UGLY LOVE: FOREVER YOU (editando)

CAPÍTULO 9. PEQUEÑA

- Afortunadamente, todo el impacto fue amortiguado por el casco, de no haberlo traído puesto, estaría muerto ahora, vamos a mantenerlo sedado hasta mañana para que la inflamación ceda.

- Me quedaré con él hasta que lleguen sus familiares.

- No es necesario, Tate, no despertará hasta mañana.

- Erick, no puedo dejarlo solo, él era un amigo de mi hermano y está solo. Igual me toca guardia toda la noche.

- Está bien, Tate, pero trata de descansar un poco, nos vemos mañana.

Erick se marcha al fin dejándome sola con Miles, dejo caer las lágrimas que he estado conteniendo, ha sido una de las peores noches de mi vida, pensar que Miles podía morir me tenía nerviosa. Cuando lo  vi en esa camilla todo ensangrentado, mis recuerdos junto a él llegaron a mi mente como si se tratara de una película. Erick lo examinó y le hizo una tomografía, con los resultados en mis manos supe que estaría bien y me tranquilicé.Los exámenes toxicológicos fueron una sorpresa, Miles estaba completamente borracho, nunca en mi vida lo había visto tomar siquiera una cerveza.

- ¿Qué te pasó, Miles? ¿por qué estabas tan borracho? Pudiste morir ¿sabes? – le reprocho como si pudiera contestarme. Mi teléfono vibra en mi bolsillo, me sobresalto enseguida, no recordaba que estaba ahí.

- Aló, Corbin, por fin agarras tu maldito celular.

- Tranquiliz, peque. ¿Qué pasa?

- Miles –digo susurrando

- ¿qué quieres saber de él, Tate? Me has repetido hasta el cansancio que no lo nombre. Tengo más de veinte llamadas perdidas y lo único que dices es "Miles"

- Cállate, idiota, Miles está en el hospital, tuvo un accidente en su moto y está sedado.

- Oh, mierda ¿está bien?

- Tiene algunos puntos en su pierna y una contusión en la cabeza, pero está bien. Necesito que llames a su padre y a Rachel ahora mismo – le ordeno.

- Rachel... llamaré a su padre –Corbin cuelga la llamada, noté algo extraño cuando nombró a Rachel, ¿será que ya no están juntos?, un cosquilleo invade mi estómago.
Olvídalo, Tate. Tú amas a Erick, serás su esposa.
Entro al baño de la habitación para refrescarme un poco, miro al espejo y desconozco mi propio reflejo, vuelvo a ser la Tate adolescente que suspiraba por Miles.

- No, Tate, ya lo superaste, eres una mujer comprometida y enamorada. Erick es tu futuro - levanto mi mano derecha y me horrorizo al no ver el dichoso anillo en mi dedo ¿Qué rayos lo hice? Salgo disparada de la habitación y recorro cada lugar en el que he estado desde que llegué al hospital. No lo encuentro. Erick me va a matar sino lo perdí. Me encierro en la habitación de descanso, me siento en la orilla de la cama, junto mis rodillas y llevo mis manos a mi rostro. Mi cuerpo se sacude por el llanto, no es nada silencioso, estoy sollozando y maldiciendo.
¿Todo esto es por el anillo?

Estoy totalmente abrumada, me he imaginado miles de veces mi reencuentro con Miles, pero nunca pensé en nada cercano a esto. ¿Y si Rachel y él no siguen juntos?, ¿y si esta es nuestra oportunidad? A quién engaño, Miles nunca me miró con esos ojos ¿por qué lo iba a hacer ahora?
Mi vida era perfecta ¿por qué tuvo que aparecer en nuevo? No es solo su presencia la que volvió, sino todos los sentimientos que tenía resguardados en algún rincón de mi corazón, sentimientos que creí haber superado. Seco mis lágrimas y salgo de mi escondite.

- Sophie ¿has visto mi anillo?

- Oh, por Dios, Tate - dice ella con ojos desorbitados-. ¿Lo perdiste?