Over Again. | h.s

10. "Vencida."

*Escuchar canción de multimedia al leer el capítulo. Tu Mirada, Amaia Montero.

"¿Podemos hablar?"

"Lola, ¿qué sucede?"

"¿Estás bien?"

"¿Por qué el doble tilde azul?"

"¿Hice algo que te molestara?"

"¡Lola, vamos!"

"Estoy tan confundido, creí que todo estaba bien entre nosotros."

Bien, tengo que reconocerlo. Me estoy comportando como una pendeja, pero, por más que quiera actuar de otra forma, no puedo. Estoy terriblemente herida y resentida por los sucesos que presencie desde la maldita primera fila dos noches atrás y simplemente no puedo superarlo todavía. ¿Cómo podría? He visto al jodido amor de mi vida besarse con una completa desconocida.

De más está decir que el hecho de que Harry me había considerado "su amiga más especial" había tenido repercusiones tanto en mi, que seguía llorando y lamentándome porque habíamos remitido al habitual lugar de simples amigos, como en él, que no había parado de mandarme mensajes desde ayer por la mañana, cuando me invitó a tomar un helado y yo lo dejé en doble tilde azul.

Sin embargo, si no quiero levantar sospechas en él, tal vez tenga que decirle que todo está bien, que no se preocupe y que anduve teniendo problemas con mi celular. Mas evidentemente nada de eso servirá para persuadirlo, porque él bien sabe que estoy molesta por algo. Y, tal vez, ésta sea mi oportunidad para decirle la verdad. Porque, joder, ¿a quién engaño? Soy una egoísta con todas las letras, y bien puestas. Quiero que Harry sea feliz, sí, pero conmigo. No quiero que le dé una oportunidad a Angie, a alguien que ni siquiera lo conoce como yo lo hago. Quiero que esté conmigo, como antes, como siempre, para la eternidad.

Y, después de torturarme la cabeza pensándolo, tomo la decisión definitiva. La decisión de recuperar a Harry, de decirle lo que siento por él. Y sé que si esto fracasa, es el momento de que dé un paso al costado y lo deje ser feliz. Hoy es el día en el que todo se va a resolver; el día en el que tome o deje a Harry de una vez por todas.

Agarro mi celular y abro mi conversación de whatsapp con Harry, tecleando rápidamente un mensaje que deje gusto a poco.

"Quiero hablar contigo sobre algo, ¿puedes venir ahora a mi casa?"

Sin embargo, antes de que pueda enviarlo, escucho el timbre resonar por las paredes de la casa. Respiro hondo, borrando el mensaje, sabedora de quién es la persona que está detrás de la puerta de la vivienda. Dejo mi celular sobre la cama y me coloco las zapatillas, para después abandonar la habitación y bajar las escaleras. Abro la puerta, llevándome una mano a la cabeza para revolver mi corto cabello rubio. Harry me mira expectante del otro lado, esperando que le cierre la puerta en la cara o haga algo por estilo.

–¿Lola? –pregunta para corroborar que soy yo y no un espejismo.

–Estaba a punto de mandarte un mensaje, yo...

–¿Estas enojada? –avanza, interrumpiéndome.

No retrocedo, sino que lo enfrento como corresponde. Su cara esta a centímetros de la mía, su respiración pesada entremezclándose con la mía.