Yo creía que todos eran como él, malos, agresivos, y unos ladrones, pero estaba muy equivocada. Daniel y su club cambiaron todo eso, y ahora amo la vida aquí porque soy parte de ellos. Todos me aceptan y me respetan. Las mujeres ya no me miran con resentimiento, al contrario, siempre vienen a mí en busca de ayuda, consultas y consejos. Ellas saben que he pasado por momentos difíciles, situaciones que he podido superar hablando con una excelente psicóloga y con Daniel a mi lado. Y cada día me he hecho más fuerte y más sabia. En otras palabras, que ya no aguanto mierda de nadie, y las nuevas chicas que lleguen lo sabrán también. Todavía hay algunas de ellas que quieren ser damas, y como mi Daniel ya no está disponible, ahora van tras Dylan, Lucas, Carl, o algún otro hermano con el parche de los Dragones. Espero que tengan suerte porque ninguno de ellos busca una dama por el momento.

Ya he declarado en contra de Jake, ahora le toca al jurado decidir si es culpable o inocente. Espero que lo encuentren culpable de todos los cargos y no salga jamás de la cárcel. El juicio contra mi hermano Max aún está por verse, y aunque será muy difícil declarar contra él, es mi deber hacerlo, y voy a estar allí aunque él no lo quiera. Sé que mi hombre me acompañará y no me dejará sola. Durante todo este tiempo, Daniel y yo nos hemos vuelto inseparables, y nuestro amor es más fuerte cada día. De tan solo acordarme de lo que fui capaz de hacerle anoche...Oh Dios. Me acaloro toda.

Recuerdo que el día de la fiesta nos quedamos hasta casi la madrugada. Conocí a algunas de las damas de los otros clubes, y estuvimos platicando sobre nuestras respectivas vidas dentro del club. Con respeto y admiración, ellas me decían que era una chica con suerte porque Daniel era muy atractivo. La verdad es que no pienso que sea suerte, más bien creo firmemente en que Daniel estaba destinado para mí. Él no paraba de besarme y de decirme que era hermosa y toda suya. Ya después no podíamos esperar para estar solos, y nos fuimos a la habitación. Allí me hizo el amor una y otra vez, hasta quedarnos saciados y dormidos. Al día siguiente, mientras estábamos en la ducha, me fijé en que Daniel tenía los nudillos muy rojos e hinchados.

Preocupada, le pregunté qué le había pasado, y él solo me respondió: —Asuntos del club, nena. No tienes nada de qué preocuparte.

Y esa era mi señal para no preguntar nada más. Sé que él es un buen hombre, y lo que haya hecho debe tener alguna justificación.

Luego de ducharnos y comer algo, nos preparamos para un largo viaje en moto. Un viaje para sanar, compenetrarnos, y amarnos más, y fue una semana maravillosa. Visitamos algunos lugares de interés, pero la mayoría del tiempo recorríamos la carretera en su Harley, y cuando caía la tarde, buscábamos algún lugar para pasar la noche. No planeamos nada, solo fluimos. Fuimos al cine, al concierto de su banda favorita, y acampamos varias veces. Me encantaba acurrucarme junto a él en la noche mientras la luna y las estrellas eran testigos de nuestra intensa pasión. Juntos, vimos muchos atardeceres montados sobre la moto, y amé cada segundo de ello. Éramos como dos nómadas, pero llevando siempre nuestros parches de los Dragones MC.

Cuidando de ti (Dragon's Family #1) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora