Capítulo 28

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Daniel

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Daniel

Creo que es más de medio día y estoy sentado en mi cama, mirando a la puta nada y sintiéndome completamente impotente porque todo lo que puedo hacer en este momento es esperar. Nadie me dice nada, nadie ha visto nada, y las cámaras de seguridad solo grabaron hasta que se cortó la electricidad. Ben ya está comprando cámaras solares, y un nuevo generador eléctrico para después instalar todo como solo él sabe hacerlo y tengamos energía cuando otro fallo, humano o no, vuelva a ocurrir.

Tendremos mejor monitoreo por internet, para cuando estemos lejos del club, nos conectemos por ese medio y sabremos lo que está pasando allí en tiempo real. También he redoblado la seguridad. Nadie entra a mi club sin inspeccionar todo de arriba abajo y serán escoltados por algún miembro armado del club como Peyton y Bennet, el tío de Ben.

Las imágenes que grabaron las cámaras antes de que se fuera la electricidad se repiten una y otra vez en mi cabeza. Zach tenía razón, él acompañó a Samantha hasta afuera, y vi su intercambio de palabras con ese hijo de puta del proveedor. Después se ve a otra persona salir de la parte trasera de la camioneta de carga, pero estaba vestido totalmente de negro, usando un pasamontañas, y fue imposible identificarlo. Ver a Zach desplomarse en el suelo porque ese hombre le dio con un bate en la cabeza, me dolió, porque es mi hermano. Pero lo que me jodió más, fue ver la actitud desconcertada de mi chica mirando al suelo, verla por última vez, y de ahí en adelante nada, una total oscuridad. Una negrura que me está tragando entero mientras sostengo su pequeño chaleco en mis manos.

No he dormido, no he comido, y estoy jodido. La ansiedad y la desesperación me consumen. La extraño jodidamente tanto. Extraño todo de ella, su tímida sonrisa serena, la mirada soñadora en sus bellos ojos azules, el olor adictivo de su pequeño y suave cuerpo, sus pequeñas manos tocando mi cabello. No se lo dije, pero admiro fascinado su cabello largo, me gusta tocarlo, olerlo, y me excita verlo todo esparcido en la almohada mientras la hago mía. No le dije tantas jodidas cosas teniendo la oportunidad, y ahora tengo que vivir con ello, con la pérdida y la agonía, si no la vuelvo a ver nunca más.

—¿Dónde estás, nena? —pido al silencio y no obtengo ninguna respuesta.

Estoy analizando cada cosa, y no paro de pensar. Sé que Max la tiene, pero lo que no sé es por qué se la llevó. En todo esto hay algo que se me escapa y no sé qué demonios es. Jake lo quiere muerto así que está descartado. Entonces, ¿querrá dinero? Estoy esperando su llamada para que me diga cuánto pide por su rescate. No importa la cantidad, le daré todo lo que me pida con tal de tener a mi mujer de vuelta.

El sonido de la puerta abriéndose me saca de mis pensamientos, pero no me volteo a ver quién es porque no tengo energías para eso. Las energías que me quedan las tengo reservadas para mi Samantha. Cuando escucho esa voz suave diciendo mi nombre como ella siempre hace, la ansiedad se calma momentáneamente.

—Daniel.

—Madre —respondo, mi voz rasposa de estar tanto tiempo en silencio.

Me aclaro la garganta y ella me abraza. Sigo sentado en mi cama y rodeo su cintura con mis brazos. Mi madre acaricia mi cabello como cuando era niño y venía corriendo a donde ella después de que mi padre me sermoneara duramente y golpeara mi cabeza por no hacer las cosas como él quería. Nunca lloraba y no voy a empezar ahora, maldición. Y el que venga al club por mí, sabiendo que es duro para ella, me hace adorarla más.

Cuidando de ti (Dragon's Family #1) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora