Oh, You Pretty Things.

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"Levanta, levanta tienes que gritar,

levanta, levanta tienes que bailar.
And it went, uh, caress me down, uh, that's the lovin' sound
When i kiss mixie it makes me feel horny
cause i'm the type of lover with the sensitivity"

Si algo abstracto podía ser arte, entonces su cara hecha mierda bien podría ganar un premio nobel. Ni sabía como Gerard podía seguir mirándolo, estaba hecho un desastre.

No había parado de mirarse al espejo en lo que la ducha duró. Es que con todas esas suturas en su ceja izquierda y parte de su nariz, sumado al rapado que le habían hecho en la cabeza; parecía un convicto. Y gracias a Dios la policía no había preguntado el porqué había estado en ese galpón, estaban demasiados ocupados testificando sobre la muerte de Steve, y también fue gracias a Gerard que no había parado de hincharle las pelotas con cuidados y medicamentos: que ahora su salud estaba mejorando.

Habían pasado por lo menos unos cuatro días. Cuatro días de jodidos análisis, pruebas y dolor en su pecho. Gerard parecía todo el asqueroso tiempo preocupado y aquello estaba por desquiciar a Frank. No ayudaba en lo absoluto. Ya bastante tenía con dos costillas rotas y un desgarro en el culo, sin contar las pesadillas que la primera noche en el hospital le llegaron como moño de regalo.

Ver jodidamente ausente a Steve había sido una un imagen que hubiese preferido no ver pero que lamentablemente tuvo que presenciar, Frank entendió que aquellas eran los momentos más difíciles en la vida de una persona y más allá de su desagrado con la idea, tuvo que aceptarlo porque bueno... el tiempo no va hacia atrás.

Ahora frente al espejo viejo del hostel en Jersey, sus ojos están fijos en la faja color piel que tiene rodeando su torso. Extraña ver sus tatuajes o sus golondrinas, pero Gerard le ha repetido más de veinte veces que hasta que sus costillas derechas no estén soldadas del todo, aquello sería imposible.

Aún está desnudo pero no quiere vestirse, raramente extraña posar para un montón de raritos que dibujan perfecto y ha hablado con Raymond para alguna suplencia en su trabajo, todo eso estaba arreglado para cuando salió del hospital al día que lo habían llevado.

Frank no iba a dejar que lo entubaran y al parecer lo había logrado, cuando tuvo la oportunidad de prender fuego la bandeja con comida que le habían dado la mañana siguiente a su internación. El director del hospital había decidido que Frank era un tipo peligroso para una institución donde los cuidados eran necesarios, entonces Frank salió por la puerta del lugar con una sonrisa en su rostro, cojeando y con Gerard a su lado llevando el rostro tan rojo como su pelo.

Ríe al recordar la cara del pelirrojo al informarle que la bandeja de plástico había quedado destruida por completo y luego, su sonrisa se amplía cuando recuerda que Sean lo había felicitado por tal azaña.

Lo hayan felicitado o mandado a la mierda; Frank no iba a quedarse en ese jodido hospital contra su voluntad, ya bastante venía cargado con medicamentos que Gerard a la fuerza le hacía tomar.

Y las cosas con Gerard estaban algo tensas. Todavía no habían podido hablar de lo ocurrido y eso le quitaba el sueño a ambos, la última conversación que recordaba con Gerard era donde le preguntaba qué carajo hacia y el pelirrojo siquiera le contestó algo coherente y solo siguió oliéndole el pelo que lo único que desprendía era olor a desinfectante hospitalario. Eso era todo lo que habían hablado, porque después eran insultos y nombres de fármacos que Frank debía consumir.

Se ve de nuevo en el espejo, viendo su labio inferior algo hinchado al igual que su mejilla izquierda, infla sus cachetes juntando aire para después sacarlo con fuerza arrepintiéndose cuando una ráfaga de dolor le atraviesa el cuerpo. Intenta respirar el vapor caliente que poco a poco va desapareciendo en el baño y pasa sus manos por su pelo corto, sintiéndose extraño y ajeno a todo.

El Arte del Modelo Vivo |Frerard|Where stories live. Discover now