CAPITULO 10. PROMESAS ROTAS

8.9K 679 30
                                    

Miles 6 años atrás

Acaricio el abultado vientre de Rachel, siete meses de embarazo no pasan desapercibidos. Ella aún no quiere saber el sexo por lo que decidimos esperar, cuando nazca nuestro bebé lo sabremos y escogeremos el nombre.
Obtuvimos una casa cercana al campus. No ha sido fácil coincidir nuestros horarios, entre los estudios y el curso de piloto no compartimos el tiempo que quisiera.
- Miles -susurra ella en mi pecho. Los domingos son uno de los pocos días que podemos compartir juntos, estamos abrazados en la cama desde hace un rato, hacer el amor con Rachel es único y maravilloso. No imagino mi vida sin ella.
- Dime, nena.
- ¿Qué pasaría si algo sale mal? -Su voz suena temblorosa.
- No piensen es eso, amor. ¿Por qué tendría que salir algo mal?
- Porque no todo en la vida no es cómo lo planeamos, Miles. -Ella se aparta de mí para sentarse en la orilla de la cama, la rodeo con mis brazos pegando mi pecho a su espalda
- Rachel, mientras estemos juntos todo estará bien, no tienes que preocuparte por nada -le digo con voz suave.
- Tengo miedo, Miles. Me da terror pensar de que pase algo que nos aleje para siempre. Cada vez que sales por esa puerta, el miedo invade mi corazón -me levanto de la cama y me arrodillo frente a ella.
- Rachel, mírame a los ojos - ella lo hace-, no tengas miedo, nena, te prometo que todo saldrá bien. Es normal que estés nerviosa cuando falta tan poco para que nazca nuestro bebé. No pienso ir a ninguna parte que no sea junto a ustedes. Te amo, nena.
- Yo también te amo, Miles, por eso me preocupo.
Esa noche dormimos abrazados con la promesa de estar siempre juntos.

Quería cumplir mi promesa.

Quería cuidarla por siempre.

Los quería.

Aún los quiero.

Día del accidente
Miles POV

La última promesa que hice hace seis años fue en vano. No pude cuidarlos como debía. Aún me duele el pecho al recordar a Rachel. ¿Cómo puede el amor doler tanto? Cuándo lo hermoso se vuelve feo, no miras la vida de la misma manera. Pierdes la fe. Solo quedan los recuerdos de lo que fue. Sólo queda una verdad "ya nada volverá a ser lo mismo".
- Sírveme otra copa
- No creo que sea prudente, señor.
- No me importa lo que tú creas, sírvela. -Cuándo el destino elije por ti, cada decisión que tomes por ti mismo es una victoria que le ganas al juego de la vida. Hoy decidí embriagarme y lo haré.

Luego unas copas más, el cantinero me indica que es hora de cerrar. Me quejo, pero salgo del bar. Subo a mi moto sin pensar en las consecuencias. La foto de Tate en el periódico atraviesa mis pensamientos. Nunca la olvidé, no quise hacerlo. Detengo mi moto en un costado de la carretera.
¿Qué rayos estoy haciendo?
Sofoco un grito que se forma en mi garganta. Han pasado seis años, no puedo seguir viviendo con este dolor a cuestas. Enciendo de nuevo mi moto para volver a casa. Doy la vuelta sin notar el auto que se aproxima con velocidad, trato de esquivarlo, pero no puedo, el auto impacta mi moto, caigo al suelo provocando que mi cuerpo choque contra el duro pavimento.

¿Es mi fin?

¿Estoy muerto?

¿De quiénes son esas voces?

Reconozco una de ellas

¡Pequeña! ¿Eres tú? Trato de hablar, pero no puedo.
Todo se torna oscuro de nuevo.

Vuelvo a despertar.
Puedo sentir como toca mi rostro.

Percibo su aroma.

Sus labios presionan los míos.

Siento humedad en mi mejilla.

Susurra un te amo y se aleja.

Trato de abrir mis ojos, necesito saber quien estaba a mi lado. Ordeno a mi cerebro que abra mis condenados parpados. ¡Hazlo ahora! le ordeno. Logro ver su silueta, su cabello está recogido en una cola de caballo, reconocería ese lunar donde fuera.

UGLY LOVE: FOREVER YOU (editando)Where stories live. Discover now