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El sol salía y ellos ya estaban en el auto. Jamie abrió sus ojos con lentitud.
-Feliz cumpleaños. -exclamó Liam y ella rió casi en un susurro.-Quiero que sepas que seguís teniendo cinco años.
-Lo sé, Liam.
Unos brazos la apartaron de su hermano y ella volteó, topándose con Zayn.
-Feliz cumpleaños, mi amor.-susurró y la besó.
-Gracias, amor.
-Creo que todavía no se despertó del todo.-rió Geoff.- Feliz cumpleaños, princesa.
-Gracias, papi.
Ella se recostó sobre el pecho de su novio y agradeció en un susurro las felicitaciones por parte de su madre. Zayn la abrazó con fuerza y le permitió dormir.
-¿Creen que se de cuenta a dónde vamos?-preguntó.
-No. No durmió mucho anoche. No va a despertarse hasta que estemos allá. -dijo Liam.
-Todo por culpa de...-empezó Geoff.
-No.-lo frenó Karen.- No quiero que digas su nombre. No si está ella.
-Está dormida.
-Igual. No quiero que lo hagas.

Cuando llegaron a la ciudad de Londres, Jamie entrecerró los ojos. Liam la apartó de Zayn y la sentó en sus piernas para luego besarle la mejilla.
-Bienvenida a Londres, el hogar de tu familia. Mañana vas a conocer a los tíos y a los primos.
-¿Y si no les caigo bien?
-Entonces vamos a tener que averiguar qué anda mal con ellos. -dijo su hermano.
Sin embargo, Jamie se mostraba bastante nerviosa. Su padre se detuvo frente a una casa y todos bajaron a instalarse.

Feliz cumpleaños. -H.

Gracias.- J.

¿Estás bien?- H.

Te drogaste.- J.

Quería sacarte de mi cabeza.- H.

¿Cómo te fue con eso?- J.

Fatal.- H.

Perdón.- H.

Eso ya lo dijiste. -J.

Lo sé. Pero de verdad sé que me porté como un idiota.- H.

¿Qué voy a hacer con vos?- J.

Amame.- H.

Jamie se dejó caer en la cama, pero no respondió ningún mensaje más, ya no podía hacerlo. Se sentía frustrada, nerviosa, enojada, triste, asustada y confundida al mismo tiempo. La vida no parecía estar de su lado.
-Jamie.-llamó Liam, alargando las letras. Ella miró la puerta y él apareció, sonriente,  y se tiró a su lado.- Te extraño.
-Estamos en la misma casa.-rió ella.
-Pero llevas tres horas metida en esta habitación.
-Estaba descansando un poco.
-Dormiste todo el viaje.-dijo él, apartándole el pelo de la cara.
-Siento que no dormí nada.
-Jamie...-susurró luego de besar su frente y la abrazó con fuerza.- Tenemos que ir al médico.
-¿Podríamos no ir hoy?-preguntó en un susurro.- Mis últimos cuatro cumpleaños los pasé en un hospital.
-Está bien.-suspiró.- Pero date un baño, esa fiebre me preocupa.
-Yo me baño pero... ¿Vas a ser mi enfermero después? -preguntó.
-Claro que si, preciosa. Te voy a mimar mucho.
-Sos lo único que evita que me pegue un tiro en la sien por estar enferma siempre.-dijo ella y él ajustó sus brazos alrededor del cuerpo de ella.
-Nunca vuelvas a decir eso.-pidió.
-Perdón. Tendría que haber usado otras palabras. Pero sos el que siempre me sostiene. Siempre estás.
-Y voy a estar siempre. Ahora, a bañarse señorita. Voy a ir preparando una chocolatada.
Ella asintió y le besó la mejilla. Al levantarse de la cama, todo comenzó a darle vueltas y su hermano la sostuvo por el codo. La guió al baño y ella entró, ya no había sonrisa alguna en su rostro.
Cuando terminó de bañarse, Liam cepilló su cabello y le puso uno de sus buzos. La cargo como niña pequeña y bajó a la sala.
-¿Dónde está Zayn?
-Fue a visitar a unos parientes. Parece que sus papás están bastante enojados porque no fue a estudiar y él quiere comprobar que no sea así con el resto de la familia.
-¿Va a volver hoy?
-Claro que si.-dijo él al distinguir miedo en sus ojos.- ¿A dónde crees que iría? Zayn nunca llega lejos si no estás con él.
-Liam, la otra noche soñé que Zayn me dejaba.-susurró.
-Solo fue un sueño. -la tranquilizó su hermano.- Jamie, Zayn no va a irse.
-Eso espero.-susurró ella y se hundió entre sus brazos.
-La fiebre subió.-dijo él y le tocó las mejillas.-¿No tenes calor?-ella negó y él pudo ver como ocultaba los dedos bajo los puños. Tenía frío.- Esperame que busco una manta.
Cuando volvió, Jamie no estaba ahí. Se acercó al baño y le sostuvo el cabello. Una vez que terminó, la tomó en sus brazos.
-¿Mejor? -Jamie asintió con suavidad.- Vamos a la sala. Yo te cuido.
-Liam, ¿voy a morirme?
-¿Por qué decís eso? Falta muchísimo tiempo para que eso pase.
-No lo sé. A veces siento que no voy a despertar.
-¿Y qué pasa después?
-Despierto.
-Entonces todo está bien. Mientras despiertes, todo está bien.
-Liam, tengo mucho sueño.
-No tengas miedo de dormir.
-Si no me despierto....
-Yo voy a despertarte.-dijo él.
Jamie se durmió entre sus brazos y Geoff y Karen llegaron al poco tiempo. Miraron las mejillas coloradas de ella y supieron que, nuevamente, estaba enferma.
-No quiere ir al médico hoy.-dijo Liam.- Lleva muchos cumpleaños ahí.
-¿Qué vamos a hacer con ella?-preguntó el hombre.- Es muy frágil. Se enferma mucho. Ya no quiero que se enferme.
-Por lo pronto, vamos a cuidarla mucho.-dijo Karen.
-Yo la cuido.-dijo Liam con rapidez.
-Lo sabemos, hijo.-dijo la mujer.- Vos siempre la cuidas. Sos como su angelito guardián.
-Me gusta mimarla.-dijo él.- Es mi hermanita. Además, no todos tienen una relación así con sus hermanos. Pero ella es especial y nos hace especiales a todos. Puede enfermarse mucho, escapar, confundirse, llorar pero la amo porque vive, y vive porque la amo.
Su madre sonrió y le besó la cabeza a ambos. Geoff lo miró unos instantes y acarició la mejilla de ella.
-Cinco años.-dijo.
-Cinco años. -concordó Liam.
Ambos sonrieron y la miraron, como si frente a ellos creciera una flor entre toda la nieve.


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