CAPITULO 22. CULPA

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MILES  

Me levanté muy temprano esa mañana, a quien quiero mentirle, no dormí en toda la noche. Con la confirmación de Tate en mi mano, corrí a casa y calenté el viejo Jeep de papá. Compré todo lo que necesitaba en el café más cercano y conduje escuchando Arctik Monkeys por toda la costa de California, había olvidado el agradable aroma del mar y lo agradable que es ser acariciado por la brisa.

Luego de tener todo preparado, la esperé en el pórtico de la vieja casa, el recuerdo de nuestra noche abrazados, en este mismo lugar, me hizo sonreír. No la vi llegar, pero cuando mis ojos se fijaron en ella, casi caigo de bruces. Tate es espectacularmente perfecta. La invité a entrar y me encantó ver su reacción, no esperaba nada de esto. Luego de obligarla a comer, iniciamos la conversación más trascendental de nuestras vidas. Escucharla decir que me amaba es mucho más de lo que esperaba que dijera.

No podía esperar más para hacerla mía, besé su piel como si mis labios curaran los años de dolor que le había causado. La beso toda, sin dejar una parte sin saborear. Los sonidos que hacen su boca hacen que esté al borde de perder el control.

- Eres completamente hermosa ,Tate. Esperé tanto este momento. Seis años atrás, juré no tocar a ninguna mujer. Solo a ti. Eres mi redención. –Es la verdad. No hay otra mujer en este mundo con la quisiera estar ahora mismo. Nos entregamos el uno al otro con completo placer y deseo, pero sobretodo, con el más grande amor.

Un momento perfecto y nunca antes imaginado, terminó tan abruptamente. La pregunta que me hizo Tate me tomó desprevenido. El terror de recordar aquella noche, volvió a convertirme en un cobarde. La puerta hizo un crujido cuando fue azotada cuando salió; el sonido aún retumbaba en la pequeña casita cuando salí detrás de ella. Con una velocidad inigualable, subí al Jeep de mi papá.
No debe ir muy lejos.
Un fuerte chillido a lo lejos me infundió un terrible miedo. Segundos después, me encontré con la escena jamás pensada: El auto de Tate estaba en medio de la carretera obstaculizando el tránsito; su cuerpo reposaba sobre el volante sin un rastro de movimiento. Nadie hacia nada por ayudarla, me bajé a gran velocidad sin apagar el motor. Abrí la puerta y enseguida comencé a temblar, ella estaba inconsciente. Tomé su pulso, y era estable, parecía dormida, pero me preocupa la sangre que brotaba de su frente. Sé que no debía moverla, era mejor esperar la ambulancia, pero no podía dejarla ahí sin hacer nada. Con cuidado, la alcé en mis brazos y la lleve al asiento trasero de su auto. El coche no estaba tan dañado y preferí llevarla en él. El jeep solo tenía un puesto y allí no sería seguro trasladarla. Maldije todo el camino hacia el hospital.
Es mi culpa, todo lo que amo lo estropeo.
En pocos minutos, llegué al área de emergencia; ella seguía inconsciente. Grité con fuerza desde la entrada con ella en brazos, el equipo médico se movió con una velocidad insuperable. Y, de esa manera, en cuestión de segundos, mis manos estaban vacías.

Aún temblaban cuando llamé a Corbin, no le di explicaciones, no pude. Él no tardó en llegar acompañado por sus padres. No podía mirarlos a la cara, su padre se acercó a mí pidiendo una explicación, lo único que pude decir fue lo siento. Me aparté de su lado y caminé a la entrada del hospital. No sé quien movió el auto, pero ya no estaba allí. La última vez que sentí tanto miedo fue hace seis años. Pensar en ese día todavía me causa dolor.

6 años antes

Hoy Rachel está cumpliendo ocho meses de embarazo, es increíble como ha pasado el tiempo. En solo un mes, tendré a mi pequeño bebé en mis brazos. Beso su vientre y camino sigiloso hasta el baño, hoy será mi último vuelo por un tiempo, quiero cuidarla lo que reste de embarazo. La ducha me toma más de lo planeado, no puedo evitar pensar en Tate, tengo tiempo sin saber de ella. Quizás más tarde llame a Corbin y le saque alguna información. ¿Será correcto pensar en ella cuando le prometí amor a Rachel? Quizás no, pero algo es seguro, la echo mucho de menos. Me pongo mi uniforme y, a pesar de lo silencioso que fui, Rachel se despierta.

UGLY LOVE: FOREVER YOU (editando)Where stories live. Discover now