UGLY LOVE: FOREVER YOU (editando)

CAPITULO 19. ACCIÓN DE GRACIAS

TATE 

Después del incidente del edificio, no he hablado más con Miles. Corbin me dejó en que Brenda hace un par de días. Le conté todo lo que me confesó Miles y no me ayudó en nada su reacción. Lo apoya por completo, dice que renuncie a todo y huya con él. Le reclamé muy enojada que no soy una adolescente que actúa por impulsos. Me llamó cobarde y sé que tiene razón, pero, a pesar de todo, decidí seguir adelante con mis planes. Aunque mi corazón esté fracturado y adolorido, me casaré con Erick.

El mismo día de nuestra discusión, me buscó donde Brenda. Me sentí muy mal al verlo tan triste y arrepentido. Dice que nunca había sufrido de celos, pero que me ama demasiado para querer compartirme con nadie, mucho menos con Miles. Lo entiendo, se dé que habla. Yo nunca pude soportar ver a Miles con Rachel, cómo la miraba, cómo dedicaba cada minuto a ella era muy doloroso. Lo mejor es que me aleje de él de nuevo, esto de ser amigos no está funcionando para ninguno. Uno a uno, he borrado cada mensaje que me ha enviado. Hace dos días dejó de insistir y estoy un poco aliviada por ello.

- Morenita, ¿estás lista? – pregunta Erick emocionado. Hoy fue el último día de la convención de enfermería en los Ángeles y el único que tenemos libre para divertirnos un rato antes de volver. No es fácil para Erick estar alejado del hospital por muchos días, es un doctor muy ocupado. Fue muy considerado de su parte trasladarse hasta acá hoy para pasar el día juntos.

- Sí, lista. –Rodeo mi cintura con un pareo y caminamos tomados de la mano por los pasillos del hotel. Un poco de sol no me viene nada mal. Ya instalados en nuestras sillas en el borde de la piscina, Erick me lanza dardos con respecto a la fecha de nuestra boda. En verdad necesita tener una fecha cierta, toda su vida está perfectamente planificada en su agenda. Sorbo la mitad de mi cóctel pensando en una buena excusa para alargar la fecha, pero no encuentro ninguna.

- ¿Qué propones tú? – le digo colocándome de costado en la silla.

- 23 de enero. Es la fecha en que te conocí – dice sonriendo. Es dentro de dos meses. Es un gran detalle que recuerde el día exacto. Yo lo habia olvidado.

- Eso es dentro de dos meses. Es muy poco tiempo para planificarlo todo – digo sin inmutarme.

- Con una wedding planner no tendremos ningún problema, amor – asegura confiado.

- Quiero decidir cada aspecto de nuestra boda, Erick, no quiero nada extravagante ni llamativo. –Mis palabras salen nerviosas y torpes. Él se levanta de su silla y se arrodilla frente a mí.

- ¿Eso es un sí, morenita? –Sus ojos son una ternura. ¿cómo le digo que no a este hombre?

- Sí, pero será a mi gusto. No me importa que seas un Crowley...- Él me interrumpe besando mis labios con pasión.

- Lo que tú quieras, Tate, solo dime y lo haré. –Su mirada se cristaliza y logra conmoverme. Tomé la decisión correcta aunque con ella le cause dolor a Miles.

- ¿Qué tienes en mente? – Siempre soñé con una boda en la playa rodeada por nuestros seres queridos, algo muy íntimo y privado, con el atardecer bañando el mar y el sonido de las olas armonizando la ceremonia, es lo que imaginé con Miles. Creo que no es correcto que cumpla ese sueño con alguien más.

- Me encantó el hotel Plaza. Es realmente sorprendente y perfecto para nosotros.

- Estoy de acuerdo. No puedo esperar a que seas mi esposa. –Me vuelve a besar emocionado. Temprano en la mañana, salimos del hotel. Me despido de Erick con un pequeño beso y tomo un taxi hasta California, sé que él tiene que trabajar y por eso no le pedí que celebrara acción de gracias con mi familia. El auto pasa frente a la antigua casa de Miles y mi piel se eriza. ¿cómo puede un recuerdo tener este efecto en mí? Segundos después, el taxi se detiene frente a mi casa. Me bajo y arrastro mi maleta hasta la entrada. Suelto un profundo suspiro y giro la manilla de la puerta. Es lindo volver a casa. Entro y no veo a nadie en el recibidor. No era la bienvenida que esperaba.