Over Again. | h.s

36. "Explicaciones."

-¿Y después que hizo? -inquiere Julie mientras subimos los primeros peldaños de la escalera.

Es viernes por la tarde y acabo de llegar del trabajo. Resulta que Julie estaba esperándome en el living charlando y tomando té con mi madre.

Han pasado los días y sigo terriblemente enfadada con Harry. Me ha mandado alrededor de veinte mensajes en un día pidiéndome perdón y terminé bloqueándolo porque quería llorar tranquila y el zumbido intermitente de mi celular no me dejaba en paz. Así de pendeja soy.

-¡Nada! Ése es el problema; se quedó parado en el medio del pasillo, congelado.

-Zayn dice que está destruido -resopla.

-Pues alguien debería decirle a Zayn que le diga a Harry que no quiero que me moleste. Estoy lamiendo mis heridas todavía.

-¿Acaso mis oídos están escuchando una indirecta? -se ríe haciendo un mohín mientras entramos a mi habitación.

-Sí, Julie.

Rueda los ojos y se lanza en mi cama con el celular apenas enciendo la luz. La veo teclear por unos minutos mientras le sonríe a la pantalla.

-¿Estás hablando con Zayn?

Asiente con la cabeza, distraída. Aprovecho que está en su propio mundo para soltarme el pelo y dejar mi bolso en la silla del escritorio.

-¿Vas a darte una ducha? Deberías ir a darte una ducha.

Me humedezco el labio considerando la propuesta. Ha sido una semana larga y la verdad es que no me vendría para nada mal una ducha para dispersarme y relajar el cuerpo.

-¿Y bien? -inquiere balanceando los pies desnudos que le cuelgan de la cama.

-Ya me voy, ya me voy. ¿Por qué tanta insistencia?

-No sé, simplemente pareces cansada. Te hará bien despejarte un poco, créeme.

Me encojo de hombros y asiento imperceptiblemente con la cabeza. Tomo un conjunto de ropa interior y una toalla y me meto en el baño. Entre el ruido de la ducha y la puerta que nos separa, escucho vagamente a Julie hablando con alguien. Probablemente sea mi madre. O Zayn. O... no. Harry no. Salgo del baño con la toalla enroscada en los cabellos y Julie me lanza una muda de ropa a la cara prácticamente.

-Dios, ¿esa es tu elección de ropa interior? Es más aburrido que jugar al dominó con mi abuela.

Miro hacia abajo, contemplando mi conjunto de ropa interior color azul marino. No tiene nada de especial; ni encajes, ni tiras, ni nada de eso, y definitivamente no estoy usando una tanga ahora mismo. Pero me agrada.

-¿Qué tiene de malo?

-Todo. Qué va, tal vez puedas cambiártelo luego. Por lo menos dime que estás depilada.

-¡Si estoy depilada! Julie, por el amor de Dios, ¿qué mierda te sucede?

Niega con la cabeza.

-Vístete. Vamos a salir.

¿Para qué quiero estar depilada? ¿Para qué quiero un conjunto de ropa interior más sexy? Ni que estuviera planeando tener sexo con alguien esta noche.

Me pongo los leggins negros y la blusa rosa pálido que me ha dado, con un suéter blanco bastante grueso encima. Le digo que espere a que me seque el pelo porque no saldré con el cabello mojado con el frío que hace. Me ayuda con el secador e incluso me alisa un poco el cabello. No sé qué requiere de tanta preparación, pero la dejo hacer a su gusto.