Capítulo 23

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Daniel

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Daniel

¡Maldita sea! Esta es la tercera vez que pongo la tuerca equivocada. ¿Qué carajos me está pasando? Soy muy responsable con mi trabajo y esto nunca me había pasado. Estuve trabajando toda la mañana en la oficina, encargando piezas de autos en el extranjero, y cometí varios errores. Ahora estoy debajo de un auto de carreras y sigo sin concentrarme una mierda.

Desde niño siempre me ha gustado trabajar con tuercas, tornillos, motores, montar y desmontar, y todo lo que tenga que ver con mecánica. Soy un experto, ¡pero parezco un jodido novato! Mirando a la nada me quedo pensando en la causa de todo. Samantha. Esta mujer se ha metido bajo mi piel convirtiéndose en tinta permanente como un tatuaje. Uno que no podré quitarme nunca. No. No puedo permitirlo, y debo hacer algo para detenerlo. Esto extraño que estoy sintiendo cada vez que pienso en ella, me asusta hasta la mierda y no lo quiero. Quiero mi vida tal cual era antes de conocerla.

Después del incidente con el cabrón de Jake y después de hacerla mía desesperadamente, cuando estaba a punto de quedarme dormido, sentí algo que hace mucho tiempo no sentía. Miedo.

Miedo de que Samantha hubiese salido lastimada. Jake es tan hijo de puta que la habría arrancado de mi lado y se la habría llevado con él. Si ella no hubiese tenido puesto el chaleco con mi parche, Jake y sus compinches me hubieran dejado tirado en la carretera, golpeado hasta la inconsciencia, y Samantha estuviera en su club de mierda, con él haciéndole sus porquerías, tocando su piel suave y cremosa. Tal pensamiento me despertó de golpe, salí de mi habitación, y convoqué una reunión de emergencia. Les hablé a los hermanos de lo que pasó ,y ellos gritaban y maldecían a Jake porque saben de lo que él es capaz.

Saben que él droga a sus chicas y le hace cosas a sus cuerpos hasta saciarse como el cerdo que es. Las convierte en dependientes de él, y luego cuando ya no está interesado, las desecha como basura. Sus mujeres nunca vuelven a ser las mismas de antes y se convierten en una cáscara vacía y sin vida. Y pensar que mi club casi se convierte en eso mismo por culpa de mi padre y sus malos manejos que tuve que arreglar duramente. Aquí había chicas que terminaron con problemas de adicción, y les busqué ayuda en un centro de rehabilitación. Era lo menos que podía hacer. Lo triste es que nunca supe más de ellas a pesar de que les dije que eran bienvenidas aquí una vez estuvieran limpias de ese maldito vicio.

Otro asunto que estuvimos discutiendo fue el de Max. Ha estado desaparecido por mucho tiempo y me tiene preocupado porque él no es así. Nunca está tranquilo, siempre está de aquí para allá, moviéndose, haciendo cualquier cosa. Seguimos en alerta por él, porque al menos Jake ya sabe que Samantha está protegida y no puede hacerle nada, lo que me quita un peso de encima.

Los hermanos volvieron a felicitarme por haber tomado la decisión de protegerla, de darle mi parche, y me dieron su palabra de que también la protegerían. Hice lo que tenía que hacer, pero esta decisión me está llevando a la locura. Por un lado la quiero solo para mí, pero por el otro no la merezco. Mierda. Siempre tengo mi mente enfocada, pero en estos momentos me siento confundido y no me gusta. Maldiciendo por milésima vez, escucho unos pasos que se acercan, y no estoy de humor para su voz enojada y sorprendida.

Cuidando de ti (Dragon's Family #1) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora