Distorsión

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Realmente no podía entender qué había hecho conmigo aquél tipo de baja estatura, me había volado la cabeza, el rojo de mi cabello era aún más fuerte y únicamente podía pintar la situación en la que cruzamos miradas allá entrando a New York, y quizás si mi imaginación se dejaba llevar, podía dibujarlo tocando y haciéndole el amor a aquella guitarra negra, pero nada más, estaba en una especie de abismo, porque yo sabía que él estaba allí en Brooklyn, cerca, tan cerca de mí que ni siquiera lo veía, en los próximos días mi tiempo se estaría agotando, la Universidad comenzaba de nuevo y ya no tendría tiempo para quizás volverlo a cruzar en el subte.

¿Y cómo vas a encontrarlo? - había preguntado mi hermano menor Michael, después de una larga conversación en donde intentaba calmar mis ganas de tirar todo por la ventana.

"No tengo idea, pero lo he visto y eso es suficiente" Había dicho en un arranque de lucidez, después de eso me tiré en la cama haciéndola rechinar. El tipo castaño no iba a irse de mi cabeza por lo que sin pensarlo mucho cerré mis ojos para dormir. Y bueno, soñé con él. Era bastante bizarro porque él no me habló ni tampoco abrió los ojos, solo caminaba hacia mí y cuando estuve apunto de tocar su rostro abrí mis ojos dándome cuenta de que el sol ya había salido.

Me levanté sobre mis antebrazos de manera torpe viendo el pequeño despertador a un lado de mi cama que marcaba celosamente las diez de la mañana. Miré a mi izquierda en aquella cama donde Mikey dormía con una sonrisa plasmada en su rostro, él estaba feliz, había encontrado el amor en una pelinegra que era su mejor amiga, Alicia.

Miré su mano izquierda que colgaba de manera infantil y allí en su dedo corazón había un anillo de plata, sonreí al recordar la invitación al casamiento de mi hermano, era hecha a mano y con un tierno corazón como firma en la parte derecha hacia abajo. Se casarían en tres meses. A veces me impresionaba con la facilidad que Mikey se llevaba con su entorno, y lo feliz que era siendo un trabajador social.

Yo no aguantaría ni un día entre tristezas y desastres legales, porque simplemente me hundiría en tristeza, es por eso que elegí el arte hace un gran tiempo. Lo elegí al igual que elegí teñir mi pelo abundantes veces, porque me gusta cambiar.

Me levanté totalmente de la cama y ante una rara sensación que me invadió el cuerpo corrí al baño para sin siquiera prender la luz, abrí el grifo y mojé mi rostro con el agua que había recaudado entre mis manos. Alcé la mirada hacia el espejo y el rojo seguía ahí, pasé mi vista hacia el living donde el sol todavía iluminaba y miré la ropa que estaba tirada sobre una de las sillas de madera. Pensé entonces que hace varios días que no daba un paseo, además necesitaba comprar aquellas 'provisiones' que eran necesarias para mi cuarto año de Bellas Artes. Fruncí el seño frente a mi reflejo, recordando todas aquellas palabras que mi padre alguna vez me dijo, 'en ésta vida no sirve la expresividad, los números son lo único que va a mantenerte con vida.'

Desde aquél entonces la distorsión se volvió un tema esencial en mi vida. Porque yo había distorsionado sus palabras y de como quise expresarme, por eso intento entender las expresiones de las otras personas. Al diablo con los números. Porque un trabajo con números iba a mantenerte materialmente vivo. Lo que más me molesta de todo es que... ¿cómo pueden decir que ser artista es ser un maldito vago? Vamos, sin los artistas no habrían canciones o pinturas qué analizar. ¿Qué hay de la censura?

Salí del departamento para dirigirme directamente al Central Park de Brooklyn, si bien tenía que caminar al menos unas diez cuadras no me importó, porque toda mi vista fue hacia el suelo. Jamás, jamás se me ocurrió mirar al suelo para pensar, porque yo encuentro inspiración en todo lo que veo, en todo lo que toco y en todo lo que siento, pero hace días que no encuentro lugar para mis pinturas ni sé como usar mis pinceles, porque el tipo me robó hasta el habla. ¿Qué tan jodido es eso? Mi gusto dice que es demasiado. Quizás en serio estoy sintiendo demasiado a tal punto que no sé qué expresar primero.

El Arte del Modelo Vivo |Frerard|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin