Capítulo 20

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Samantha

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Samantha

—Ya llegamos, preciosa —me avisa Daniel, quitándose el caso, y volteándose hacia mí con una sonrisa traviesa en su rostro que hace que vibrar mis ya sensibles nervios.

Hemos conducido por casi una hora y al fin hemos llegado. Sé muy bien en dónde estamos y por qué. Daniel me trajo a su casa, al lugar en donde según Daisy, no lleva a nadie, y en donde él quiere que sea nuestra primera vez juntos. Oh, Dios. Estoy lista para este momento que he deseado desde hace semanas.

Nunca me había subido a una motocicleta, y cuando me bajo, me tiemblan las piernas. Pensé que tendría miedo y no me gustaría el viaje, pero la experiencia fue tan genial, tan emocionante, y con Daniel conduciendo, las sensaciones fueron doblemente increíbles. Estar pegada a su enorme y musculosa espalda, sentir la velocidad y el viento alrededor, simplemente me fascinó, y quiero volver hacerlo, pero solo con él porque con otra persona no sería lo mismo.

Él se levanta, se acerca, y con cuidado quita el casco de mi cabeza. Deja ambos sobre su motocicleta, y luego toma mi mano y nos lleva hacia la casa. Me fijo en que está levemente iluminada, es grande, de madera, con muchos cristales, y es de dos plantas. La casa parece una cabaña, pero modernizada. Es preciosa. Miro alrededor, y a pesar de la oscuridad, veo muchos árboles, y cuando aspiro, el aire huele limpio y fresco. Daniel abre la puerta con un código de seguridad, entramos, y cuando enciende las luces, por dentro es mucho más de lo que esperaba. Está bien amueblada en tonos crema y marrón que van desde la alfombra, los muebles y hasta las cortinas. Todo un conjunto muy acogedor y masculino.

Su voz es impaciente y ronca cuando dice: —Después te enseñaré toda la casa, ahora lo que quiero que veas, es mi habitación. —Él extiende su mano, y después de tomarla, me lleva escaleras arriba.

Caminamos en silencio, y noto que hay varias puertas, pero se detiene en la que está al final del pasillo. Entramos, una luz tenue se enciende, y veo que ésta es claramente su habitación. Está muy limpia, ordenada, y hay un aroma en el aire que huele solo a él. La decoración es la misma que en el piso inferior, y extrañamente aquí no hay nada sobre motocicletas. Ni fotos, ni cuadros. Es como si Daniel viniera aquí para alejarse, para pensar con calidad, y encontrar soluciones a los problemas del club...o problemas personales. Este lugar es perfecto para eso, pues la tranquilidad lo rodea. Esta casa representa otro aspecto de Daniel que nadie conoce, y yo estoy muy emocionada de que me lo muestre solo a mí.

Sigo mirando, caminando despacio por la habitación, y cuando mis ojos caen en la gran cama, siento en mi estómago un nudo de anticipación. Al sentir su mirada clavada en mi espalda, me volteo, y en sus ojos hay una clara invitación. Una que aceptaré sin dudar porque quiero esto. Quiero estar con él.

Daniel se acerca a la mesita de noche, y del primer cajón saca varias envolturas de preservativos, y las deja encima de la madera. Luego camina lentamente hacia mí sin dejar de observarme, y esa mirada verde, calienta todo mi cuerpo dejándome instantáneamente lista y húmeda para él.

Cuidando de ti (Dragon's Family #1) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora